Cap. 50 "Desde fuera" (sin editar)

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  -Punto de vista de Zayn-

- ¿Y la enfermera?

- Le han cambiado el turno y se ha ido.- respondo de mala gana. El capullo de Fred se ríe.

- Te quedas sin polvo hoy.

- Claro que va a haber polvo, sale en dos horas.

- Qué cabrón.- dice riendo mientras saca una caja de tabaco. 

Me ofrece y cojo uno, él coge otro, guarda la caja, saca un mechero y enciende ambos cigarros. Expulso el humo por mi boca en el momento en el que me apoyo en mi moto.

Cada vez se acumula más gente, esperando a la carrera. Miro entre la multitud, me paro cuando encuentro un rostro bastante conocido. Ella también me ve, me sonríe y se despide del grupo con el que está, dirigiéndose hacia nosotros.

- ¡Barbie!- le saluda Fred, abre sus brazos hacia ella aguantando el cigarro en la boca. 

Ella le abraza y deja un beso en su mejilla, entonces me mira y lentamente se acerca a mí. Le ofrezco mi cigarro y ella lo toma llevándoselo a los labios. Se apoya en la moto rozando su hombro con el mío, deja salir el humo por su boca mientras me sonríe y me mira fijamente. Estira el brazo acercándome el cigarro, le sonrío, paso mi brazo por su cintura y froto su espalda a la vez que dejo un beso en su mejilla, tomo el cigarro y mientras me lo llevo a la boca ella besa mi mejilla.

- ¿Qué tal, preciosa?- digo echando el humo. Ella se encoge de hombros.

- Podría estar mejor, pero bueno, supongo que bien.

- ¿Qué te pasa?- pregunta Fred.

- Mi hermano.- hace una mueca. 

Levanta su mano pidiéndome de nuevo el cigarro, ruedo los ojos divertido y se lo paso.

- ¿Qué ha hecho ese capullo ahora?

- Se está metiendo en líos, y temo que no va a acabar bien.

- ¿En qué líos?- insiste Fred.

- Deudas. Para saldarlas ha empezado a vender, para Tom.

- Pff.- resoplo.- ¿Cómo es tan gilipollas?- se encoge de hombros.

- Y ayer se cayó en la carrera. Pierna rota. Y yo tengo que hacer su puto trabajo.

- ¿Qué?- dice Fred enfadado.

Barbie se abre la chaqueta y de dentro saca una bolsita que le muestra a mi amigo, éste la coge y frunce el ceño.

- ¿Cuánto tiempo?

- Esta noche.

- ¿Qué? Esto es mucho.

- Ya, pero si no le partirán las piernas.

- Pues que se las partan.- digo yo sin importancia, ella ríe amargamente.

- Ojala me diera igual. Dame.- dice apartándose de la moto y estirando el brazo hacia Fred.

- Ni de coña, nena.- dice con su cigarro en la boca mientras sigue mirando la bolsa.- Esto es mucho para ti, nunca has vendido, yo me encargo.- dice guardándose la bolsita llena de pequeñas pastillas en el bolsillo trasero de su pantalón.

- ¿Qué? No.- le rodea con sus brazos intentando quitárselo.

- Eh, nena, no toques tanto.- dice entre risas.

- Capullo.- masculla ella.- Dámela, estoy perdiendo el tiempo.- él la agarra por los brazos paralizándola.

- Barbie, es de Tom de quién hablamos.- se pone serio, acerca su cara a la de ella y le mira fijamente.- Tu hermano puede ser un puto niñito gilipollas que haya decidido vender toda esa mierda de golpe para el puto traficante más loco de Bradford, y por mí estaría de puta madre si le parten las piernas a ese jodido cabrón, pero no pienso dejar que te las partan a ti si no consigues venderlo todo, si saben que te había encargado a ti y tan solo sabiendo que estás involucrada, ¿lo entiendes?- ella expulsa fuertemente el aire por su nariz inflando sus fosas nasales, pero no dice nada. 

No me pidas que te ameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora