Libro 1/4
Cuando eres un Demonio eres rechazada por todos, incluso por tus padres...Oh mejor dicho, por los que creias que eran tus padres.
¿Qué pasa cuando te enteras de que vives en una mentira?
¿De que no solo un demonio vive en ti?
Lo único que...
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• Lana del Rey-BlueJeans •
Aún no he podido llegar a la manada, creo que me he perdido, mejor llamo a Abby...
—Hola... Abby, no me creerás lo que sucedió... —Tengo que encontrar una mentira para explicarle porque llegue tarde.
—Te Perdiste ¿verdad? —Dijo con voz neutra.
—Puede ser...
—Mándame la dirección en que te encuentras, mandaré a Axel...
— No es ne-
—dije que mandare a Axel, envía tu dirección.
— pero se ve que andas de malas, ya envió mi dirección.
Me subí a mi auto y me tomé la poción de la bruja Leonora para que ningún hombre lobo detectara mi olor de Demonio, puse música mientras comencé a cantar para no estar tan aburrida.
La posición ocultaba el olor de demonio dejándome como una humana, cuando supe que vendría me entere que la manada Blue Moon tienen la estúpida regla de "solo lobos en la manada" eso quiere decir que no aceptan brujas, demonios, ninfas o cualquier otra especie.
Subí el volumen y tararee la canción, la música era mi método de relajación y liberación, había canciones que lograban decir lo que yo no podía y eso me liberaba, por el contrario en el baile soy muy mala, Abby me ha intentado enseñar de distintas maneras pero no puedo, aunque yo le digo a ella que es porque es mala maestra.
Una hora después la lluvia empieza, señal de que la diosa luna está llorando, uno de sus hijos no se encuentra bien. Sonreí al recordar esa historia, mi padre siempre decía que cuando llovía era porque la diosa luna lloraba, que cuando los truenos y la lluvia aparecían era porque la diosa estaba enojada y si la luna se encontraba en su mayor esplendor era porque se encontraba feliz.
Abrí los ojos y vi dos motocicletas que se estacionaban adelante del auto. Cuando baje del auto mire a cada uno de ellos esperando que se quitaran los cascos de su cabeza, mire al primer conductor y él se quito el casco. El color de sus ojos eran gris, sus ojos encontraron los míos y en ese momento mi corazón comenzó a acelerarse muy rápido y mi cuerpo empezó a marearse que sentía que en cualquier momento podría caer.
Di un paso adelante y en ese momento el color gris de sus ojos cambio a ser celeste, retrocedí cuando este bajo de la moto dispuesto a caminar hacia mí pero se detuvo.
—me voy —dijo a su compañero y volvió a subir, arranco la moto y desapareció de mi vista ¿pero que había pasado?.
— Hola, yo soy Axel—Dijo el otro motociclista extendiéndome su mano en mí dirección, hice lo mismo y al tomarla sonrio — ¿Tú debes ser Elizabeth?
