Libro 1/4
Cuando eres un Demonio eres rechazada por todos, incluso por tus padres...Oh mejor dicho, por los que creias que eran tus padres.
¿Qué pasa cuando te enteras de que vives en una mentira?
¿De que no solo un demonio vive en ti?
Lo único que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•Kat Dahlia - I Think I'm Love•
Me sentía mejor con las palabras de Danasha, después de que cada una se disculpara desayunamos tranquilos y reíamos por cada tontería de Tyler.
— Tu celular está sonando—dijo Tyler que lo logro escuchar gracias a su buen oído.
Salí directo a mi habitación para contestarlo, esperaba que fuera April.
— ¿April?—pregunte al responder el teléfono.
—Eli... Te extrañamos...—dijo April al escucharme
—y yo a ustedes...
— ¿Cuándo volverás?— comenzó a reír— No...—Dijo entre risas—shhh... silencio—dijo silenciado a alguien.
—aún no lo sé pequeña pero intentare que sea pronto—conteste al escuchar que todo quedó en silencio.
— ¡No!—dijo entre risas y no entendía nada— le diré...
— ¿Hay alguien contigo?—pregunte.
La risa de April alegro mi día, su risa me hace saber que están bien, de que es mejor que este lejos de ellos.
—si...
— ¿y me dirás quién es?
— Yo quiero pero él no...—reí
—solo dame una pista de quien es, lo adivinare yo.
—está bien...—dijo riendo—es muy gracioso —dijo y el único gracioso en la manada es Axel, fue fácil.
—Es Axel—dije segura y ella comenzó a reír.
—No—dijo alargando la o—ahora se ha enojado por tu respuesta, y si lo enojas a él me enojas a mí—intento sonar dura pero su comportamiento me causo risa.
—Déjame adivinar de nuevo, dame otra pista.
—lo haré... no... veraz que ella si quiere...—volvió a hablarle a la persona que lo acompaña —es muy inteligente...—dijo y la verdad no conozco a alguien inteligente que no de la Abby en esa manada.
— ¿Chad?—ella comenzó a reír más fuerte.
—No, Chad no es inteligente...
—entonces dime de quien se trata.
—Es...—volvió a reír.
—¿April?
— ¡Es Maximiliano!—grito para que la escuchara y continuo riendo.
Sentí un cosquilleo en mí estomago y sonreí tanto que la boca me comenzara a doler.
— Ponlo al teléfono—dije sin darme cuenta de mis palabras.
