Libro 1/4
Cuando eres un Demonio eres rechazada por todos, incluso por tus padres...Oh mejor dicho, por los que creias que eran tus padres.
¿Qué pasa cuando te enteras de que vives en una mentira?
¿De que no solo un demonio vive en ti?
Lo único que...
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• Tylor Swift— safe and sound •
Me encontraba alterada, con miedo, desde pequeña le he tenido pánico al agua.
— ¡Elizabeth!—escuche el grito de Abby y recuerdos invadieron mi cabeza.
— ¿Porque estamos en este lugar?—pregunto Abby.
Cuando encontré el pequeño rió me gustó mucho, seguí a un hada y me guió hasta un rió que se encontraba en el bosque.
—Ven—le dije a Abby para que se sentara conmigo junto al rió, las pequeñas corriente del rió me salpicaban en la cara y yo reía con Abby, sin notarlo el tiempo paso volando.
—Ya está anocheciendo, Eli...y parece que va a llover...—dijo y sonreí de lado.
—el cielo se está nublando...—cante.
—Parece que va a llover—repitió tal y como va la letra.
— ¡Ay mamá me estoy mojando!—dije y comenzamos a reír.
—La luna es hermosa—dijo Abby viendo arriba y la apoye en eso.
La luna era perfecta, cuando la miraba sentía que me seguía y me observaba en donde quiera que estaba.
—ten—dijo Abby extendiéndome una carta—yo la hice— abrí la hoja que se encontraba doblada, cada una de las palabras era perfecta, la carta contenía palabras sinceras de amistad.
Para: Elizabeth De: Abby
Gracias por ser mi amiga Eli, porque te prometo que en las buenas y en las malas te apoyare así como tú me apoyaste. Me has enseñado que en la vida siempre es importante sonreír y que los problemas no son duraderos, gracias por estar a mi lado y ser mi amiga. Te quiero.
Att: Yin
Sus palabras me sacaron lágrimas de felicidad y una sonrisa, cuando nos conocimos éramos como Yin y Yang, blanco y negro. Ambas eramos distintas en algunas cosas pero eso nos complementaba y nos hacía mejores amigas.
—Ten esto también—dijo colocándome una pulsera con el negro, Yang, ella me mostró la suya que era Yin y las unimos, al hacerlo solté la carta que me dio.
— ¡Mi carta!—grite y me pare para poder atraparla, el viento la llevo al otro lado del rió, las corriente era muy fuerte y la lluvia estaba empezando, tenía miedo de que la carta que Abby me dio se mojada—iré por ella.
—Eli no...—dijo Abby pero no le hice caso, cruce el rió parándome en las piedras y llegue.
— ¡La tengo!—grite a Abby levantando la carta y enseñándosela, la cubrí y comencé a caminar de regreso pero una corriente paso cerca de donde pise y me resbale.
