Reina Demonio

||Una Demon ||

¿Has estado cerca de la muerte? Es una sensación magnifica para mí, lo único que sientes es paz y tranquilidad, no hay preocupaciones y tu mente no piensa en nada. Lo que me pasa ahora me convierte en un problema y no una persona. Ahora consideraba la muerte mi mejor opción. 

— ¿porqué...?—pregunté viendo mi reflejo en el espejo.

—Eli... Lo arreglaremos...

— ¿ella lo está logrando verdad? Por eso me ayudo, ella está saliendo. 

—Elizabeth...— Abril entro y al verme dejo caer la jarra de agua que traía—tus ojos...—dijo Abril mirándome al entrar en la puerta de la habitación donde me encontraba con Abby.

Miré mi mano, la marca había crecido. 

—Arlet lo está logrando...

Abril salió de la habitación rápido, mis ojos eran rojos, el color normal de mis ojos no volvía y solo conservaba el color rojizo, una lágrima salió de mi ojo derecho pero no era normal tampoco, era negra y no cristalina. 

—Esto tendrá una solución Eli, no estás sola—dijo Abby acercándose a mí.

—sabes cuál es la solución Abby

—esa no es una solución Elizabeth, no te mataría ni aunque mi vida estuviera en juego.

— ¡NO ES SOLO TU VIDA! Es la de todos, ella lo ha dicho...

—no sabemos aún quien es Arlet, Elizabeth, no sabemos que es capaz de hacer y no nos apresuremos a sacar conclusiones.

—Eli ponte estos— dijo Abril volviendo a entrar a la habitación, ella me extendiendo unos lentes de contacto del color de mis ojos.

Termine de colocármelos y la puerta se abrió de un golpe dejándome ver a Maximiliano, al verme se dirigió hacia mí y me abrazo.

—has despertado—susurro en mi odio mientras me abrazaba fuerte pero sin lastimar mi herida—pensé que no lo harías.

— Nos asustaste Liza, tres semanas dormida en esa cama es mucho—dijo Axel y sus palabras comenzaron a procesarse en mi cerebro.

— ¿Tres semanas?—pregunte asustada.

—quiero que todos salgan necesito hablar con Elizabeth—pidió Abril pero Maximiliano aún no me soltaba.

—Alfa le pido un tiempo con Elizabeth...—pidió Abril y yo lo separe lentamente de mí.

—Iré a tu despacho luego—dije y asintió saliendo de mi habitación. 

— ¿Ya ha despertado?—pregunte refiriéndome a Patrick.

—no Eli, pero quiero saber que te sucedió ¿Por qué Maximiliano te encontró en el bosque y no en mi hogar como se lo pedí a la muchacha que contesto el teléfono?

—me entere de mucho Abril. Mi abuelo es el alfa de la manada de los demonios.

—dime su nombre.

—Logan, Logan Demon...—sus ojos se abrieron de la impresión— llegue a la manada con la intención de encontrar a mi padre pero solo encontré verdades, mi padre es un no vivo controlado por Logan. Su reina mato a una niña inocente, cuando Arlet me mostró los recuerdos te vi a ti en ellos, la niña que tú llamabas hija fue tomada por su reina...—ella cerro los ojos y no los abrió hasta que proseguí—y yo tomare el lugar de ella, quieren que sea su reina. 

— ¿sabes el nombre de su reina? — preguntó abriendo los ojos y ocultando su dolor. 

—solo vi un fotografía, por más que intente saber su nombre no logre conseguir nada. 

—la primera demonio, nadie sabía su nombre...—puse atención a cada palabra que ella decía—la mujer que vistes en el recuerdo de Arlet no era yo—dijo tragando fuerte, y tuve el presentimiento de que mentía. — Ella... ella era una antepasada, yo era la niña, la reina de los demonios murió ese día, lograron salvarme y no necesitas saber más— dijo dura y pude escuchar la aceleración de su corazón en cada palabra, ella me mentía, se acercó a mí y tomo mis manos—mantente alejada de todo Elizabeth, de los demonios y de todo lo que no conozcas, se fuerte y no permitas que tu demonio te controle, tú tienes que tomar el control.

No dije nada y agache la cabeza ocultando mis lágrimas, me dolía que me mintiera, ella aún no sabía que podía escuchar mejor, Arlet no solo cambio el color de mis ojos sino también me ayudo a mejorar mis sentidos. 

—Me mantendré alejada de todo...—dije para que estuviera tranquila. No lo haría, no me podría alejar de algo que estaba en mí. 

No sé cómo sentirme ahora, en quien confiar, Abril me ha mentido pero ¿Por qué? ¿Porque teme que sepa parte de ella?, ella sabe todo de mí. Me metí al baño para tomar una ducha, el agua goteaba de mi cabello, trace cada línea que se encontraba en mi brazo, la marca de Arlet.

Me sentía desesperada solo quiero tener una vida normal, una como la de Abby.

Tome la toalla y comencé a secarme, odiaba ver esas marcas en mí, me recuerdan al día que mate a una persona, si es que así podía ser mencionado el bastardo. 

Talle aún más fuerte la marca y podía sentir un pequeño dolor.

Tome un cuchillo y lo pase por mi brazo justo en la marca, lo pase cortándome la piel e intentando quitar la marca.

Lágrimas comenzaron a caer en la herida y cada vez que hacia un corte en la marca sanaba demasiado rápido.

— ¡MALDICIÓN!—grite y limpie mis lágrimas.

Abby cree que exagero al decir que todos morirán por mi culpa pero no es así, yo lo soñé, todas las especies mataran por encontrarme. Todos dicen que los sueños se hacen realidad y eso es lo que me asusta, porque las pesadillas también son sueños. Todos pensamos en lo que pasara mañana sin saber que el hoy también es importante, y hoy era importante para mí. 

No entiendo porque soy importante para los demonios ¿porque yo tengo que ser su reina y no Eduardo o Logan?

La herida que Logan hizo me hizo sanaban rápido gracias a Abril, aún no sé qué paso con Danasha y Tylerx pero espero que estén bien, logre ayudar a alguien, ayude a Danasha y estoy feliz por eso.

Mi cabello se encontraba más largo de lo que recuerdo, no me encontraba en la habitación que Maximiliano me había dado, esta era más grande y era hermosa, revise el armario y la ropa era aún mejor, la ropa que usaba antes era para intentar verme como una chica normal pero no lo soy.

Tome algunas prendas del armario y me coloque una chaqueta para ocultar la marca. 

Esta soy yo, no soy normal, soy una Demon, soy mitad demonio mitad humana, no lo negare más.