||La mujer de los recuerdos ||

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•Maia Reficco-Make It Home

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Desperté un poco más tranquila y vi a los dos sentados al lado mío, al ver a Danasha y su cuello el cual se encontraba rojo me aleje de ella con miedo.

— Yo...yo lo lamento, Danasha—dije y ella le restó importancia.

—te drogaron Elizabeth, no fue tu culpa, al parecer al traerte te drogaron.

—tenemos que sacarte de este lugar —dijo Tyler levantándose de mi cama.

—no me iré, no aún, no sola — dije observándolos. —ustedes tienen que venir conmigo. 

—Tienes que irte o nunca podrás hacerlo Elizabeth— dijo Danasha.

—no lo haré Danasha

—Elizabeth, tú no tienes ni idea de lo que es vivir aquí, tu abuelo quiere que reines y estoy segura de que tú no quieres eso, tu abuelo ha proclamado a toda la manada que en cinco días harán tu ceremonia para que pertenezcan a esta manada.

—Él no es mi abuelo, y solo necesito cuatro días para hacer lo que tengo planeado—ambos se miraron confundidos.

No pensaba rendirme, haría todo lo posible para recuperar al demonio de Danasha.

— ¿Por qué no te has ido de aquí Tyler?— le pregunte.

—no puedo, he intentado irme pero me encontrarían, además no puedo dejar a Danasha sola.

Me levante y abrí la puerta—Necesito pensar —dije y ellos comprendieron dejándome sola.

Me recosté en la cama pensando en lo que haría para recuperar el demonio de Danasha.

Cada miembro de esta manada es diferente y de eso me di cuenta al llegar, si Tyler tiene miedo de escapar y que lo encuentren lo puedo ayudar, puedo ocultar su esencia.

---

Desperté por el sonido de la lluvia, me acerque al balcón y vi que todas la personas entrenaban. Danasha y Tyler se encontraban luchando juntos. Me vestí para poder ir con ellos, baje las enormes pero enormes escaleras y me dirigí así donde se encontraban ellos conversando.

—Ella aún no lo debe saber...—dijo Danasha.

— ¿Saber qué?— pregunte.

Los dos se tensaron al oír mi voz.

—Ahh... Nosotros...—dijo Tyler asustado.

—no es nada Elizabeth ¿quieres entrenar?—preguntó Danasha y acepte gustosa. Ella era demasiado ágil al igual que yo y eso me agradaba.

Nunca pensé llevarme bien con alguien tan distinta a mí, aunque ella y Abby son algo parecidas en su actitud.

Me canse de entrenar y entre al castillo, escuche unos murmullos que venían de una de las tantas habitaciones, la seguí y ahí encontré a mi padre conversando con mi tío.

—No sé cómo fue que encontró este lugar...—dijo mi padre a mi tío.

—no puedes hacer nada más, hermano, ella tiene que tomar su lugar como reina de la manada.

— ¡YO ERA QUIEN TENIA QUE SER EL REY DE LA MANADA NO ELLA!—grito mi padre, estaba segura de que hablaban de mí.

—no puedes hacer nada, solo tranquilízate.

— ¡es una maldita! No entiendo porque mi padre me la entrego a mí, estuve fingiendo toda la vida, toda la maldita vida, odio a esa niña—sus palabras dolían, no aguante escuchar más y salí corriendo hacia el bosque.

Tropecé con varias ramas pero no pare, llegue a un lugar muy alejado de la manada y subí a la copa de un árbol.

Aún no entiendo porque se comporta de esa manera, él siempre fue cariñoso conmigo y ahora se comporta como si fuera mi enemigo.

Baje de la copa del árbol y regrese desanimada a la manada, al entrar lo primero que hice fue buscarlo, al encontrarlo le dije que necesitaba hablar con él.

—¿Que quieres Elizabeth?.—pregunto mi padre.

— ¿Qué te sucede padre? ¿Por qué te comportas de esa manera conmigo?—dije cada palabra demostrando el dolor que sentía. 

—no entiendo cómo has llegado aquí, Elizabeth...

—estas distinto padre...—dije alejándome de él.

— ¡NO SOY TU PADRE !—grito y lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

— ¿Qué...que dices?

—que eres una maldita huérfana, y ahora me estas quitando lo que me pertenece. Te arrepentirás de haber llegado a este lugar, yo no me encargare de eso, lo harás tu misma.

Lloré sin parar por un largo tiempo en mi habitación, él dijo esas palabras por enojo... Yo si soy su hija... yo si lo soy.

Lavé mi cara para limpiar las lágrimas y decidí dormir, no quería pensar en nada.

Tocaron la puerta de mi habitación y abrí. Al ver que se trataba de Danasha la deje pasar y le conté lo que sucedió con mi padre.

— ¿porque no le crees?— preguntó Danasha levantándose y dando vueltas en mi habitación.

—no quiero creerlo, si lo creyera sería aceptar de que viví en una mentira, de que mi vida no fue perfecta.

— ¿Por qué hay una cortina arriba de tu cama?- preguntó Danasha acercándose a ella.

—No lo sé—dije, desde que llegue una cortina roja cubría una especie de cuadro.

— ¿Cómo que no lo sabes?

Me acerque con ella, Danasha tomo la cortina jalándola y rompiéndola en dos. En el cuadro solo se podía notar la mitad del rostro de la mujer por la cortina pero sin embargo sus ojos se me hacían conocidos. Danasha quito el resto de cortina que cubría el cuadro.

Mis ojos se abrieron al ver el cuadro...

La mujer... La misma mujer de los recuerdos de Arlet se encontraba en el cuadro y en el trono que se encontraba Logan.

Era la misma mujer que vi en los recuerdos, piel blanca, cabello negro, labios rojos y su mirada, llevaba un vestido rojo y se veía poderosa y no débil como en los recuerdos.

— ¿Elizabeth que te pasa? —preguntó Danasha acercándose a mí y sosteniéndome los hombros.

— ¿Qui...quien es ella?—pregunte con miedo.

—ella es la primera demonio que existió en la tierra, al parecer esta era su habitación

— ¿Cuál es su nombre?

—no lo sé Elizabeth, el alfa nunca lo menciono, al parecer solo la familia del alfa lo sabe.

— ¿Tyler es uno?

—no, él no.

— ¿porque estoy en su habitación?

—es muy claro Elizabeth, tomaras su lugar, serás la reina de todos los demonios si no sales de este lugar y huyes.

—no puedo aún Danasha...

—Has estado en este lugar por un día Elizabeth, te doy mi ayuda para que escapes y te olvides de este lugar...—dijo tomando mis manos —no desperdicies la oportunidad de escapar, yo desearía tener una—salió de mi habitación.

Tiene razón, tengo que salir de este lugar lo más pronto posible pero no me iré sola, no saldré de aquí sin ellos.

Reina DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora