Libro 1/4
Cuando eres un Demonio eres rechazada por todos, incluso por tus padres...Oh mejor dicho, por los que creias que eran tus padres.
¿Qué pasa cuando te enteras de que vives en una mentira?
¿De que no solo un demonio vive en ti?
Lo único que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•Halsey - Castle•
Dejo de ver a mí padre para observarme a mi, su sorpresa fue evidente y su expresión cambio dejando ver una sonrisa. Su sonrisa me transmitió miedo, desconfianza y unas enormes ganas de correr.
—cariño...—dijo extendiéndome su mano para ayudarme, lo observe y me levante yo sola limpiando mi ropa. Él aparto la mano y oculto su enojo ante mi desprecio— por fin conozco a mi
querida nieta... Elizabeth Demon.
—Elizabeth, soy Elizabeth Parks.
—no cariño eres una, Demon. Eres mi nieta y ahora futura reina.
—Padre déjala...—dijo mi padre acercándose a mí. Sus ojos en ningún momento me observaron.
—es mi nieta y quiero conocerla, así que largo— ordenó con voz de alfa. Mi padre dudo en irse pero lo hizo.
— jamas vuelvas a hablarle de esa manera—dije enojada y el río.
Se acercó a mí y susurro en mi oído.
—aún tienes mucho que aprender antes de darme una orden, Elizabeth Demon.
Se alejó de mí.
—mi nombre es Logan, y soy el alfa. Tras tu repentina llegada es necesario que conozcas la manada, así que sígueme.
Me enseño todas las habitaciones, cada una tenía un uso diferente pero no quise memorizar ninguna.
—aquí es la sala de entrenamiento— dijo y me enseño una enorme habitación donde se encontraban las personas de la manada entrenando, vi a mi padre que luchaba con mi tío y también vi al hombre al cual intente matar.
—puedes acabar con el cuándo quieras Eli—dijo mi ¿abuelo? no, es el alfa.
No dije nada y seguimos caminando, llegamos a una habitación con unas velas alrededor.
— ¿Qué hay en esa habitación?—pregunte al ver que no me la presento.
—ahí están los demonios de algunas personas de la manada— dijo restándole importancia—ese poder de ellos es para nuestra reina—dijo y me observo— ese poder es para ti.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, sus palabras me atemorizaban.
—no ahora Elizabeth pero si muy pronto.—siguió caminado y lo seguí.
Lo que menos quería era estar en ese lugar y tener el poder de los demonios de los demás, tal vez el demonio de Danasha sigue en este lugar y pueda recuperarlo.
—Esta es tu habitación— abrió las enormes puertas, al verlo me sorprendió tanto, era más enorme que la sala de entrenamiento, entre y vi que había un balcón, me acerque a él y pude ver toda la manada desde este lugar.
