•Dynasty- Miia•
La soledad es algo que da lástima ver en una persona, hasta en tu peor enemiga, lo he experimentado.
Thor está a mi lado, siempre que estoy sola él aparece brindándome su compañía, solo espero que cuando deje de ocultar mi olor de demonio no se aparte.
Me levante dirigiéndome a la mansión, a esta hora ya todos tuvieron que a ver terminado de cenar. Entre y todo se encontraba vació.
Subí a mi habitación y me cambie de ropa para ver lo que pasaría con Connor.
Tome la capa que Axel me dio para poder ocultar mi mano en ella, la marca había llegado hasta mi hombro, lo único que esperaba ahora era que no se extendiera
Cuando salí de la mansión todos me esperaban, quería que ni Patrick, Abril y Abby me vieran pero eran parte de la manada así que tenían que estar presente.
Volví a ver a cada uno e imagine que ninguno estaba, camine segura y sin mirar atrás. Los únicas que saben que fue lo que Connor me hizo es Abby y Abril y ninguna ha contado nada.
Llegamos al centro de la manada y todos se encontraban reunidos, Connor se encontraba atado del pie para que no escapara.
Verlo tan herido y mal provoco lastima en mí pero ese pensamiento se fue al recordar lo que me hizo.
—Nunca tengan piedad de un monstruo...—dije para que todos me escucharan.
—¿Quién lo ha dañado tanto?—preguntó asustado Patrick, no quería que supiera que fui yo quien lo torturo pero la verdad no se puede ocultar.
—Fui yo—respondí.
Todos en la manada observaban al alfa, al beta, a la mate del beta, y a la futura luna.
—Manada Blue Moon, estamos aquí para decidir el castigo o la muerte del rogue—dijo y todos le colocaban atención.
Las personas comenzaron a gritar lo que quería que le hicieran.
—¡MATENLO!
—¡QUÉMENLO!
—¡HAY QUE DARLE OTRA OPORTUNIDAD!
Cada persona opinaba de diferente manera, yo quería que sufriera y muerto no lo haría.
—¡BASTA!—grito Maximiliano y todos callaron— ¡tomaremos la decisión con el beta, su mate y nuestra luna!—dijo refiriéndose a Brenda.
Quise acercarme a ellos y pedirles que me permitieran seguir torturándolo pero Brenda se interpuso en mi camino.
—aléjate de aquí, no eres nada para decidir que se hará con el rogue.
—Sal de mi camino...—dije entre dientes pero no lo hizo, tomo mi brazo llevándome lejos de ellos pero lo quite de mi brazo.
Me aleje de ella, no la dañaría a ella, no aún, quería que quien sufriera hoy fuera Connor.
Cuando decidieron lo que harían con el rogue volvieron a estar al frente de todo la manada.
—Hemos decidido...—comenzó a hablar Maximiliano pero Brenda lo interrumpió. Volví a esconderme entre la multitud, al menos esperaba que el castigo que le dieran fuera doloroso.
—hemos decidido que su castigo será permanecer en los calabozos...—sonrió y algunos no entendía porque el castigo era tan piadoso para él—después de todo su delito no es tan grave... Él rogue ha abusado de una de nuestras integrantes de la manada, sé que merece la muerte pero...—Maximiliano la tomo del brazo, mi corazón latía demasiado rápido y los murmullos de las personas crecían.
—¿A qué se refiere luna?—preguntó una mujer asustada.
Brenda se deshizo del agarre de Maximiliano y sonrió mirándome.
—El rogue se aprovechó de nuestra Elizabeth...—todos me observaban con asombro y lastima— cuando la pequeña tenía solo trece años de edad y a sus padres no les importaba lo que pasara con ella...—Maximiliano la tomo del brazo bruscamente y la hizo retroceder.
Las personas dirigieron su mirada hacia mí mientras yo observaba a mis conocidos, el asombro en sus miradas era grande, mire a Maximiliano pero su mirada no era clara para mí.
—¿Te has divertido?—pregunte a Brenda.
—Bastante...—cada palabra que salía de su boca era veneno para mí.
Saque el cuchillo que tenía y me acerque al rogue.
Me agache a su altura.
—Déjame por favor...—pidió, su voz era débil por cortar un pequeño trozo de su lengua.
—eso te pedía yo...—lagrimas salieron de mis ojos, pensé que sería valiente y no dejaría que salieran pero no— te pedí que me dejaras, pero me dañaste...
—tienes razón... Merezco esto... pero déjame ayudarte un poco, no dejes que lleguen a ti antes de la luna sangrienta, sino dije quien eras fue porque... Él me lo prohibió, él está jugando contigo.
Prepare el cuchillo, no sé porque lloraba, no podía matarlo, me hizo daño pero no podía, quería pero no podía.
Apreté más fuerte el cuchillo.
Vi a Abby la cual se encontraba igual que yo pero Axel la apoyaba, ¿ y a mí...? ¿Quién me apoya? Quien estará para mí cuando me esté cayendo, quien me ayudara a levantarme. La respuesta era clara, yo era la única que estaba para mí.
—Tú mereces morir... pero yo merezco vivir en un mundo lleno de dolor, la luna no alumbrara mi oscuridad hoy...—solté el cuchillo. Mire hacia donde estaban Maximiliano y retrocedí, cuando el aparto su mirada de la mía salir corriendo.
—Merezco dolor...—me repetía una y otra vez.
Llegue al acantilado la vida y empece a llorar, ya estaba cansada de llorar pero no podía soportarlo. Seamos honestos, en cada lágrimas solo demostraba lo débil que era por dentro, pero mi situación no era la mejor, yo ya no sabia quien era, que hacia aquí, porque duele tanto, porque me lastiman.
No puedo vivir en paz en ningún momento, con Arlet dentro de mí esto es una pesadilla, no sé cómo es que soy demonio pero no me interesa averiguarlo.
El viendo se hizo presente secando mi rostro de las lagrimas, todos tenemos pensamientos que queremos que desaparezcan de nuestras mentes, recuerdos que queremos olvidar, que lo único que hace en nuestra cabeza es dañarnos.
Arlet es como un pensamiento, la quiero olvidar y desaparecer pero para que ella lo haga lo tengo que hacer yo.
Me acerque más al acantilado y me voltee, el ruido de alguien acercándose me alerto, no dejaría que nadie me detuviera esta vez, encontré la fuerza necesaria para hacerlo y nadie detendrá lo inevitable.
Cerré mis ojos y me deje caer...
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
Si les ha gustado este capítulo agradecería que votaran y comentaran. ¡Gracias por leer!
ESTÁS LEYENDO
Reina Demonio
WilkołakiLibro 1/4 Cuando eres un Demonio eres rechazada por todos, incluso por tus padres...Oh mejor dicho, por los que creias que eran tus padres. ¿Qué pasa cuando te enteras de que vives en una mentira? ¿De que no solo un demonio vive en ti? Lo único que...