||Hijo de la luna||

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•The Chainsmokers - Don't Let Me Down •

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•The Chainsmokers - Don't Let Me Down

La felicidad me invadía, decidí no pensar en nada de lo que Elena dijo, por ahora. 

Me bañe y cambien, esta vez no quería ir vestida como siempre. Me coloque un vestido blanco de mangas largas, con decoraciones floreadas en el ruedo y unas ballerinas blancas. Hice dos pequeñas trenzas de cada lado de mi cabello y los amarres haciendo una pequeña diadema para después dejar el resto de mi cabello suelto. 

Me observe en el espejo y me miraba diferente. Siempre me veo como si matara a todo el mundo, la maldad se ve en mí, pero ahora... me miraba como una chica con vida normal, alguien que amaba la vida.

Baje las escaleras y él se encontraba esperándome, él también se miraba diferente, la mayoría de veces utilizaba ropa formal y ahora se encontraba con unos pantalones vaqueros, y una camisa de cuadros la cual doblo las mangas.

Al verlo le sonreí y él hizo lo mismo, en sus manos llevada una canasta.

—¿A dónde iremos?—pregunte entusiasmada.

—A un lugar especial—dijo tomándome la mano, sentí una corriente recorrer mi cuerpo, estas emociones solo las sentía por él y por nadie más, hasta en mí estomago podía sentir esas cosquillitas que todos describen. 

Salimos de la mansión y no pude encontrar a Thor, al parecer los mellizos se lo llevaron con ellos.

— ¿Y Brenda?—pregunte, odie mi pregunta pero tenía que sabes que es lo que paso con la peste.

— ¿Desde cuándo preguntas por ella?—preguntó alzando una ceja.

—Desde que será nuestra luna—dije y cada palabra dolía, la verdad duele.

—No hablemos de ella Elizabeth...—ordeno y asentí.

Llegamos a un lugar, el sol alumbraba y las mariposas volaban. Rodeado de árboles un hermoso lugar en donde nos sentamos a colocar la manta y a sacar la comida.

—esto es hermoso, gracias por traerme...—dije feliz y él sonrió.

—no quería estar solo y tampoco quería que tú lo estuvieras.

Me levante y una pequeña mariposa se colocó en mi cabeza, moví la cabeza pero no se retiraba. Comencé a girar y dar vueltas, me sentía feliz, era como volver hacer esa niña pequeña que fui, cuando vivía engañada, ahora no me importaba, lo único que quería era que todo fuera como antes.

Pare y la mariposa ya no se encontraba, Maximiliano me observaba feliz, era agradable estar con él.

— ¿Se ha ido?—preguntó refiriéndose a la mariposa.

—Si—dije y me senté junto a el—pensé que iríamos con los demás.

—no, quería estar lejos de todo y de todos—dijo y me sentí mal, tal vez quería estar solo y yo estorbaba aquí, él también sintió lastima por mí.

—Si quieres estar solo ¿Por qué me trajiste contigo?—pregunte.

—no quería que estuvieras sola.

— ¿me trajiste por lástima?—pregunte viendo a la nada.

—yo... no lo sé...

—me trajiste por lastima...—repetía las palabras, me levante y comencé a caminar alejándome de él. Tal vez suelo ser un poco dramática pero solo imaginar que me trajo por lástima hace que esas mariposas que hacen cosquillas a mí estomago formen un nudo que me llena de molestia. 

Maximiliano se levantó y sostuvo mi brazo.

— ¿Adónde vas?

—lejos de aquí, me trajiste por lástima, todos están conmigo por lástima—dije y quite su mano de mi brazo.

—Elizabeth no...—Dijo y volvió a tomar mi brazo—te traje porque quiero estar contigo...—cada palabra era sincera, nos encontrábamos demasiado cerca, quería besarlo, lo deseaba pero no quería que me rechazada.

Me separe de él y me volvió a sentar, cada uno tomo un sándwich.

— ¿Y... cuéntame algo de ti?—dije intentando sacar un tema de conversación.

— ¿Cómo qué?

— ¿Cuántos años tienes?—pregunte.

—Tengo mil años, soy muy viejo...—dijo y reí, si él tiene mil años, sus antepasados tendrán unos dos mil.

— ¿Por qué no estas con tu familia?— él rió ante mi comentario. 

—Elizabeth ¿sabes quién soy?—preguntó.

—sí, eres el alfa de la manada Blue Moon.

— ¿Solo eso sabes?—preguntó y asentí—soy el alfa de la manada más poderosa no solo del país, sino del mundo entero, pero eso no debe a mi poder, se debe porque soy el verdadero hijo de la luna, el primer hombre lobo que existió en el mundo.

—Tu eres un primero...—dije, no podía creerlo, pensé que él era alguien de la quinta o cuarta generación, nunca pensé que fuera el verdadero hijo de la luna. Aún no tiene mate, Brenda no lo es, pero... ¿Cómo es que aún no ha encontrado a su mate?

—sí, mi madre es la diosa luna.

— ¿Puedo saber tu historia?—pregunte y asintió.

—como sabes mi especie antes no existía, mi familia no era la mejor, mi padre siempre golpea a mi madre, cada noche no podía dormir por miedo de que me golpeada como lo había intentado hacer. Siempre observaba la luna, pedía que todo se acabara, poder salir del sufrimiento.... Mi madre me abandono...—la tristeza se reflejaba en sus ojos, no podía creer que el haya sufrido tanto como yo— me dejo con el loco de mi padre, quise huir también, espere que llegara la noche y salí, mi padre se dio cuenta y me siguió—se quedó pensando—sabes... Los lobos tienen la costumbre de aullar a la luna cuando está en todo su resplandor. Cuando mi padre me entro me asesino disparándome—lágrimas salían de sus ojos—la bala era de plata, me dejo tirado en el bosque y huyo. Un lobo llego hasta mí y aulló a la luna, su luz llego a mi cuerpo. Pude levantarme y llegue a un rió, vi mi reflejo y era diferente, soñé muchas veces con ella, me explicaba que era lo que tenía que hacer para ayudar a las personas, crear lo que ahora es mi manada, cada hombre y mujer que vive en la manada son transformados o hijos de las personas que transforme...

Me acerque a él y limpie el resto de sus lágrimas y sin pensarlo dos veces lo abrace. Siempre imagine que yo era la única persona que sufría, creyendo que el sufrimiento era solo mío, que los demás vivían felices.

Me equivoque...

Todos sufrimos, sufrir es parte de la vida, no hay que esperar una vida color de rosa porque no llegara. Creemos que el mundo gira entorno a nosotros pero no es así. Mientras tú piensas que tu vida es miserable la de otra persona es aún peor.

Me aleje de Maximiliano lentamente, él aún tenía sus brazos envueltos en mi cintura y si lo tenía cerca no podría controlarme.

—lo siento...—dije y sin pensarlo lo bese.

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😱😅Que les parece... Elizabeth tiene mas agallas que Maximiliano...

Espero les haya gustado este capítulo y si así fue agradecería que votaran y comentaran.... ⭐💬

Reina DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora