• Sia-Angel Bby the wingas •
Era incapaz de procesar esas palabras... Por mi culpa está en coma, la que tenía que recibir la flecha era yo, no él.
Quería correr y esconderme tal y como lo hacía cuando era pequeña pero mi pie estaba lastimado y ya no soy una niña.
—Quiero verlo —dije.
—Eli... Pequeña... —dijo Abril acunando mi rostro en sus manos—no quiero que lo veas, sé que no estás bien, no quiero que llores más, a él no le gustaría.
—quiero verlo Abril... Por favor —dije empezando a llorar en silencio.
Abril me abrazo como la haría una madre a su hija.
—Vamos— dijo Maximiliano extendiéndome su mano para que la tomara— te llevare a verlo.
Me separe de Abril y Maximiliano me ayudo a caminar, cuando llegamos a la habitación entre lo más rápido posible.
Patrick se encontraba con una venda en el abdomen manchado de sangre y con un tubo que pasaba sangre a su cuerpo.
Él se miraba débil... Casi muerto...
— ¿por... Por qué esta así?—pregunte sin poder evitar llorar.
—la flecha era de plata, es normal Elizabeth.
—Déjame sola con él —pedí y vi que lo dudo pero salió.
Cuando salió de la habitación me acerque a él y llore aún más fuerte.
Cada vez su piel era más pálida, sin color, sin vida
— No lo tuviste que hacer ¿Por qué te interpusiste?—solloce. Empece a sentir un olor fuerte, como si fuera...
Me sentía más furiosa. Le quite el tubo que pasaba la sangre y tome la bolsa y la olí.
—Ya me has salvado muchas veces... —dije y salí de la habitación con la bolsa de sangre, cuando me vieron se levantaron de sus lugares para ayudarme pero levante la mano indicándoles que no necesitaba su ayuda.
— ¡¿POR QUE?!—Le grite a Maximiliano— ¡¿QUE TE HA HECHO ÉL?!—preguntaba con rabia y miedo que Arlet volviera a tomar el control.
—Elizabeth ¿Qué pasa? Tienes que calmarte— dijo Abril intentando tranquilizarme.
—No entiendo de que hablas—dijo Maximiliano parándose.
—La sangre... —hable entre dientes— la sangre que pasa por su cuerpo... Lo han hecho apropósito...
—No entiendo de que hablas—repitió y le lance la bolsa y él la tomo, abrió más la bolsa y al olerla me observo con sorpresa— sangre de cuervo...—dijo para sí mismo.
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Reina Demonio
WerewolfLibro 1/4 Cuando eres un Demonio eres rechazada por todos, incluso por tus padres...Oh mejor dicho, por los que creias que eran tus padres. ¿Qué pasa cuando te enteras de que vives en una mentira? ¿De que no solo un demonio vive en ti? Lo único que...