Trabajo Manual

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¿Cuál era el problema con todos? ¿Por qué nadie podía entender la ley básica de la naturaleza? O estabas con la manada o estabas en contra de ella. Era lo mismo con las pandillas.

A Frederick le molestaba mucho que nadie hiciera el mínimo esfuerzo en entender su punto de vista. Él lo sabía. Sabía que Alba era una suerte de doble agente, fingiendo ser sordomuda, para en algún momento, tras ganarse la confianza de Aren y del equipo, coordinar un ataque que acabará con Los Dragones De Berlín.

Fue una decisión sumamente lógica. Es lo que hubiera hecho cualquiera en su lugar, si se preocuparan realmente por la pandilla.

-Aren es un grandísimo tonto- murmuró-. La manada está mucho mejor sin él.

Se sentía más fuerte diciéndolo. Pero en el fondo, no estaba tan seguro de si tenía razón o no. Había pasado unas semanas desde que renunció. Tras eso, Los Dragones De Berlín no tuvieron mucha acción.

Aren, sin tener en cuenta todos los años de trabajo con Fred, ni siquiera tuvo la cara para decírselo en persona. No. Tuvo que agarrar un pedazo de papel y escribirle que dejaba la pandilla para siempre. Y encima que no lo buscara.

"Hmph. Como si lo fuera a hacer- pensó orgullosamente".

La relación se había acabado y, pasara lo que pasara, Frederick no estaba ni un poco interesado en saber dónde se hallaba su ex-compañero.

...

Tal vez... estuviera interesado. Pero solo un poco.

Ahora, para distraer la mente, saldría con una pequeña tropa y con los perros a cazar algunos miembros de pandillas rivales.

Por otra parte, tras el incidente de Alba, a los perros también se los notaba diferentes. No tanto a Valkiria o a Zeus, sino a Winona. Ella se hallaba muy decaída desde que Aren se fue. O desde que mató a Alba. Nadie podía saber cuándo empezó.

-¡Winona!- aulló Frederick-. ¡Arriba, vamos!

La perra de Aren solamente levantó la mirada para ubicar a quien perturbaba su sueño. Al ver que no era su dueño, volvió a recostarse en el suelo, con los ojos llenos de desilusión.

No había nada que hacer, Winona no obedecería. Tal vez si Aren estuviera... pero Aren ya no era necesario para la pandilla. No según Frederick. Al final, se llevó solamente a Valkiria y a Zeus, y a un par de miembros menores de la pandilla.

Recorrió gran parte de los barrios bajos de la ciudad, cazando a algún que otro "enemigo" de menor tamaño. En general, se encontró con pocos. Un par que se negaron a hablar y terminaron como juguete para perros. Y unos pocos más que fueron más inteligentes y prefirieron soltar información.

Para la cantidad de tipos con la que se encontraron, Frederick y los demás pudieron conseguir buena información sobre pandillas como los "Red Gun Birds" o los "Baxter's United". Ahora, solo faltaba idear un plan para tirar abajo a alguna de esas dos bandas.

El problema era que Los Dragones de Berlín habían perdido a su más reciente incorporación, el nuevo Master Mind, es decir, Alexei. Nadie podía culparlo. Era su primera misión y le tocó ver morir a una compañera a manos de los propios perros de la pandilla, por orden de su hermano mayor.

Frederick entendía cómo se sentía, tras todo lo que le pasó. Él también pensó en Katrina cuando Alba murió. Pero no pudo evitar sentirse devastado cuando le dijo que ya no quería ni vivir en el mismo que techo que él, y que se iba con Suga.

Una cosa era que abandonara una pandilla en la que estuvo un día, pero abandonar a su hermano que estuvo con él toda su vida... Era demasiado.

Como sea, se las podía arreglar sin un Master Mind también. El mismo Fredercik podía pensar en un plan para matar a dos pájaros de un tiro. Aunque ponerse a pensar le resultara muy aburrido.

-Mejor voy a buscar a algún Master Mind por ahí- dijo hablando consigo mismo-. Tal vez Ronin, o algún otro...

Caminó hacia donde se hallaban otros miembros de la pandilla que, casualmente, estaban bailando con la música a todo volumen.

-¡EY! ¡MANGA DE INÚTILES!- vociferó ante la cantidad de gritos y alaridos que surgían del lugar. Todos hicieron silencio y apagaron la música. Frederick se aclaró la garganta-. ¿Dónde se encuentra Ronin? Debo hablar con él. O si no, con alguien que se sienta capacitado y dispuesto a ser juzgado para ver si es apto o no para el título "Master Mind". Él que este dispuesto a un mejor reconocimiento y más poder que hable ahora.

Nadie habló.

-¿Nadie? Qué decepción- se fue por donde entró. Al cabo de unos segundos, un miembro con buena musculatura, pero poca calma se le acercó corriendo, llamándolo.

-Señor Frederick, acabo de recordar algo terrible- informó el miembro, de nombre Maxwell.

-¿Qué cosa?

-Antes de decirle, debe prometerme que no se desquitará conmigo.

-¿Estás relacionado con lo que pasó?- Frederick se estaba impacientando.

-No, señor.

-Entonces habla.

Max miró hacia otro lado, suspiró, e hizo contacto visual con Frederick.

-Señor... encontraron el cuerpo muerto de Ronin hace seis horas. Estaba flotando en el Río Cid.

-¿Cómo has dicho?

AlexeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora