Comienza la casería

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-Le dije- repitió Max pausadamente-... que Ronin... fue hallado muerto... en el Río Cid... hace seis horas.

-¿Y por qué no me lo has dicho antes?- reprochó Frederick en una especie de grito.

-Todos creíamos que ya sabía señor- respondió Maxwell con la mirada decidida.

Frederick intentó tomarlo del cuello de la remera, pero Max esquivó ese brazo y lo tomó con sus dos manos.

-Señor, por favor- suplicó el chico, oponiendo resistencia-. Este no es momento para pelear entre nosotros. Creo que un miembro de la pandilla está tramando algo oscuro.

Entonces, Frederick dejó de hacer fuerza y observó al joven que tenía delante. Maxwell se hacía llamar. Tenía tintes blancos en su cabellera oscura, y una musculatura que, si la entrenaba con dedicación durante un buen tiempo, podría estar a la par de la de Frederick. Además, se veía como un sujeto que pensaba las cosas antes de hablar. Sin duda, un miembro a tener en cuenta. Para bien o para mal.

Parecía además, ser un sujeto de bastantes recursos económicos. Su vestimenta lo delataba. Hacía poco estuvo conviviendo con sus compañeros pandilleros, con ropas hechas con la mejor calidad de tela, accesorios de oro y plata, y relojes de marcas muy caras.

-Yo también sospechaba que alguien estaba tramando algo oscuro- confesó Frederick-. Pero no te preocupes, Maximiliano- le dio una palmada en el hombro-. Me encargué de esa intrusa hace unas semanas- refiriéndose a Alba.

-Maxwell, señor- corrigió-. Pero, señor, no creo que estemos hablando del mismo intruso. Piénselo, desde el atraco al banco las cosas estuvieron algo diferentes en la pandilla. Tengo la corazonada de que alguien externo a nosotros está interesado en los miembros que protagonizaron el robo al banco.

Frederick se quedó pensando, asimilando la información. Podía ser posible que además de la novia de Aren, hubiese otro informante en la pandilla. Pero quién...

-Max, necesito obtener el cuerpo de Ronin para que un contacto (de Aren) lo examine. Tal vez nos de alguna pista sobre el posible informante. Es más, con suerte, tal vez haya sido el mismo informante el que lo mató.

Eso sería demasiada coincidencia, pero también sería una suerte. Le ahorraría a Los Dragones De Berlín mucho trabajo de investigación. Por otra parte, ya era preocupante que haya un informante, de procedencia desconocida, metido en la pandilla.

-No lo sé, señor. Eso me parece muy poco probable. Por otra parte, creo que el jefe del supuesto informante, como había dicho antes, tiene un interés particular por los miembros que trabajaron en el atraco al banco.

-Te veo muy convencido con ese punto...

-Porque además de la muerte de Ronin, desde hace varios días que Dämmerung está desaparecido y sin reportarse. Señor, no lo sé, pero tengo un mal presentimiento...

Frederick levantó el dedo índice, haciendo señal para que se callase. Se dio media vuelta y comenzó a acariciarse la barbilla.

"¿Para quién trabajabas, Alba?- se preguntó-. ¿Era todo esto parte de tu plan, o solo fue conveniente para tu jefe? ¿Y por qué no recuerdo haber visto antes a Maxwell? Hay algo extraño aquí...".

-Muy bien, Marx. Descansa por ahora. Yo tengo... un contacto que me ayudará a manejar mejor la situación.

-Que soy Maxwell, señor- corrigió nuevamente, haciendo un esfuerzo por no perder la calma-. Y gracias, pero, ¿seguro que no necesita ayuda?

-Tú tranquilo. ¡El gran Frederick puede encargarse de esto sin problemas! Ahora ve. Shu, shu- corrió haciendo ademanes con las manos-. Vuelve con tus compañeros.

Maxwell lo miró con desagrado. Frederick nunca le había caído bien. Lo consideraba impulsivo, torpe e imprudente. Prefería toda la vida al ex-miembro del grupo, Aren. Él sí que era un sujeto a seguir. Era impulsivo, sí, pero en mucha menor medida. No era ni torpe ni imprudente. Lástima que se había ido de la pandilla antes de que Maxwell lo pudiera llegar a conocer.

Frederick se había alejado lo suficiente de Max como para permitirse empezar a sospechar de él, y lamentar la pérdida de su amigo, Ronin.

"Alba, Dämmerung, y ahora Ronin- contó-. Y hay un tipo que está cazando a los miembros metidos en el asunto del atraco al banco. Eso quiere decir que la sombra detrás de esto no parará hasta tener mi pellejo, y el de Suga, mi hermano y Aren".

Apretó los puños con fuerza. Esto no podía estar pasando.

"Tengo que contactar con Aren, Alexei y Suga lo antes posible. No pienso permitir que algo le pase a mi hermano".

AlexeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora