-Casi había olvidado que tu actividad favorita después del gimnasio era sentarte a ver la tele- estudió Alexei, quien, con un bol de pochoclos en mano, se sentó al lado de su hermano-. ¿Otra vez viendo los deportes?
-¿Qué puedo decir?- se encogió de hombros.
-Acabas de terminar de entrenar, Fred. Ya corta un poco con todo esto.
Alexei tomó el control remoto y comenzó a cambiar con velocidad.
-¡Hey! ¿Qué demonios haces?- Frederick se inclinó para robarle el control a su hermano pero este, con habilidad, lo esquivó, y sin tirar el bol de pochoclos-. Ni siquiera sabes qué quieres ver. ¡Vamos!
Alexei siguió cambiando de canal hasta que se detuvo repentinamente en un canal sobre cría de animales domésticos.
-Estos programas son mucho mejor que tus aburridos partidos de volley.
Tan mala fue la suerte de Alexei sin embargo, que apenas logró alejar el control remoto de su hermano mayor, comenzaron las propagandas.
-¡Ja!- se burló él-. Se llama Karma.
Alexei no pudo contradecir a su hermano, porque justo cuando estaba por abrir la boca, una voz en off habló a los gritos desde la pantalla del televisor.
-¿Cansado de no poder cortar el pan con tranquilidad? ¿De qué su familia se burle de usted por ello? ¿La vida ya no le sonríe como antes?- mientras el narrador iba diciendo sus diálogos con una énfasis exagerada al principio y final de cada oración, la tele mostraba videos de personas cortando alimentos con elementos completamente ridículos, como una vara de madera.
Sus reacciones eran demasiado malas y sobreactuadas. No cabía duda alguna. Alexei y Frederick se habían topado con un comercial de teletienda.
Los dos se miraron a los ojos, abriéndolos lo más posible. Sus mandíbulas colgaban.
Un secreto que mantenían desde pequeños. Un par de años después de la muerte de Katrina, en una noche de soledad, Alexei y Frederick estaban viendo la tele. Alexei con su eterna expresión de tristeza, y Frederick (secretamente) esforzándose por cambiar eso. Por accidente, dieron con un canal que estaba pasando un infomercial. Era tan patético aquel comercial televisivo que Alexei comenzó a reír a carcajadas, por primera vez tras aquella situación. Y Frederick, que disfrutó tanto de esa risa, terminó por hacerse fan de los infomerciales tanto como su hermano.
Disfrutaron del comercial de teletienda, y de cómo ofrecía tristemente pero con carisma un cuchillo que prometía cortar cualquier superficie comestible. Lo vieron todo. La media hora que duró entera.
Al día siguiente, mientras los dos hermanos salían del mercado, con provisiones alimenticias para la semana, un señor semi calvo con traje gris y corbatín rojo se les acercó a hablar. Instintivamente, Frederick se puso delante de su hermano. Este, molesto, caminó hasta estar a la par de Frederick.
-¿Qué tal? Buenos días- saludó una vez que los hermanos se acomodaron-. Represento a una productora interesada...
-No gracias- respondieron los hermanos al unísono, esquivando al señor de traje por los lados y continuando su camino.
-E-Esperen- el señor se veía bastante decidido.
-Vaya al grano- pidió de mala gana Alexei, con una bolsa de tomates en mano.
-¿No les gustaría actuar en un infomercial?
-Y este es el narrador de la mayoría de nuestras producciones- presentó el hombre de traje a los dos hermanos, que acababan de llegar al set de filmación.
Frederick y Alexei se miraron a los ojos entusiasmados.
-¿Se han preguntado de quien es está voz?- comenzó el narrador-. ¿Curioso de saber bajo qué rostro se esconden estos diálogos? Pues no espere más. Aquí me tienen, Henry me dicen, un gusto muchachos.
Henry, experto en generar vergüenza ajena, estrechó la mano con los dos chicos, que estaban compartiendo emociones mentalmente. Sin embargo, no tuvieron tiempo para comentar debido a que el director comenzó a mandar a todos a sus respectivas posiciones.
Según les habían informado, el comercial era acerca de un producto culinario para hacer licuados. LicuiMaX, se llamaba.
La primera en actuar fue una señora de más de ochenta años de edad. Su papel era bastante simple. Actuaba de una abuela feliz por poder licuar bien la fruta con su nueva licuadora.
Tras ella un par de extras más pretendiendo estar muy contentos por haber comprado LicuiMaX. Personas probándola y exagerando sus expresiones faciales al máximo.
Fue el turno de Frederick. A él lo habían seleccionado para ser el hombre que acompañaba al chef que informa sobre lo "maravilloso" que es el producto. Además era quien hacía todas las preguntas básicas y frecuentes.
Alexei festejaba que su hermano le estuviera poniendo tantas ganas al asunto. Aunque quizá le ponía demasiadas ganas. Estaba esforzándose tanto por actuar bien que ya rozaba la sobreactuación.
Cuando terminó Frederick, fue el turno para realizar la filmación de las personas antes de tener la "épica" LicuiMaX, entre ellos, Alexei.
-Muy bien, lo único que debes hacer es prender esta licuadora vieja, y lucir disconforme por su trabajo- explicaron a Alexei antes de iniciar la grabación.
En el escenario, no pudo evitar sentir un tremendo pánico que le nubló la cabeza y lo forzó a moverse por instinto. Controló sus vibraciones cuando comenzó la filmación.
Alexei introdujo las frutas a la licuadora vieja que ya estaba conectada. La tapó intentando no hacer ruido y luego la encendió. Sin embargo, esta comenzó a descontrolarse y a licuar demasiado rápido. La tapa, por haber sido mal enganchada, salió volando hacia arriba, y el contenido dentro de la licuadora salió disparado hacia todas partes.
Un auténtico desastre.
-Corte- gritó el director. Alexei sentía vergüenza hasta en las orejas-. Maravilloso, muchacho, maravilloso. Se queda.
Al terminar la filmación se indicó que el comercial saldría al aire esta noche por Canal 12. Como paga, a los hermanos les dieron un total de cuatro LicuiMaX. Dinero hubiera sido mejor, pero tampoco era para tanto.
Ahora solo había que esperar hasta la noche para ver el comercial...
-¿Ya es la hora?- preguntó todo preocupado el joven Alexei.
-En cualquier momento.
Comenzó.
-¿Se ha preguntado cómo hacer para preparar los licuados de sus sueños? ¿Quiere pero no puede complacer a su familia con un desayuno ideal? Pues dígale adiós a todas estas preocupaciones con "LicuiMaX", la licuadora número uno en todo el mercado.
Alexei estaba caminando nerviosamente por todo el pasillo mientras Frederick aparecía en pantalla. El hermano mayor se veía genial en el infomercial.
Fue el turno de Alexei de entrar en pantalla. La situación ocurría tal cual sucedió en el set de grabación, sin agregar un solo retoque. La vergüenza del pobre chico fue tal que se escondió debajo de la mesa.
-Oye, sal de ahí- rió Fred desde el sillón.
Alexei negó con la cabeza. Había hecho el ridículo. Un verdadero fracaso. Nunca más volvería a salir a la calle. Nunca...
Su celular le indicó que tenía tres nuevos mensajes. Eran de Suga.
"JAJAJAJAJAJA".
"Fuiste el mejor. Te amé en ese comercial. Me encantó".
"Jajajaja".
-Hermano- llamó Alexei con alta confianza, fuera de la mesa-. Creo que deberíamos hacer esto más a menudo.
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Alexei
Teen FictionLa vida de Alexei no fue muy plena, ni muy alegre. Con una depresión severa desde la trágica muerte de su hermana de pequeño, Alexei vivió prácticamente toda su vida en una burbuja, en la que solamente se comunicaba con su hermano mayor, Frederick. ...