¡Tercera prueba: Alexei vs. Frederick!

9 2 0
                                    

-¡Maldita sea!- maldijo Alexei invadido por una creciente furia.

No solo había fallado la segunda prueba, poniendo en peligro su vida, sino que además, había fallado por un par de segundos.

-Eso quiere decir...- se animó a decir Frederick.

-...que ahora tu hermano peleará contra ti- completó el Gran Jefe, empleando una voz grave y penetrante-. Síganme. Nos vamos al callejón.

Comenzó un movimiento hacia el este.

-¿Por qué un callejón?- susurró Suga a su hermano.

-Al Gran Jefe le gusta ver las habilidades de combate de cada uno en zonas estrechas- explicó Aren. No le dijo, sin embargo, que cuando el aspirante a entrar falla, deshacerse de él era más sencillo.

Llegaron al callejón. Aren procedió a explicarle a Alexei las reglas del combate. Era un combate a mano limpia. Cualquier golpe era válido. Y la pelea terminaría a los diez segundos en el suelo, sin importar quién cayera.

Alexei y Frederick se pusieron en posición. Separados por cincuenta metros de distancia, esperaron a la señal de su réferi, Aren.

"Tú puedes, Álex- rezó Suga para sí misma".

-¿Listos?- anunció de un grito. Parecía estar preocupado, asimilando lo peor. Respiró hondo-. ¡Peleen!

Ambos hermanos estaban en posición de pelea. El primer instinto de Alexei fue correr y arremeter contra Frederick. Sin embargo, decidió contener este impulso para analizar mejor a su hermano.

Físicamente, Frederick superaba por mucho a su hermano menor. Pero si Alexei lograba calcular una estrategia lo suficientemente buena, habría posibilidad de ganarle a su hermano.

Finalmente, Frederick comenzó a moverse.

De un movimiento veloz, cortó con la distancia que había entre los dos hermanos, dejando a Alexei perplejo ante tal velocidad.

El golpe que recibió en la boca lo mandó unos pasos atrás.

Parecía que Frederick iba por más. Volvió a acercarse a su hermano, pero Alexei no era ningún tonto. Habiendo visto una vez la velocidad de su oponente, pudo esquivarlo deslizándose por debajo del puño que lo iba a atacar. Aprovechó la posición para patear la parte trasera de su rodilla.

En cuanto se derrumbó, Alexei se colgó encima suyo y comenzó a golpearlo en la cara.

Salían rugidos de la boca del muchacho. Su desesperación por ganar se hacía notar en esta batalla. Apenas parecía estar dañando a su hermano.

Frederick, ya parado, empleó la fuerza de sus dos brazos para agarrar a Alexei, levantarlo en el aire, y reventarlo contra el piso.

"¡Creo que me pasé!- pensó Fred alarmado".

Alexei parecía haber muerto. Ni siquiera se movía...

-¡Oigan! ¿Qué están haciendo?- preguntó Kat entre risas.

Alexei y Frederick estaban teniendo un duelo de espadas de cartón en el patio. Parecía que estuvieran dejando la vida ahí.

-¡¿No es obvio?! ¡Estamos luchando por nuestro honor!- respondió Alexei, concentrado en la espada de su enemigo.

Alexei abrió los ojos de golpe. No dudó en levantarse para continuar la pelea.

Esta vez fue el quien intentó atacar. Dirigió todo el peso de su cuerpo concentrado en su mano izquierda.

Frederick esquivó el ataque y golpeó su estómago sin compasión.

Alexei entró decepcionado a la habitación de su hermana. Estaba acostada en su cama escuchando música.

En cuanto vio que su pequeño hermano tenía lágrimas en los ojos, se sacó los auriculares y se sentó.

-¿Perdiste?

Él asintió con la cabeza.

Kat le ofreció un espacio para que se sentara en su cama.

Era sorprendente ver que siendo tan joven, fuera tan comprensiva con su hermano menor. Y a pesar de la gran diferencia de edad, ambos tenían una muy buena relación.

-No te preocupes- lo miró con una sonrisa compasiva...

Los ojos de Alexei escupían fuego. Suga y los demás estaban viendo. ¡No podía darse el lujo de perder esta pelea!

Le atinó un codazo a Frederick, y luego un golpe en la quijada. Por las dudas, se alejó.

-¡Pero es que siempre me gana, Kat!- lloró sobre el regazo de su hermana-. ¡No es justo!

-¿Te has puesto a pensar, hermanito, en por qué pierdes?

Él la miró a los ojos.

-Alexei, no vas a llegar lejos quejándote y llorando por cada derrota que tengas. Tienes que analizar a tu oponente. ¿Nunca has jugado juegos de estrategia, como el ajedrez?

-No- negó girando la cabeza.

-Es normal, solo tienes seis años. En este tipo de juegos la única forma de ganar es descifrando la estrategia de tu contrincante. Si sabes cómo se va a mover Frederick, puedes anteponerte a sus movimientos y sorprenderlo destruyendo su estrategia.

"¡Así que así es como se hace!".

-¡Entonces lo haré!- apretó el puño-. ¡Aprenderé a jugar al ajedrez  y te demostraré que le puedo ganar al tonto de Frederick! ¡Y te dedicaré mi primera victoria!

-¡Aw! ¡Qué tierno eres!- le palmeó la cabeza con cariño.

"Gracias, Kat. Te quiero mucho".

Frederick estaba contemplando a Alexei.

Esta vez, cuando el mayor corrió a atacar al menor, este esquivó el ataque y se alejó.

Alexei inició carrera hacia Frederick. Sin embargo, metros antes de alcanzar a su hermano, saltó hacia una pared. Impulsándose con sus manos y piernas, volvió a saltar en dirección a Frederick. Arremetió con un salvaje golpe más la fuerza del impulso que tiró a ambos al piso.

Se levantó rápido y observó el brazo con el que había golpeado a Frederick. Nunca había pegado un golpe con tanta fuerza.

Fred seguía en el piso. Para cuando se levantó, el Gran Jefe había gritado que era suficiente.

-Felicidades, Alexei- se metió en su auto-. Estás dentro. Ahora la única forma para salir es dentro de una bolsa negra- más que una felicitación, parecía una amenaza.

Cerró de un portazo la puerta y bajó la ventanilla.

-¡En dos meses, Frederick, en dos meses voy a reventarte el cráneo en frente de toda una multitud! ¡Te arrepentirás de oponerte ante tu superior!- aulló mientras arrancaba a máxima velocidad, perdiéndose en una nube de polvo y niebla.

Aren, Alexei, Frederick y Suga quedaron solos en el puerto.

-Gracias- Suga tocó el hombro de Frederick para llamar su atención-. Por salvarme de ese mastodonte.

-Vamos. Tú sabes cómo soy con mis amigos y familia. No iba a dejar que tocaran a una de mis mejores amigas.

-Pues yo tampoco pienso dejar que "le revienten la cabeza"- imitó la voz del Gran Jefe- a uno de mis mejores amigos.

-Hablando de eso...- comenzó Alexei.

-Ya te lo explicaré mañana- interrumpió Frederick, tronando sus huesos-. Ahora vamos a casa. Tú, yo y Aren nos levantamos al amanecer.

-¡¿Qué?!

-A mí no me necesitan, ¿verdad?- preguntó Suga.

-No, querida- contestó Fred con gentileza-. Tú duerme hasta tarde.

-¡Yay!

-Tú no te burles de nuestro sufrimiento- exclamaron Aren y Alexei al mismo tiempo. Luego se miraron, y  se dieron la espalda sincronizadamente.

-¡Vamos!- volvió a llamar Frederick-. Mañana nos espera un día muy duro.

AlexeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora