Capítulo 10

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Aquella noche, todos se quedaron despiertos celebrando que Beca ya era una Clariana.

Encendieron una gran hoguera como hacían cada vez que llegaba un nuevo verducho y se unía a ellos. Beca se sentía completamente integrada, más todavía por haber pasado el día que había pasado con todos ellos. Le encantaba la noche, no hacía nada de frío y se lo estaba pasando como nunca. Pensó en Newt y en qué gracias a él estaba viviendo todo lo que estaba viviendo.

Por otro lado, Newt estaba sentado algo más a apartado de la fiesta, observando a todo el mundo y sin perder de vista a Beca. Al rato, Thomas se acercó con un par de bebidas, le dio una y se sentó a su lado.

–¿Por qué estás aquí y no con el resto?– Le preguntó.

–Estoy bien aquí.

–Estarías mejor divirtiéndote, ¿no crees?

–Te he dicho que estoy bien.– Dijo y pegó un trago.

–Beca me dijo lo de que quería ser corredora el otro día, y que también te enfadaste por ello.

–No empieces con eso, Tommy...

–¿Sigues enfadado?

–Si siguiera enfadado por eso no hubiéramos llevado a cabo el plan.

–Si te digo la verdad, no me esperaba que funcionara.– Luego bebió.

–¿Por qué no iba a funcionar?– Dijo Newt mirándole.

–Porque sabes tan bien como yo que los Creadores no iban a dejar que pasara con tanta facilidad.

–Te aseguro que no ha sido fácil. Parecía sufrir más que nunca.

–Pues ahora se lo está pasando bomba.– Thomas levantó el baso hacia el grupo de Clarianos.

Beca estaba con un grupo de gente entre los que estaban Minho y Chuck. Algunas de esas veces en las que celebraban la llegada de los nuevos, solían jugar a verdad o reto, y está era una de esas veces. Habían retado a Minho a hacer veinte dominadas bajo el árbol en el que estaban en menos de diez segundos. Él aseguro que eso no era un reto para él, pero habiendo bebido un poco, no aguantó bien el subir y bajar a aquella velocidad y acabó en el suelo, cosa que les hizo bastante gracias a Thomas y a Newt.

–Eso le dolerá por la mañana.

–Después de dos malditos años bebiendo la receta secreta de Gally, todavía no sabe cuándo parar.

–¿Ves? Estas más centrado en lo que pasa allí. Admite que te estás aburriendo y vámonos.– Dijo Thomas levantándose.

Thomas miró a Newt desde arriba esperando a que fuera con él, y al final, Newt se dio por vencido y se levantó.

–Llevaras dos años aquí, pero no tienes ni idea de divertirte.

–¿Y tú si?

–Si estar sentado alejado de la fiesta te parece divertido, entonces si.

Ambos se acercaron al resto de Clarianos como si no pasase nada. Estuvieron un rato pero no participaron en el juego por que Minho parecía la voz cantante en aquello y no les hacía demasiada gracia lo que pudiera pasar por su cabeza en aquel momento.

–Muy bien. Te toca Beca: ¿verdad o reto?– Dijo Minho cruzandose de brazos.

–No vas a sacarme información.– Se rió.– Eligió reto.

–Vale pues... te reto a besar a un Clariano.– Dijo y todo el mundo entonó un "uuuhhh" al unísono mientras Beca se ponía roja.– No, no, espera. Mejor aún, te reto a besar a Newt.

–¿Qué?– Dijo Newt sorprendido.

–No hagas como que no te gusta la idea.

–Yo no juego.– Dijo algo enfadado y luego se giró hacia Thomas.– Tenías razón, Tommy. Esto es divertidísimo.

Newt no se sintió muy bien en cuanto a aquello, Minho sabía que no le gustaba que le sacasen aquel tema y él lo había hecho por todo lo alto. Pero en cuanto se dio la vuelta para marcharse, se encontró de frente con Beca y antes de que pudiera hacer nada, ella le besó.

Duró menos de un segundo para Beca y una completa eternidad para Newt.

Todo el mundo se puso eufórico por lo que acababa de pasar, menos Newt, que se fue a toda prisa de allí. La fiesta duro un rato más, aunque no para Newt, que fue derecho a su cuarto. Estaba hecho un lío, había tenido ganas de hacer aquello desde que abrieron la Caja y la vio allí dentro, pero ahora sentía que había sido un error. Necesitaba pensar y dormir, pero antes de que pudiera meterse a la cama sonó la puerta.

–Si eres Minho te prometo que te voy a tirar por el fuco Precipicio, y si no lo eres, vete igualmente.

–Newt, soy Beca.

Newt lo dejo todo a un lado y fue a abrir, pero se detuvo y respiró unos segundos antes de abrir.

–¿Qué quieres?– Dijo al abrir.

–Pedirte disculpas. Te juro que no sé qué me ha pasado, ha sido la emoción y... esa cosa asquerosa que bebéis...– Comenzó a decir, pero antes de que pudiera terminar, Newt la agarró del cuello y la besó, esta vez, él a ella.

–Disculpas aceptadas.

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