Stay with me

Capítulo 46

Las chicas decidieron ir delante de los chicos, varios metros por delante. Según ellas, si Beca veía a Newt mientras durará el efecto del retardante, se interrumpiría y no terminaría de hacer efecto, así que los chicos no se quejaron mucho.

Newt iba en medio de los chicos, con los brazos cruzados y la mirada clavada al frente. No sabía que le dolía más, el hecho de que hubieran estado a punto de matarle, su propia enfermedad o ver a Beca siendo medio arrastrada por sus amigas, que la llevaban agarrada cada una de un brazo.

Llevaba un rato sintiéndose mal. Le dolía la cabeza, los brazos y tenía ganas de vomitar. No podía concentrarse en una sola cosa, su memoria se distraía todo el rato y olvidaba cosas que no quería olvidar.

–¿Estás bien?–  Le preguntó Minho al rato.

–¿Eh?

–Que si estás bien.

–Me... me duele un poco la cabeza. Nada más.– Dijo frotándose los ojos.

–¿Quieres tomarte otro retardante?

–Si... No... No lo sé... No, estoy bien.

–No pareces muy seguro de lo que dices.

–He dicho que estoy bien.– Dijo subiendo el tono.

–Vale, como digas.

Newt siguió con la mirada al frente, pero antes de que pudiera dar dos pasos más, se tropezó con sus propios pies, perdió el equilibrio y cayó al suelo. Antes siquiera de intentar levantarse, comenzó a toser, cosa que llamó la atención a las chicas.

–No está bien.

–Eres muy observador, Thomas. Anda, ve a buscar un retardante.

Thomas fue en una carrera hasta las chicas, pero se quedó a medio camino, ya que Sidney también corría hacia él con un retardante en la mano.

–No está bien.

–Esto le hará sentir mejor.– Dijo dándoselo, pero no le soltó las manos.– Se pondrá bien, Thomas.

–Espero que tengas razón.

–Corre llevaselo, y quédate a su lado como un buen amigo. Lo está pasando mal.

–Lo haré. Quédate tu con Beca por nosotros.

Sidney asintió. Se agarraron de las manos fuertemente por última vez y después cada uno volvió con sus amigos. Al llegar, Thomas observó que Newt no estaba mejor, así que se arrodilló junto a él y le acercó el frasco.

–Tomate esto.

Newt no dijo nada. Intentó negar con la cabeza pero el dolor le impedía ser orgulloso. Alargó una mano temblorosa y con la ayuda de sus amigos, se bebió el líquido azul de un trago. Le quemaba la garganta al tragar y gritó un poco sin poder evitarlo. Después sus amigos le ayudaron de nuevo a ponerse de pie cuando se calmó un poco y volvió a respirar con normalidad.

–¿Estás mejor?

–Si... creo que si. Gracias.

–No hay de que. ¿Crees que puedes caminar?

–Mas o menos, si.

Ver así a Newt había afectado realmente a Thomas y a Minho, por eso no le perdieron de vista en el resto del día. Cuando llegaron a unas ruinas y decidieron parar a pasar la noche. Encontraron un sitio donde pudieron atar a Beca a una de las paredes para que todos pudieran dormir tranquilos, incluida ella, así que le soltaron las muñecas de la espalda y las pasaron al frente antes de atarlas a la pared.

–¿Estás segura de esto?– Le preguntó Sky.– Sabes que no es necesario y además pareces estás mejor.

–Da igual. Yo necesito sentirme mejor, y esto me ayudará.

–De todos modos, te hemos dejado la cuerda un poco larga para que puedas dormir cómoda. O todo lo cómoda que puedas estar.

–Gracias chicas. Y ahora si no os importa... me gustaría estar sola un rato.

–Muy bien. Si necesitas algo, no dudes en decirlo.

–Gracias, lo haré.

Por su parte, cuando los chicos llegaron y mientras las chicas acomodaban a Beca, ayudaron a Newt a sentarse en el suelo.

–Estoy cansadísimo.

–Dormir te vendrá bien.

–No quiero dormir todavía.– Dijo mientras miraba a Beca.

–Si sigues torturandote así no conseguirás recuperarte.– Le dijo Minho.

Newt miró a Beca tumbada en el suelo, de espaldas a todo el mundo y se dio cuenta de que Minho tenía razón. Si quería ayudar a Beca a recuperarse, antes debía hacerlo él.

–Como odio que tengas razón.

–Oh, si. Que terrible es que tenga razón. Ahora duerme un poco.

Newt termino haciendo caso a Minho mientras Thomas se reía un poco antes la actitud de Minho. En cuanto Newt se tumbó en el suelo, se quedó dormido profundamente en cuestión de segundos. Una vez dormido, las chicas volvieron con ellos por primera vez desde el "accidente" y Sidney se sentó junto a Thomas apoyando su cabeza en el hombro de él.

–Odio esta parte del trabajo.– Dijo ella mirando hacia donde estaba Beca.

–Pronto terminará, ya lo verás.– Thomas pasó su brazo por los hombros de ella y la atrajo un poco más hacia él.

–¿Hay algo que me haya perdido?– Preguntó Sky al verles tan juntos.

–Nada que te incumba.– Sidney se rió.

–¿Ya has olvidado a Teresa?– Le preguntó Minho con una sonrisa burlona.

–¿Quién es Teresa?

–Nadie a quien necesites conocer.– Thomas bajó la vista.

–¿Estás seguro?

–Segurisimo.

–Vaya... cómo han bajado los ánimos aquí.

–Es tarde y estamos cansados. ¿Que esperabas?

–Y no queda mucho para llegar a la base principal.

–Pues entonces, yo también me voy a dormir.– Dijo Minho.– Me caigo de sueño.

–Tu y todos.