Capítulo 50

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Después de eso, automáticamente todos se giraron hacia Sky.

–Iluminanos.

–Vale, ¿que queréis saber?

–¿Tenemos posibilidades de salir de aquí?

–Por la puerta no. Y con estas pintas tampoco.

–¿A qué te refieres con eso?

–Sé que hay una sala donde guardan uniformes. Es como una sala de empleados.

–¿Quieres que me vista como uno de esos gilipullos?– Dijo Minho ofendido.

–¿Prefieres que te encierren en un lugar peor?

–Vale, sigue.

–Si conseguimos esos uniformes podremos pasearnos por la base mejor. Después buscamos a Beca y salimos de aquí.

–Yo no me voy de aquí sin una cura.– Dijo Newt y todos le miraron.– Para Beca.

–No podemos arriesgarnos a...

–Pues nos separamos.

–Es otra opción.

–Vale, pues primer paso: encontrar esos uniformes. Tú vienes conmigo, el resto esperais aquí.– Dijo Minho señalando a Sky.

–¿Y vais los dos solos?– Dijo Sidney levantándose.

–Tres son multitud y necesito una guía.– Miró a Sky.– ¿Algún problema?

–No, ninguno.

–Estupendo, vámonos.

–Un pequeño detalle.– Dijo Thomas acercándose a la puerta, dio un par de golpes en ella y después se cruzó de brazos.– Está cerrada. ¿Por dónde piensas salir?

–En el baño hay una rendija de ventilación.– Sugirió Newt.

–¿Por la ventilación? Que asco.– Dijo Sidney y todos la miraron raro.– ¿Que?

–Eres lo más parecido a una militar que he conocido en mi vida, has luchado contra raros y una organización que hace experimentos humanos, ¿y te da asco ir por los conductos de ventilación?– Le dijo Thomas.

–Bueno, cada uno tiene sus manías...– Se cruzó de brazos.

Hubo un único momento de silencio donde ninguno supo que decir y después todos fueron al baño donde Newt les enseñó la rendija, que está vez estaba en el techo.

–Muy bien, las damas primero.

–¿Y para qué quieres que vaya primero?

–Para que me guíes. Además, así me aseguró de que no te quedas mirándome el culo.

–¿Y como sé que no me lo vas a mirar tu a mi?

–Tendrás que vivir con la duda.

–Yo creo que voy a salir de aquí, que el baño es muy pequeño y aquí se está creando un ambiente algo intenso.– Dijo Newt saliendo.

–Venga, sube de una vez.– Le dijo Minho.– ¿O tienes miedo?

Sky se subió a la taza y después alargó los brazos para llegar a la rejilla, la cogió con ambas manos y la arrancó de cuajo. La tiró al suelo, miró a Minho desafiante y subió de una sola vez.

–Procura no mirarle mucho el culo, puede partirte la cara.– Le aconsejó Sidney.

Después de eso, Minho subió y siguió a Sky por los conductos. Se arrastraron durante un rato hasta que los conductos se hicieron más anchos y pudieron seguir gateando.

–¿Estás segura de por dónde vamos?

–¿Crees que conozco los sistemas de ventilación?

–¡Y yo que sé!

–Tienes suerte de que estudiase las posibles rutas de escape.– Dijo mirándole y ambos sonrieron.

Ambos siguieron su camino hasta que Sky se paró encima de una rendija y la quitó, pero se le cayó al suelo antes de que pudiera cogerla, así que tenían que actuar más rápido de lo que tenían pensado. Bajaron rápidamente al pasillo y escondieron la rejilla para que nadie sospechara. Después, Sky guío a Minho por los pasillos de CRUEL con máximo cuidado en cada crucé hasta que llegaron a la puerta que decía Sky e intentaron abrirla.

–Genial, cerrada.– Dijo Minho tras intentarlo un par de veces.

–No para mi.

Sky se quitó una de las horquillas del pelo y se puso a forzar la cerradura hasta que consiguió abrirla.

–Tienes que enseñarme a hacer eso.

–Cuando te pongas horquillas, te lo enseño.– Ella sonrió y después entraron.

Cogieron todo con lo que podían cargar y volvieron lo más rápido que pudieron. Reptaron por los conductos de vuelta al cuarto donde estaban los chicos.

–Oye, ¿sigues enfadado conmigo?– Le pregunto Sky cuando faltaban pocos metros para llegar.

–No creo que eso sea tan importante ahora.

–Oh, venga ya.

–¿Además no eras tú la que estaba enfadada?

–¿Yo?

–Si, tú.

Antes de que Sky contestara, Minho llegó a la rendija que daba a su baño y bajó con todo lo que llevaban, pero cuando a Sky le tocó bajar, se apoyó mal y resbaló, pero Minho logró cogerla antes de que se cayera al suelo.

–¿Entonces sigues enfadada?– Le preguntó todavía con ella en brazos.

–Tendrás que vivir con la duda.

Sky se bajó de los brazos de Minho, cogió las cosas ayudada de él. Después salieron del baño y todos se acercaron rápidamente.

–¿Lo tenéis?– Preguntó Thomas.

–La duda ofende.

Los chicos se cambiaron mientras las chicas esperaban en el baño. Ellas no tenían que cambiarse debido al plan, así que esperaron y cuando los chicos estuvieron listos les avisaron de que pudieran salir.

–Wow, dais el pego.– Dijo Sidney.

–Muy bien, salgamos de aquí.– Dijo Thomas poniéndose la máscara y después salieron por los conductos.

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