Stay with me

Capítulo 27

Baca volvió a la planta donde se había reunido con los chicos después de que la sacarán del laberinto y preguntó a alguno de sus compañeros del Brazo Derecho si habían visto a Newt. Ninguno le dijo donde estaban hasta que se puso sería y le dijeron que estaba en una de las habitaciones. Al parecer, el beso que se habían dado antes no había caído demasiado bien entre sus compañeros.

Ella les miró sería antes de irse. Lo que no le habían especificado era en que habitación estaba, así que le busco en varias de ellas hasta que le encontró, sentado en la cama con los brazos sobre las rodillas y la cabeza agachada. No le había visto así nunca, y esperaba no tener que verle, pero ahí estaba, sufriendo por que le acababan de decir que todos sus amigos eran inmunes menos él.

Beca respiró hondo y después entró sin hacer mucho ruido, se sentó junto a Newt, agarró su brazo con los suyos y apoyó la cabeza en su hombro.

–No quería que me vieras así.– Dijo tan bajo que casi no pudo oírle.

–¿Y pretendías que te dejará solo otra vez?

–No lo sé. Simplemente no pensé cuando me fui.

–No pasa nada. Ahora estamos juntos otra vez.– Dijo cogiéndole la mano.

–¿Pero por qué? ¿Por qué me enviaron al laberinto si sabían que no era inmune? No consigo sacarme esa maldita pregunta de la cabeza.

–No te atormentes por eso. Olvida el laberinto. Olvida todo lo que pasó allí, ahora eres libre y...

–Lo que me pides es imposible.

–¿A qué te refieres?

No dijo nada. Se quedó callado con la cabeza todavía hacia abajo, pero luego la levantó y miró a Beca con los ojos rojos.

–No quería contarte tan pronto, pero creo que deberías saberlo.

–¿El qué?

–¿Nunca te he contado como me hice la cojera, verdad?– Beca negó con la cabeza.– Fue unos días después de subir en la caja. No recordaba nada, como ninguno de los otros y eso me frustraba muchísimo. Un día... me desperté muy temprano, antes que nadie más y entré en el laberinto. Después, busqué la pared más alta que pude encontrar, subí hasta la cima y una vez allí, salté. Por supuesto me enredé con las enredaderas antes de llegar al suelo.– Hizo una pausa.– Me rompí la pierna por tres sitios diferentes. Después caí de golpe al suelo y pensé que estaba acabado, pero Minho me encontró. Me ayudó, me sacó del laberinto y nunca dijo nada a nadie acerca de lo que pasó de verdad.– Volvió a agachar la cabeza.– Me salvó la vida, y me dio una segunda oportunidad.

Beca no sabía cómo reaccionar ante aquello. Nunca pensó que Newt hubiera podido llegar a suicidarse. Ella se levantó, se puso delante de él y le abrazó. Dejó que él la abrazara también y cuando se separaron, vio que se limpiaba un poco las lágrimas.

–Perdona, m-me estoy comportando como un crío.

–No, ni hablar. Nunca digas eso.– Le miró muy seria.– Nunca te avergüences por llorar, y menos delante de mi.

–¿Pero tú has visto lo que hay ahí fuera?– Se levantó y se acercó a una ventana.– En menos de dos días he visto un montón de raros que han intentado matarnos, ¡y ahora yo mismo voy a convertirme en uno de esos monstruos!

–¡Newt, para!– Beca se acercó a él.– No vas a convertirte en un raro y no vas a matar a nadie.

–¿Cómo estás tan segura?

–¡Por que yo...!– Estuvo a punto de decir algo, pero luego se calmó y respiró un par de veces.– CRUEL está buscando una cura, nosotros les pisamos los talones y te juro que si encuentran una cura, yo misma la conseguiré para ti, ¿me oyes? Vas a curarte.

Newt miró a Beca serio y ella le miró todavía más. No reconocía a la chica que estaba allí, era una Beca completamente diferente a la que estaba en el Claro, pero le gustaba. Ahora era mucho más fuerte, más segura de sí misma y una luchadora, Newt no podía estar más orgullosa de ella y sonrió por primera vez desde desde que se llevaron a Beca del Claro.

–Esa es mi chica.– Dijo y ella se rió.

–¿Tú chica?

–¿No crees que deberíamos hablar sobre nosotros?

–Mira Newt, no sé exactamente lo que somos, pero me encanta lo que somos o lo que no somos. Y quiero que siga siendo así.

–Anda, ven aquí.– Dijo y la abrazó.