Capítulo 18

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Thomas y Teresa recorrieron todo el Claro en busca de Newt, o de Minho, o de cualquiera que pudiera ayudarles en realidad. Pero no encontraron a ninguno. Chuck andaba por ahí, solo y asustado, al verle, Thomas le dijo que fuera con ellos, si había estado con Teresa cuando resolvió el código, debía ir.

–Hemos buscado por todo el Claro y no están por ninguna parte.– Dijo Teresa.

–Tiene que estar en alguna parte, les vi anoche. Seguro que están bien.

Eso dices tu.– Dijo Teresa telepáticamente para no alarmar a Chuck.

–¿Y habéis mirado en la Sala de Mapas?

–¿Por qué iban a estar ahí, Chuck?

–No sé, Newt está un poco sentimental últimamente, tal vez quería estar solo y fue allí, ¿no crees?

–Ese lugar se cae a cachos, ¿no veis que está...?

–No perdemos nada por probar.– Interrumpió Thomas y se dirigió hacia el edificio calcinado seguido de los otros dos.

Al llegar, abrió la puerta con cuidado para que el edificio no se les cayera encima y entraron con cuidado. Tal y como había dicho Chuck, Newt y Minho estaban allí intentando ver si se podía salvar algo.

–Por fin os encontramos.

–¿Que pasa, Tommy?

–¿Qué hacéis aquí?– Preguntó Chuck.

–Intentando recuperar algo pero nada.– Dijo Minho.– Dos años de trabajo reducidos a clonc.

–¡De eso quería hablar! Teresa y Chuck descubrieron el código antes de que se quemara.

–¿Es enserio?

–Si.

–¿Y que decía?

–En realidad, no fue nada fácil por que eran un grupo de palabras y cada movimiento del laberinto era una letra, así que las fui apuntando en un papel y cuando lo terminé, fui a buscaros y en fin...

–¿Sigues teniendo el papel?– Preguntó Newt acercándose y tras asentir, Teresa le dio un trozo de papel:

EMERGE
ATRAPA
SANGRA
MUERTE
DIFÍCIL
PULSA

–Muy esclarecedor.–Dijo Minho.– ¿Y que quiere decir?

–No lo sé. Solo traduje a palabras, lo que ponía en los mapas.

–Tiene que servir para salir de aquí.– Dijo Thomas con un atisbo de esperanza en su mirada.– Puede que si llevamos el colgante de Beca a la pared y con este código podamos salir de aquí.

Después de aquellas palabras de Thomas, todos se giraron para mirar a Newt. Él se limitó a quedarse serio y después metió la mano en le bolsillo de sus pantalones para sacar el colgante. Recordó cuando Beca se lo dio y por un momento pudo volver a sentir sus manos agarrándole.

–Dijo que CRUEL es buena antes de que se la llevarán.

–Tom, es lo que me escribíen el brazo cuando me desperté.– Dijo Teresa.

–Y en la pared del grabado ponía CRUEL.– Minho se cruzó de brazos.

–Bueno, yo no soy un genio pero si CRUEL es buena, y una salida es lo mejor que no pueden dar, igual no están indicando la salida.

–Chuck tiene razón.– Dijo Thomas acercándose un poco a Newt, pero él bajó la mirada.– Newt, vámonos de este sitio y busquemos a Beca.

–¿Estás completamente seguro de que ahí está la salida? No voy a arriesgarme a llevar a todo el mundo por el laberinto por una simple suposición.

–Yo estoy segura.– Dijo Teresa poniéndose firme.– Tiene que ser eso.

–Y yo.

–Y yo.

–Yo también.– Minho se acercó a sus amigos.– ¿Y tú, Newt? ¿Quieres salir de aquí o no? Durante años nos han estado tratado como... experimentos. Nos han separado de nuestros padres, de nuestras familias, de nuestros seres queridos. Sabes a quién me refiero con eso, ¿no quieres devolvérsela a los creadores?– Newt le miró muy serio, apretó el colgante y cambió de peso en las piernas.

–Reúne a los Clarianos, que recojan todo lo que puedan. Nos largamos de este maldito lugar.

Los chicos salieron de la Sala de Mapas y fueron a avisar a todo el mundo, mientras, Newt fue a recoger sus cosas. Pasó por su cuarto para recoger lo poco que tenía allí y después bajo al Claro. Llevaba una mochila al hombro y una lanza con alambre de espino en la punta. Vio que todo el mundo ya estaba reunido frente a las puertas del Claro, pero antes de ponerse frente a todo el mundo, se paró junto a Teresa.

–¿Puedo confiarte esto para que nos saques de aquí?– Dijo mostrándole el colgante.

–No lo perderé vista, Newt. Te lo prometo.

–De todos modos, Tommy y Chuck, no os separes de ella.– Dijo, le dio el colgante y ella lo cogió con la mirada perdida.

–¿Estás bien?– Le preguntó Thomas.

–Muy bien.– Contestó ella.– Tan solo tengo ganas de que todo esto acabe.

–Amé, hermana.– Dijo Minho mientras Newt se ponía frente a todo el mundo y dio un golpe en el suelo con la lanza para pedir silencio.

–Somos cuarenta y uno.– Comenzó aferrándose a la mochila y la lanza.– Aseguraos de que tenéis vuestras armas. A parte de eso, poco más que decir; ya os han contado el plan. Vamos a abrirnos paso hasta esa pared, Tommy hará lo que tenga que hacer para teclear el cogido mágico y luego saldaremos cuenta con los creadores. Así de simple.

–¿No debería dar alguien un discurso para animarnos?– Dijo Minho levantando una mano.

–Adelante.– Contestó Newt. Minho asintió y miró al grupo.

–Tened cuidado.– Dijo secamente.– No muráis.

–Estupendo. Ahora estamos inspiradisimos.– Replicó Newt y luego señaló por encima de su hombro hacia el laberinto.– Todos conocéis el plan. Después de que nos tratarán durante dos años como a ratones, hoy vamos a resistirnos. Esta noche se la devolveremos a los creadores. Esta noche más les vale a los laceradores temernos.

Alguien aplaudió. Otro le siguió y así hasta que todo el mundo comenzó a rugir. Newt levantó su arma y todo el mundo le imitó.

–¡Oíd esto, creadores! ¡Vamos a por vosotros!

Dicho esto, todo el mundo gritó más alto y después Newt dejó pasar a Minho para que les guiará y le siguieron, sin que a él se le notará casi la cogerá, por que tenía una razón para correr. Una razón con un nombre: Beca.

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