Beca pasó con Teresa casi todo el día mientras esperaba a que Thomas volviera.
A la hora de la comida, ambas fueron juntas hacia la cocina de Fritanga. Por el camino y mientras estaban allí, Beca se dio cuenta de que todos las miraban de formas muy diferentes: había gente que las miraba y se reía, otros susurraban cosas y algunos qué simplemente las miraban y pensaban cosas que les habrían hecho ganarse algún que otro bofetón. Pero la mayoría eran miradas de desconfianza hacia Teresa, que al fin y al cabo, se reflejaban también en Beca.
–¿Qué les has hecho para que te miren así?
–Yo nada. Fue la nota que traía.
–¿Qué nota?
–¿No te lo han contado?– Negó con la cabeza.– ¿Ni siquiera Newt?
–No. No me han contado nada relevante.
–Entonces te lo contaré yo. Cuando llegué aquí, vine inconsciente y únicamente me desperté unos segundos para decir que "todo iba a cambiar". Sólo por eso ya sospecharon de mi, pero aquí no ha pasado nada.
–¿Y la nota?
–La traía en el bolsillo. "Ella es la última. No llegarán más". Es todo lo que ponía. Por eso nadie sabe qué haces aquí. Te subieron un día que no debía subir nadie y a una hora que no tenía sentido.
–Ya...
Beca y Teresa comieron juntas y por la tarde Beca estuvo con Chuck. No paraba de pensar en lo que Teresa le había contado esa mañana, era la única chica aparte de ella y sabía que no le vendría mal una amiga, pero a ella también le parecía muy raro todo y puede que hasta desconfiara un poco.
Chuck y Beca estuvieron toda la tarde juntos. El niño le contaba que tenerla allí era más agradable que a Teresa y que a la mayoría de Clarianos le caía mejor, a pesar de que hubiera pegado a Newt nada más abrir los ojos, pero Beca escuchaba a medias lo que decía. Estaba más centrada en las puertas del laberinto, no podía esperar a que Thomas volviera y sabía que cuando lo hiciera, lo primero que haría sería hablar con él.
Durante toda la tarde, no tuvo noticias de Newt. No desde que se pelearon por la mañana. Cuando el sol comenzó a estar más bajo, Beca se preocupó al ver que no volvían. Si las puertas se cerraban al atardecer le quedaba poco tiempo, y tenía miedo de que pasara lo mismo que el día anterior.
Pero entonces llegaron. Beca les vio entrar corriendo al Claro y sin pararse ni un segundo, se dirigieron a un edificio en el que ella no había estado, pero antes de que llegaran, Beca salió corriendo hacia ellos y llamó a Thomas para que se pararan.
–¿Podemos hablar?– Le dijo ella.
–¿Tiene que ser ahora?– Dijo Minho.– Estamos ocupados.
–Si, ahora y rápido.
–Vale, Minho podrá apañárselas solo.
–¿Enserio, tío?
–Solo serán unos minutos.– Minho suspiró.
–Minho podrá apañárselas solo.– Dijo haciendo burla a Thomas mientras volvía al edificio.
–¿De que querías hablar?
–¿Cómo conseguiste ser corredor?
Aquella pregunta pilló a Thomas por sorpresa. Pero lo que más le sorprendió fue que ella lo decía absolutamente sería, como si fuera normal.
–Pues... la verdad es que me salté la norma más importante.
–¿Qué es lo que hiciste?
–No sé si debería contártelo.
–¡Por favor, Thomas! Es importante.– Thomas se lo pensó un par de minutos y después suspiró.
–Habían picado a Alby y Minho le traía a rastras.– Comenzó.– No iban a llegar así que entré en el momento justo que se cerraban las puertas. Pasamos la peor noche de nuestras vidas, pero conseguimos salir. Al día siguiente, tuvimos una Reunión en la que me hicieron corredor y me impusieron un castigo por romper las normas.
–¿Qué castigo?
–Pasé un día entero encerrado en el Trullo, sin comida ni agua.
–¿Y mereció la pena? Quiero decir, ¿valió la pena estar encerrado todo un día por salir ahí a correr?
–Para mi, si. Hay algo hay dentro que me llama...
–Te entiendo.– Thomas la miró algo confuso.
–¿Qué? ¿Quieres ser corredora?
–No lo sé, pero necesito entrar ahí.
–¿Has hablado con Newt de esto?– Asintió.– ¿Y que te ha dicho?
–Se ha enfadado. Pero estaba raro, no sé, como si fuera algo...
Antes de que ella pudiera terminar de hablar, las puertas volvieron a cerrarse y el dolor volvió a la cabeza de Beca. Gritó, se encogió de dolor y volvió a pedir ayuda mientras Thomas intentaba calmarla un poco, pero acabo exactamente como el día anterior, con Beca sin conocimiento.
Mientras, Minho fue a hablar con Newt. Quería saber que tal le había ido a Beca en su primer día en el Claro, pero antes de que pudiera contestarle, Thomas apareció con Beca en brazos. A Newt por poco se le paró el corazón al ver a Beca en aquel estado y en los brazos de su amigo.
–Tenemos un problema.– Dijo Thomas.
–¿Las puertas?– Preguntó Minho.
–Si. Lo mismo de ayer.– Explicó mientras Newt pasaba la mano por su cabeza al acordarse de que Beca había dicho que le dolió mucho la cabeza.
–Avisemos a algún mediquero.
–¿Por qué solo nos envían tías raras?
–Minho...– Me advirtió Thomas.
–¿A qué te refieres con "raras"?– Le preguntó Newt mirándole.
–Primero Teresa, que directamente vino en coma y con un mensaje no muy positivo. Y ahora Beca y esto.
–Le han hecho algo para que reaccione así. Estoy seguro.
–Tu y tus teorías conspiratorias.– Dijo apoyándose en un árbol y cruzandose de brazos.
–No tienes que creerme si no quieres, Minho.– Dijo cogiendo a Beca de los brazos de Thomas.– Está chica es especial por alguna razón, y yo voy a descubrirla.
–Si tan seguro estás, te ayudaremos. ¿Verdad, Minho?– Este suspiró.
–En fin. Somos tus amigos, y si te gusta Beca te apoyaremos con eso.
–¿Perdona?– Minho soltó una media sonrisa y se acercó un poco a sus amigos.
–Admítelo. Estabas muy, muy cerca cuando la sacamos de la Caja. Hasta yo te hubiera pegado.
–Gracias Minho, eres un gran amigo. Pero no me gusta Beca.
–Si, vale. Lo que tú digas...
–Hacedme un favor y avisad a un mediquero.– Dijo mientras se dirigía a la Hacienda.
Antes de hacer el encargo que su amigo les había pedido, Thomas y Minho se quedaron en el sitio por lo menos hasta que Newt entró en la Hacienda.
–Le gusta Beca.– Dijo Minho.
–Es más que obvio.– Thomas se rió.– Anda vamos, avisemos a Clint.

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Stay with me
Hayran KurguEl problema no fue la primera chica, sino la segunda. La segunda chica fue quien dejó a todo el Claro con la boca abierta cuando la Caja subió un día que no tenía que subir, y en un momento en el que no tenía que subir, especialmente a Newt, quien s...