El autocar no paró hasta pasadas un par de horas como mínimo.
Todo lo que había a su alrededor era desierto y nada más que desierto. Ni siquiera un triste árbol como los que había en el Claro. Los chicos viajaron en silencio, sin decir nada y sin que tampoco les dijeran nada. Minho de vez en cuando miraba por la ventana para ver si quedaba mucho o no pero solía apartar la mirada asqueado al ver las manchas de sangre de la mujer de antes.Al cabo de unos horas, comenzaron a ver un edificio no demasiado grande, pero todos miraron asombrados.
Resulta que allí es a donde les llevaban, ya que el autocar se acercó lo suficiente a el y se paró.–¡Muy bien!– Dijo el que parecía estar al mando.– ¡Todos fuera!
–¿Donde estamos?
–Os lo explicarán ahora, pero tenéis que bajar.
Los chicos bajaron todavía desconfiando un poco y otro grupo de guardias les escoltó rápidamente hacia el interior del edificio. Por dentro todo el mundo andaba muy acelerado, como si fueran contra reloj. Les dejaron en medio del pasillo sin decirles nada hasta que de repente, un hombre vestido de blanco, escoltado por otros dos guardias que llevaban el mismo tipo de armas que los hombres que se llevaron a Beca.
–Me alegro de que estéis aquí.– Dijo fingiendo una sonrisa y todo el mundo se dio cuenta de que no lo decía enserio.– Me llamo Janson.
–¿Que es este sitio?
–Acompañadme.– Dijo dándose la vuelta.
Nadie sabía si creer a aquel tipo o no. De entrada a la mitad del grupo le había caído mal, pero era la única opción, así que decidieron seguirle.
–Estas instalaciones son una de las muchas que están repartidas, y una de las más seguras. Por eso os han traído aquí.
–¿También son parte de CRUEL?– Preguntó Newt, aunque sabía la respuesta.
–Las preguntas al final.– Dijo rodeando los ojos.– Como decía, aquí estáis a salvo, así que colaborad en lo que se os pidan y todos estaremos contentos. Empezaremos un algunas pruebas médicas. ¿Cuántos sois?
–Empezamos siendo cuarenta y uno, pero...– Comenzó Newt pero Janson le interrumpió.
–Y por lo que veo ahora sois menos de veinte. Da igual, entrad todos juntos.– Dijo quedándose junto a la puerta y todos fueron entrando poco a poco.
Una vez allí, cada uno fue atendido por una enfermera y les hizo varias pruebas diferentes. Newt se sintió ausente durante la mitad de ellas intentando atar cabos en su mente acerca de CRUEL, los tipos que se llevaron a Beca y los que les había llevado allí, pero la mujer que trabajaba con él le sacó de sus pensamientos cuando se acercó con una aguja que a él le pareció tres veces más grande de lo que era.
–¿Que es eso?– Preguntó asustado.
–Algunas de las vitaminas de las que os privaron en el laberinto.
–No, no me hacen falta, gracias.
–No te preocupes, solo será un pinchazo.
–¡He dicho que no!– Gritó levantándose y convirtiéndose en el centro de atención. Newt se alejó un par de pasos de la enfermera y entonces Thomas y Minho se acercaron a ellos.
–¿Pero qué pasa?
–Se niega a ponerse una inyección.– Explicó la enfermera.
–Tío, solo es un pinchazo. Has pasado por cosas peores.
–N-no puedo. No voy a hacerlo.
–Newt, cálmate un poco.– Dijo Thomas acercándose.– Está gente no va a hacernos nada malo. Solo quieren ayudar.
–Eso no es verdad.– Dijo algo más bajo.
–Tranquilo, ¿vale? Hazlo por Beca.
Aquella frase le desarmó. Newt intentó calmarse y después volvió a la camilla dónde estaba sentado. Sus amigos se quedaron con él para que no estuviera tan nervioso y después la enfermera se acercó a él.
–Relájate y respira hondo.– Dijo cogiéndole del brazo.
Él cerró los ojos y giró completamente la cabeza para no ver absolutamente nada. Sintió el pinchazo, la aguja introducirse en su brazo y luego un líquido frío por las venas.
–Ya está, llorica.– Dijo la enfermera alejándose.
–¿Ves como no ha sido para tanto?– Dijo Minho alejándose tras darle un par de golpes en el hombro.
–Sera gilipullo...– Se puso la mano donde le habían pinchado.
–Tranquilo. Ya sabes cómo es Minho.
–No es Minho lo que me preocupa.
–¿Entonces qué es?
–¿Has visto las armas que lleva aquí la gente?– Susurró.– Los que se llevaron a Beca tenían las malditas mismas armas.
–¿Insinúas algo?
–¿Y si tienes Beca por aquí, encerrada en algún lugar y por eso no me dejaron seguir leyendo el informe?
–No creo que nos hubieran traído al mismo sitio después de lo que pasó en el laberinto entre vosotros.
–¿A no? ¿Entonces por qué los guardias tiene el nombre de CRUEL en las chaquetas?
Thomas se quedó callado y escucharon que le llamaban para terminar sus pruebas, pero antes de irse, Newt le agarró de la muñeca y le acercó lo suficiente como para susurrarle al oído.
–Tommy, no me fío un pelo de esta gente.
–Yo tampoco. Nos ocultan algo, eso es obvio.– Volvieron a llamarle.
–Hablaremos de esto en otro momento.– Le soltó.
–Entendido.– Dijo y se marchó.
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Stay with me
Fiksi PenggemarEl problema no fue la primera chica, sino la segunda. La segunda chica fue quien dejó a todo el Claro con la boca abierta cuando la Caja subió un día que no tenía que subir, y en un momento en el que no tenía que subir, especialmente a Newt, quien s...