Capítulo 41

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A la mañana siguiente, Beca fue la primera en despertarse, y lo primero que vio fue a Newt dormido delante de ella. Ella sonrió y después le llamó un par de veces mientras le daba un beso en la mejilla hasta que se despertó y sonrió al verla.

–Hola dormilón.

–Esto si son maneras de despertarse.

Newt estiró el brazo para acariciar a Beca pero antes de llegar a ella, la manga de su chaqueta se subió un poco y quedaron al descubierto las venas negras que tenía en la muñeca. Al verlas, Beca echó la cabeza un poco hacia atrás para evitarle y él frunció el ceño.

–¿Que pasa? Creí que te gustaba que te tocará el pelo.

–Y me gusta pero...– Dijo ella y entonces Newt se miró la muñeca y descubrió lo que pasaba.

–¿Es enserio?

–Perdona. Sé que no debería darme miedo al serlo yo también pero no habías mostrado síntomas hasta ahora.

–Por dios Beca, ¡que no voy a matarte antes de tiempo!

–Lo sé y lo siento Newt. Pero es que me ha dado mucha impresión verte... enfermo. Perdóname, por favor.– Newt suspiró.

–Te perdono simplemente por que eres tú y por qué no quiero despertar al resto.

–Estamos despiertos, cara fuco.– Dijo Minho bostezando.– Más o menos.

–¿Que os ha pasado ahora?

–Nada.– Dijo Newt incorporándose y bajándose la manga.

Los chicos terminaron de desperezarse y después se pusieron en marcha. Al parecer, a parte de muros, también había cámaras por allí, así que siguieron a Sky y a Sidney hasta un punto ciego.

–Tomad.– Dijo Sidney dándoles un par de retardantes a Newt y a Beca.– Por si acaso.

–Pero esto es una vacuna.

–Si.– Dijo Beca pinchándose en el brazo.

–Ah, no, no... yo no puedo ponerme vacunas.

–¿Cómo que no?

–Hacedle caso.– Dijo Thomas.– La última vez que intentaron ponerle una vacuna casi se carga a una enfermera.

–Lo pasa fatal.

-–Pues bebetelo.– Dijo Sky.– Eso si, sabe asqueroso. Es mejor la vacuna.

–Me arriesgaré.

Newt sacó el pequeño frasco de la jeringuilla y lo bebió de golpe. Sintió que estaba amargo y acidez cuando le bajó por la garganta, lo cual le hizo toser. Cuándo se recuperó un poco, Sky le dijo que le había avisado y algunos se rieron. Después, comenzaron a excavar un poco y descubrieron una especie de alcantarilla. Bajaron uno por uno y el último volvió a poner la tapa. Bajaron por unas escaleras de acero y llegaron a un túnel oscuro y que olía a humedad. Gatearon hasta la salida, pero antes de salir Sidney les detuvo.

–¿A que esperamos?

–Cuando salgamos, corred lo más rápido que podáis. Tendremos poco tiempo.

Thomas estuvo a punto de preguntar por que, pero entonces un tren apareció a toda velocidad y su pregunta se dio por contestada.

–¡Ahora!– Gritó Sidney saliendo.– ¡Vamos, corred!

Skyler fue la primera para guiar la grupo a medida que corrían por las vías del tren rezando para que no viniera ninguno. A medida que corrían, Newt se dio cuenta de que se estaba quedando el último, por suerte, la salida ya estaba cerca. Pero antes de llegar, algo le pasó a Newt. Un dolor muy fuerte y muy punzante le golpeó en el brazo y se le extendió hasta el hombro cayendo al suelo.

–¡Newt!– Gritó Beca al ver que todos habían llegado menos él y que no se podía levantar.

Minho corrió a ayudarle, pero antes de que llegara a él, se escuchó el ruido del tren y las luces iluminaron a Minho y a Newt. Beca gritó y quiso salir corriendo hacia ellos, pero Thomas la agarró y la obligó a quedarse junto a la pared justo en el momento en el que pasaba el tren a toda velocidad. Beca gritó y rompió a llorar en cuanto vio que ninguno de los dos se movía ante el tren. Cuándo el tren término se pasar, Beca se abrazó a Thomas, ya que era el que estaba más cerca de ella mientras lloraba intentando mantenerse en pie y él no podía terminar de asumir lo que acababa de pasar. Tenía miedo de lo que le prometió a Newt se hubiera hecho realidad.

Las chicas se quedaron contra la pared en silencio escuchando los llantos de Beca. Thomas no dejaba de mirar hacia donde se había ido el tren cuando de repente, vio que, del lugar donde estaban, alguien se levantaba. Era Minho, y alargaba la mano para ayudar a Newt a sentarse.

–Beca.– Dijo Thomas girándola hacia los chicos.

Cuándo Beca vio que seguían vivos, ignoró todo lo demás y corrió con los ojos rojos y llenos de lágrimas hasta lanzarse literalmente a los brazos de Newt.

–¡Dios, mío! ¡Estás vivo! Gracias a Dios...

–No te preocupes, Beca. Estoy bien.

–Otra vez salvándote el culo, ¿eh?– Dijo Minho.– Nunca fuiste el mejor corredor.

–Recuerda que yo solo tengo una pierna buena.

–Menos mal que estáis bien.– Dijo Thomas acercándose.

–Si, y si no queréis que vuelva a pasar, deberíamos darnos prisa.

Beca ayudó a Newt a levantarse y no se separó de él hasta que llegaron a la salida.

–Oye.– Dijo Sky deteniendo a Minho antes de subir.– Ha sido muy valiente lo que has hecho por Newt.

–Es mi amigo. Casi como mi hermano, nunca hubiera dejado que le pasará nada pudiendo evitarlo.

–Lo entiendo.

–Anda, sube y sácanos de este agujero.– Dijo Minho haciendose a un lado para que Sky subiera.

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