Capítulo 43

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Sidney se alejó de Thomas y le dijo que se alejara de la ventana. Ella se asomó ligeramente por la ventana y advirtió a unos cinco guardias armados registrando el barrio puerta por puerta.

–Muy bien hecho, Stephen.

–No fue culpa mía.

–Tenemos que salir de aquí.

Sidney corrió las cortinas lentamente para no llamar la atención y le dijo a Thomas que hiciera lo mismo con el resto, cuando acabaron, fueron corriendo a la otra sala, donde Hans terminaba con Minho.

–¿Ya te lo ha hecho?– Le preguntó a Newt y él asintió.

–Tenemos que irnos.– Dijo Sindey.– ¡CRUEL nos ha encontrado!

–¿Cómo?

–A saber.

–Tenéis que daros prisa.– Dijo Hans mostrando un alijo secreto de armas.– Cojed lo que necesitéis y marchaos por detrás. Yo os cubro.

–¿Estas seguro?

–Si. Pedí una pizza hace quince minutos, se la reclamaré a ellos.

–Ten cuidado.– Le pidió Sky.

–Y vosotros.

Sidney corrió hasta la otra punta y abrió un hueco secreto en la pared por el que se descubrió una barra para que tenían que bajar. Una vez listos, se deslizaron por ella, y tuvieron que esperar a que los guardias entrarán en otra de las casas para salir corriendo.

–¡Están allí!– Escucharon gritar cuando ya salían de la calle.

Los chicos corrieron todo lo deprisa que pudieron apartando y asustando gente. Escucharon varios disparos, creían que no se atreverían a disparar estando entre civiles, pero lo hicieron. Dispararon varias veces hasta que una de aquellas balas rozó el brazo de Sidney haciéndola sangrar y caer. Thomas fue el primero en darse cuenta, y el primero en verla en el suelo mientras los guardias se acercaban.

–¡Sidney!– Gritó él mientras se acercaba.

Al llegar hasta ella, se arrodilló, la ayudo a levantarse y tras pasar uno de los brazos de la chica tras su cuello para ayudarla, salió corriendo llevándola casi a rastras.

Sus amigos les cubrieron hasta llegar al callejón donde habían entrado y aprovecharon el gentío para entrar y despistarles. Se mantuvieron un rato en silencio para asegurarse de que no sabían donde estaban y después salieron de la ciudad, pero no traspasaron los muros, sino que se quedaron en uno de los pasillos secretos a pasar la noches, salir en aquel momento sería demasiado peligroso.

La herida que tenía Sidney no era muy profunda, solamente un roce de la bala, nada serio. Aún así, rasgó su camisa para vendarse el brazo. Ella misma se ofreció para echar un vistazo por la zona y asegurarse de que allí estaban a salvo durante un rato.

–¿Que hacíais cuando escuchasteis los tiros?– Le preguntó Minho cuando la mayoría estaban dormidos.

–Hablar.

–Ya... Con Teresa también solo hablabas.

–¿Estás comparando a Sidney con Teresa?

–No. Prefiero a Sky, Beca y Sidney mucho antes que a Teresa.– Thomas no contesto a eso. Simplemente negó con la cabeza.– Has ganado con el cambio. Créeme. Tú y todos.

Después de decir aquello, Minho se quedó dormido a un lado, pero Thomas no. Se quedó despierto pensando en Teresa y en dónde estaría.

Teresa, ¿estás ahí? Si es así, por favor, contesta.

–Eh.– Dijo Sidney al volver.– ¿No duermes?

–¿Y tú? No tienes muy buena cara.

–Es por la herida. Solo necesito descansar.– Dijo intentando sentarse en el suelo, pero perdió el equilibrio y de no ser por Thomas, se hubiera caído al suelo.– Gracias.

–No te preocupes y... haz el favor de no morirte y dejarme solo, ¿vale?

–No vas a librarte de mi tan fácilmente.

–Espero que no.– Se rieron.

–¿Crees enserio que podemos conseguirlo?

–Ahora hay pocas cosas de las que estoy seguro, pero esa es una de ellas.

–¿Y hay algo más de lo que estés totalmente seguro?

–Si.

–¿Y qué es?

–Que no quiero perderte. Pase lo que pase.

Sidney sonrió débilmente por el cansancio, pero reunió todas las fuerzas que le quedaban para incorporarse y besarle.

–Que sepas que nunca te hubiera negado un beso.– Dijo ella al separarse y antes de quedarse dormida entre sus brazos.

Stay with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora