Capítulo 54

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Pasaron otro dos días hasta que Beca pudo levantarse y Newt despertó.

A diferencia de cuando Beca despertó, cuando Newt lo hizo, solo Minho estaba con él. Se miraron, Minho sonrió y se limitó a decirle "hola, pingajo". Newt se sentía peor que Beca al despertar. Era como si una estampida hubiera pasado por encima de él y mantenía una permanente sensación de vomitar. Apenas hablaba cuando Minho le preguntaba cómo estaba y no tardó mucho en volver a dormirse. Se despertaba y se dormían con tanta facilidad que la gente empezó a alarmarse.

Así estuvo durante casi un día entero, y por su puesto, no se lo dijeron a Beca. Thomas tampoco había ido a verle aún. Se sentía culpable de todo y no tenía fuerzas ni siquiera para mirar a Newt a la cara.

El día que hablaron con Beca a cerca del tema, ella estaba sentada en su cama. Las chicas abrieron la puerta y Beca las miró, cuando ellas sonrieron de aquella manera, Beca supo que había llegado el momento, que por fin, estaba despierto. También era la primera vez que Beca salía de su cuarto y todo el mundo la miraba pero a ella solo le importaba ver a Newt. Delante de su cuarto estaban Minho, Thomas y el resto de los chicos. Al verles, Beca fue hasta ellos y les abrazó a todos.

–Me alegro mucho de que estés mejor.– Dijo Thomas.

–Y yo de que estéis todos bien.

–Sera mejor que entres sola, pelirroja. Te estará esperando.– Dijo Minho.

Beca sonrió y después la dejaron entrar. Dentro, vio a Newt tumbado en la cama, aparentemente dormido y  se acercó a él. Sonrió inconscientemente y se arrodilló a su lado, le acarició el pelo justo cuando abrió los ojos, miró hacia un lado y la vio agarrándole de la mano y empezando a llorar.

–¿Estas llorando?– Fue lo primero que le dijo, y casi en un susurro para no forzar mucho la voz mientras se incorporaba un poco.

–No.– Dijo secándose las lágrimas.– No mucho.

–No llores, por favor.– Dijo él pero Beca hizo todo lo contrario y lloró desconsoladamente apoyando la cabeza en el colchón junto el cuerpo de Newt y él le acarició el pelo.– Beca por favor...

–Lo siento por ser sensible. Creía que te había perdido.

–¿Perdido? ¿Y por qué creíste eso?

–Porque me dijeron que te convertiste en raro.

–¿Eso te han dicho?– Beca asintió y Newt escondió sus brazos para que no le viera las marcas de las venas.– ¿Y... que más te han contado?

–Todo.

–¿Todo?

–Si. Me han contado todo lo que hiciste por mi, los riesgos que corriste y... lo que le pediste a Thomas.

Ahora era él el que tenía ganas de llorar. Todavía había cosas de las que no se acordaba bien, pero si recordaba lo que hizo cuando era un raro, recordaba lo que sintió y lo que hizo.

–¿Por qué?– Le preguntó tras un largo silencio.– ¿Por qué le pediste a Thomas que te matara?

–Yo... no creí que fuera a ser capaz de salir de aquello. Solo quería que tú estuvieras bien.

–¡Newt basta!

–¿Qué pasa?

–Estas todo el día intentando protegerme, intentando cuidar de todo el mundo ¡y ya no puedes seguir así! ¡Newt casi te mueres por salvarme a mi! ¿De verdad crees que hubiera estado contenta si hubieras llegado a apretar el gatillo?

–No sabía que reaccionarias así...

–¿Y como creías que  reaccionaria?Tienes que dejar de preocuparte así por mi y el resto, y mirar por ti un poco más por que... por que no soportaría perderte otra vez.

–Beca perdóname. Supongo que he sido un cara fuco, un idiota, un gilipullo...– Comenzó él y Beca le detuvo con un beso sentándose a su lado.

–No se te ocurra volver a intentar suicidarte, ¿me escuchas?

–Te prometo que no.– Dijo acariciándole el pelo.

–Dime una cosa: Antes de que me durmiera, ¿me dijiste que me querías por qué pensabas que no volverías a verme?

–¿Qué pasaría si dijera que si?

Beca se aferró de nuevo a su mano y la besó mientras volvía a derramar lágrimas.

–Empezamos esto juntos.– Le dijo él cogiendo sus manos.– Y así es como lo vamos a terminar.

–¿Me lo prometes?

–Te lo juro por mi vida. Tu y yo, ¿vale?– Beca asintió con una sonrisa.

–Vale.– Newt sonrió.– Levántate y sigue caminando, pingajo.

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