Durante la resto del día, ninguno de los cuatro dijo nada acerca de la pared que encontraron. Y mucho menos Beca. Desde que volvió del laberinto se sintió mal, todavía más diferente de lo que era al resto de los Clarianos.
Estuvo ausente durante todo el día, ni siquiera ayudo a los chicos ni a Teresa a descifrar aquel código de los mapas. Se quedó sentada bajo uno de los árboles del Claro mirando las puertas, hasta que Chuck se sentó a su lado, y aún así, no dejó de mirarlas.
–¿Qué tal está tu brazo?– Le preguntó el niño.
–Mejor, gracias Chuck.
–Estáis todos raros desde que habéis vuelto del laberinto. ¿Habéis encontrado algo?
–Solo un lacerador.
–¿Y él te hizo lo del brazo?
–Mas o menos...
–¿Tú crees que hay una salida?– Dijo el chico, ella le miró y sonrió un poco para tranquilizarle.
–Pues claro que sí. No te preocupes, Chuck. Te prometo que encontraremos la salida.
Por la noche, las puertas se cerraron y Beca ya no sintió nada. Absolutamente nada, y desde que habló con Chuck aquella tarde, no volvió a abrir la boca. Ni siquiera cuando se fue a dormir con Newt, que le habló un par de veces y ella no contestó hasta que estuvieron solos.
–¿Que te pasa?– Le preguntó él cerrando la puerta.– ¿Por qué no hablas?
–No lo sé, Newt. Siento que va a pasar algo. Algo malo.– Dijo cruzándose de brazos.
–No. Por favor, tú también con ese rollo de "algo malo va a pasar" no.– Dijo acercándose a ella y la agarró de los hombros.– Mírame, Beca, vamos a salir de aquí y todo saldrá bien.– Beca le miró algo emocionada y después le abrazó.
Era la primera vez que a Newt le daban un abrazo así, y por un momento, se sintió raro. Abrazó a Beca de vuelta y dejó que ella se desahogara tranquila.
A la mañana siguiente él se levantó antes que ella para dejarla descansar y cuando ella se despertó, bajó a desayunar y allí la esperaba Newt. Cuando ella se sentó a su lado, él le cogió la mano, le dedicó una sonrisa sincera y se sintió mejor.
Por la tarde, Beca se quitó el vendaje del brazo y vio que ya sólo tenía una pequeña herida que no le preocupaba en absoluto. Después de eso, ella y Newt se quedaron bajo un árbol, apoyados en el tronco y Beca apoyada en el hombro de Newt.
–Pareces estar mejor.– Le dijo él.
–Tampoco estoy al cien por cien, como hace unos días.
–Te advertí acerca del laberinto.
–Lo sé, y tenías razón, pero no fue el laberinto lo que me dejó trastocada.
–¿Y que fue?– No respondió.– Vamos, Beca. Sabes que puedes confiar en mí.
–¿Me guardarlas un secreto?– Le miró a los ojos.
–Claro.
Beca quería contarle por fin lo de el colgante que traía, pero antes de que pudiera decírselo, Minho y Thomas entraron en el Claro corriendo más de lo normal y con cara de preocupación. Newt se alarmó al ver aquello, y se levantó, cogiendo a Beca de la mano para que fuera con él y al igual que todo el Claro, se acercaron a ellos.
–¿Que pasa?– Les preguntó Newt.
–En el laberinto... hay algo, y no es un lacerador...– Dijo Thomas mientras tomaba aire.

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Stay with me
FanfictionEl problema no fue la primera chica, sino la segunda. La segunda chica fue quien dejó a todo el Claro con la boca abierta cuando la Caja subió un día que no tenía que subir, y en un momento en el que no tenía que subir, especialmente a Newt, quien s...