Stay with me

Capítulo 8

Newt llevó a Beca hasta su cuarto como la última vez y esperó a que viniera algún mediquero.

Tumbó a Beca en la cama, se sentó a su lado y la miró. Había estado pensado en lo que en lo que le había dicho Minho. No recordaba lo que era querer a alguien de aquella manera, pero con Beca se sentía diferente. Se sentía bien, y no quería que aquella sensación desapareciera si ella se marchaba. Cuando Clint llegó a los pocos minutos y le echó un vistazo bajo la atenta mirada de Newt.

–No parece que tenga nada físico. Esto en todo caso sería algo psicológico.

–¿En qué sentido?

–Tío, conseguí mi trabajo de la misma manera que tu. No soy un experto.

–¿Y no crees que pueda tener algo dentro de la cabeza que le haga daño? Se quejaba de eso.

–No he encontrado ninguna cicatriz, pero si es cierto que las venas le laten muy fuerte. Puedo que por eso sintiera la presión.

Newt se agachó hacia ella y la examinó algo más de cerca mientras Clint se quedaba unos pasos más atrás.

–Oye... se comenta por el Claro... que tienes ciertos sentimientos hacia Beca.

–¿Has hablado con Minho, verdad?

–Si.

–Pues dile que como siga diciendo cosas que no son verdad, le voy a partir es maldita cara de fuco que tiene.

–Le haré llegar el mensaje.– Dijo con una media sonrisa y después se marchó.

Aquella noche Newt no tenía hambre, así que no quería bajar a cenar para que todo el mundo le estuviera diciéndo que le gustaba Beca, así que decidió quedarse en su cuarto.

A la mañana siguiente, Beca se despertó de golpe, sin sueño, sin dolor. Se incorporó de golpe respirando fuerte y con un sudor frío recorriendole la espalda. Miró a su alrededor, y sintió un pequeños alivio al volver a estar en el cuarto de Newt. Pero esta vez, no le encontró durmiendo en el suelo en una postura inhumana, sino en una hamaca que había colgado en las paredes. Beca ser rió un poco al verle dormido de aquella manera. Por un momento le pareció incluso bastante mono y entonces se despertó, la miró y sonrió un poco.

–Esta vez he sido más inteligente.

–¿Ha... pasado lo mismo que ayer?

–Si. Por suerte, no estabas sola.

–Si. De eso me acuerdo...

–Beca, ¿pensarías que estoy loco si te contara algo?

–Mira por la ventana, Newt. Vives en una locura.

–Escucha. En el Claro hay algo que llamamos Cuchillas Escarabajo. Son como cámaras de seguridad por las que nos vigilan.

–¿Quién os vigila?

–Los Creadores, suponemos. Y estoy casi seguro de que son los mismos que te han hecho algo para que reacciones así al ruido de las puertas.

–¿Tú crees?– Newt se encogió en hombros.

–Solo es una teoría.

–Yo he llegado ya a un punto en el que me lo creo todo. La pregunta es: ¿cómo me libro de ello?

–Ni idea.– Dijo y se levantó.– De momento, ¿qué tal si desayunamos? Me muero de hambre.

Ambos bajaron a la cocina de Fritanga y Beca se sorprendió al ver que Minho y Thomas estaban allí, acompañados de Chuck. Para esa hora normalmente ya se habían ido.

–¿Qué hacéis aquí?– Preguntó Beca al acercarse a ellos.

–Newt nos ha pedido que nos quedemos.

–Si, jupi.

–Llevas dos años recorriendo el laberinto, Minho. Por un maldito día que no entres no pasará nada.

–Dijo el que quiere salir de aquí lo antes posible.

–Parad ya.– Intervino Thomas.– Estamos aquí por una razón. ¿Te acuerdas, Minho?

–Ah, si.– Dijo y termino lo que estaba bebiendo.– Vamos Beca, ven conmigo.

–¿Pero ya? No he terminado.– Dijo ella con la boca llena.

–Si, ahora. Vamos.

Minho llevó a Beca un poco más alejada del resto, seguidos por Newt, Thomas y Chuck. Minho se paró y se quedó delante de ella y los chicos se quedaron a un lado.

–¿Sabes defenderte?

–¿Qué?

En vez de darle una explicación, Minho arremetió contra ella y la tiró al suelo sin que Beca pudiera hacer nada.

–Si quieres sobrevivir aquí dentro o ahí fuera, tienes que saber defenderte. Vamos, levanta y volvamos a inténtalo.

Beca se levantó, se limpió las manos de tierra y atacó a Minho, aunque sin mucho éxito de nuevo.

–¿Crees que ha sido buena idea?– Le preguntó Thomas a Newt al ver a Beca caer por cuarta o quinta vez.

–Tiene que serlo. Lo necesita.

–Entonces recemos por que Minho no la destroce mucho.– Dijo Thomas al ver a Beca de nuevo en el suelo.

–¡Otra vez!– Dijo Minho.

Beca estaba harta de caer, volver a levantarse y escuchar a Minho que le dijera que lo intentará de nuevo una y otra vez. Estaba harta de perder, así que cuando cayó al suelo esa vez, decidió que sería la última.

–Otra vez.

Beca se limpió la tierra de la cara antes de levantarse. Después lo hizo y miró a Minho sería durante unos segundos, después corrió hasta él y le atacó como él había hecho hasta ahora. Repitió los movimientos que había visto antes en él pero de distintas maneras por lo que Minho no lo vio venir y terminó en el suelo, tal y como había estado ella antes.

Todo el mundo se sorprendió al ver aquello, incluso Beca. Desde el suelo, Minho se dio la vuelta hacia ella en el momento en el que los chicos se acercaron a ellos.

–El Karma te ha fucado bien, ¿eh?– Dijo Newt.

–No ha estado mal.– Admitió Minho.– Nada mal.

–Gracias.– Dijo sonriente y ayudo a Minho a levantarse.– ¿Y ahora?

–No lo sé.– Se encogió en hombros y se giró hacia los chicos.– ¿Quien es el siguiente?