Stay with me

Capítulo 49

Ninguno de los chicos se movió de su sitio hasta que les obligaron a hacerlo.
De los guardias que había detrás de ellos, un par se acercaron por detrás y les empujaron con sus armas para que fueran hasta el edificio de CRUEL.

No se tocaban. No se hablaban. No se miraban. Caminaban como almas en pena que iban hacia el inframundo para pasar toda la eternidad, como animales hacia el matadero. Todos se sentían culpables de todo lo que había pasado, del sufrimiento que habían sido testigos, no le dijeron nada a Beca para protegerla, pero ahora dudaban de si había resultado o no. Ninguno podía sacarse de la cabeza la imagen de Beca llorando y gritando, rogando respuestas a lo que habían hecho. A lo que creía que Newt había hecho.

Los guardias llevaron a los chicos hasta una habitación con la puerta de acero blindado. Metieron el código en un panel que había junto a la puerta y  les dejaron pasar uno a uno, después cerraron la puerta.

Cuando les encerraron, todo el mundo adoptó una postura diferente: Minho se puso a golpear la puerta como si quisiera tirarla abajo, las chicas se habían sentado juntas en una de las camas consolándose mutuamente, Thomas pensaba en lo que acababa de pasar yendo de un lado a otro y Newt se limitaba a dar la espalda a todo el mundo mirando el frasco con la posible cura. Minho gritó de rabia y golpeó la puerta una última vez antes de hablar:

–¡Nada! No puedo abrirla.

–¿Y como esperabas abrirla?– Dijo Sky algo enfadada.– Conozco este sitio, y esa puerta tiene por lo menos diez centímetros de grosor.

–¡Estamos aquí por tu culpa!

–¿Mía?– Se levantó.– He intentado que os dejaran libres. ¡No sabía nada de la emboscada!

–Oh si. Estoy seguro.

–¡Os avisé del riesgo y decidisteis venir igual igual!

–¿Podéis dejar de gritar?– Dijo Sidney apoyando la cabeza en las manos.– Me duele la cabeza.

–Lo mejor será que nos relajemos todos.– Dijo Thomas.– Está claro que tenemos que salir de aquí, así que será mejor pensar con calma e idear un plan.

–¡Oh, si! ¡Que gran idea!– Dijo Newt de espaldas y después se dio la vuelta de golpe con los ojos muy abiertos y llenos de ira.– Otra plan brillante, igual que todos tus malditos planes.

–¿Newt, que dices?

–Digo que ya estás otra vez diciéndonos lo que tenemos que hacer. Igual en vez de a Minho debieron tatuarte a ti la palabra de "Líder" en la nuca.

–Calmate, tío.

–¡No! Estamos aquí metidos, por culpa tuya.– Dijo acercándose a Thomas.– Tu nos metiste en esto sin ni siquiera preguntarnos.

–No fue mi idea venir aquí.

–No, pero sí que lo fue salir del maldito laberinto. ¡Tomás las decisiones por todos! ¡Y odio que hagas eso!– Gritó.– ¡Odio que hables por mi! Lo odio ¡Y te odio a ti!

–Newt, cálmate. No sabes lo que dices.

–¡Tú no te metas Minho!

–¡No es todo culpa de Thomas!

–¡Y quién nos metió en CRUEL por primera vez!– Gritó.

–No fui yo.– Thomas retrocedió pero Newt siguió acercándose a él.

–Si claro. Nos metieron... en un laberinto durante dos malditos años, nos quitaste todo...  nuestras familias, nuestros amigos, nuestro recuerdos...¡¡Y ahora me has quitado a Beca!!

–Newt, te prometo que yo no...

–¡¡No me mientas!!– Gritó lleno de ira agarrándole de la camisa y estampandole contra la pared.– No se te ocurra... mentirme... con Beca.

Newt perdía fuerza a medida que pronunciaba la última frase. La fuerza con la que agarraba a Thomas de la camisa disminuyó y agachó la cabeza dejando escapar una que otra lágrima. Thomas se había quedado en shock ante aquello, pero entonces vio que por el cuello de su amigo subían unas venas negras. Se le acababa el tiempo.

–Si quieres ayudar a Beca... tienes que tomarte esto.– Dijo poniendo una mano en el hombro de Newt y con la otra le enseñó el frasco que le había dado Janson, se lo había guardado en el bolsillo cuando comenzó a gritar.

–¿Y si no quiero? Por culpa de esto se han llevado a Beca.

–Y si no te lo tomas pronto, no podrás volver a verla.– Dijo Minho acercándose.

–Si lo tomo... ¿ambos me prometéis que volveré a ver a Beca?

–Claro.

–Por supuesto.

–Pero tienes que tomártelo ya, ¿vale?

Newt asintió lentamente mientras cogía el frasco. No dijo nada y se alejó hasta la otra punta de la habitación para entrar al baño. Había un puerta que llevaba a un pequeño cuarto de baño, del cual Newt abrió la puerta y dijo algo antes de entrar:

–Necesito hacer esto solo, ¿vale chicos? Quiero tomarme mi tiempo.

–Vale, pero recuerda que no puedes pasarte toda la noche ahí metido.

Newt asintió y después entró solo al baño. Cuándo la puerta se cerró, Minho fue hasta ella y se quedó a su lado.

–¿Que haces?– Le preguntó Thomas.– Ha dicho que quiere hacerlo solo.

–Exacto. Tengo miedo de que haga una locura, y si la hace, entraré y me da igual que me grité.

–Esta bien, pero deja que lo intente solo.

Minho asintió y después Thomas fue a sentarse en el suelo y se apoyó en la pared. Soltó un suspiro de desesperación. Al verle así, Sidney se levantó de su sitio y se sentó junto a él, agarrándole de la mano. Ninguno dijo nada, simplemente se quedaron juntos agarrados de la mano.

Pasaron un par de horas como mínimo hasta que la puerta del baño se abrió y Newt salió. Minho le miró muy serio apoyado en la pared con los brazos cruzados, Newt le aguantó la mirada un par de segundos y después Minho alargó la mano.

–¿No confías en mí, cara fuco?

–Dámelo.– Dijo Minho serio. Newt rodeó los ojos y después le dio el frasco dónde estaba la supuesta cura, vacío.

–Aquí tienes, pingajo. ¿Contento?

–Si.– Dijo Minho mirando el frasco.

–¿Entonces ya estás curado?– Le preguntó Sidney sin separarse de Thomas.

–No lo sé, supongo... Pero ahora tenemos cosas más importantes que hacer.– Respiró hondo y miró a Thomas.– ¿Cuál es tu maldito plan?