Capítulo 28

2K 119 12
                                    

Después de aquello, Beca habló con Vince y acabó convenciendole de que dejara a Newt dormir con ella. Todo el mundo sabía que Beca era especial desde el momento en el que la sacaron de las instalaciones de CRUEL y todos la trataban como si fuera lo más preciado que hubiera a la pieza clave que necesitaba CRUEL para sus planes. Por eso la protegían tanto y no aceptaban del todo su relación con Newt, pero Beca consiguió que Vince dejara que durmieran juntos.

Al resto de los Clarianos les dejaron una habitación con varias camas y hamacas para que durmieran. La mayoría de ellos se quedaron dormidos bastante rápido menos Thomas y Minho que no terminaban de confiar en aquella gente.

–Nos han salvado y nos han traído aquí.– Dijo Thomas bajito para no despertar a nadie.

–A una ciudad llena de raros.

–Alejada de CRUEL.

–¿Y por eso deberíamos fiarnos?

–Yo quiero hacerlo. Han protegido a Beca y a un montón de gente durante mucho tiempo.

–Eso es lo que nos han dicho.

–Minho, vamos. ¿No hay nada que te inspire un poco de confianza?

Minho no respondió tan rápido como Thomas hubiera querido. Se tomó su tiempo para pensar y contestar mientras su amigo seguía mirándole.

–Supongo que tienes razón.– Dijo al fin.– Hay... que confiar en la gente que te ayuda.– Dijo y se levantó.

–¿A dónde vas?

–A caminar un poco. A ver si me entra un poco el sueño.

Thomas se tumbó de nuevo en la cama, intento relajarse y se quedó dormido al rato. Mientras, Minho paseó por casi todo el edificio hasta que llegó a la sala de los ordenadores donde vio que todo seguía encendido y Sky seguía trabajando.

–¿No duermes?

–Eh, me has asustado.

–Perdona.– Dijo entrando en la sala.

–No pasa nada, en realidad, tengo que terminar con esto lo antes posible y me está costando lo suyo.

–¿Qué tienes que buscar exactamente?

–Información sobre vosotros, pero os tienen bien escondidos.–Sky se dio la vuelta y se quedó mirando a Minho.– ¿Qué es lo que tenéis para ser tan especiales?

Minho, que se había quedado cruzado de brazos y apoyado en una pared, sonrió un poco.

–Si lo supiera, te lo diría.

–¿Y no hay nada en lo que me puedas ayudar? Cualquier cosa que sepas.

–Me borraron la memoria. Créeme cuando te digo que no tengo ni idea.

–Uuhh, eso suena bastante mal.

–¿Me lo dices o me lo cuentas?

–Bueno, voy a seguir trabajando. Si encuentro algo que os ayude con ese problema de memoria, os avisaré.

–Quiero ser el primero en saberlo.

–Si, si, si. Anda, vete a dormir un poco, te hará falta.

Minho sonrió de nuevo y después se fue a dormir. No como Sky, que se quedó trabajando casi toda la noche. Cuando no pudo más, se echó un rato y se quedó dormida en segundos. Pero a la mañana siguiente, la despertó el ruido de uno de sus programas que la avisaba de que había terminado una descodificación y ahora tenía acceso a más sistemas. Se levantó sin ni siquiera desayunar y se puso a trabajar sin que nadie la molestará.

–Hum, esto ya me gusta más.– Dijo cuando encontró algo interesante.

Indagó más en los archivos confidenciales de los chicos durante toda la mañana, hasta que le sonó el teléfono. En realidad era una especie de intercomunicador que solo ella utilizaba. Lo miró durante un momento y después se apartó de los ordenadores para contestar.

–Si.– Dijo al descolgar.

...

–No, no he percibido ningún movimiento.

...

–Aquí no ha venido nadie, les habrán llevado a otro sitio.

...

–Les piso los talones, pero aún no puedo enviar una posición exacta.

...

–Si fuera tan fácil, no enviaría a su mejor agente.

...

–Necesito tiempo.

...
...

–¿Enserio? ¿Qué más puede decirme acerca de ellos?

...

–Ya...

...

–No se preocupe. Los tendrá sanos y salvos.– Dijo y colgó.

Sky dejó el comunicador sobre la mesa y después echó un último vistazo a los nuevos archivos antes de que Sidney entrara a buscarla.

–Buenos días Sky.

–Lo serán para ti.– Bostezó.

–¿No has dormido o que?

–¿Con el lío que tengo? No he dormido más de tres horas o así.

–Vaya, pues desayuna algo y luego vuelves a trabajar.

–No, ahora no puedo. Tengo que hablar con Vince.– Dijo levantándose pero Sidney la detuvo antes de que se fuera.

–¿Va todo bien?

–Si. Somos amigas, si algo fuera mal te lo diría.

–Vale. Confío en ti.

–Y yo en ti Sid, eres como mi hermana.– Dijo dándole una palmada en el hombro y después Sky se marchó. Sidney la siguió con la mirada un poco preocupada por si volvía a pasar.

Stay with meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora