—¿Cómo es que han escapado? Necesito saberlo.
Violet suspiró a mi lado. Se acurrucó en mi pecho, y trazó garabatos en mi torso con su dedo índice.
—Joel no es el único dentro de la mansión que está en contra del accionar de mi padre.
—¿Anna? —puse los ojos como platos.
—Oh, no —negó—. Creo que ella no tiene ni idea de lo que está pasando. Y me carcome la culpa, me gustaría que lo supiera... Pero jamás dejaría que se involucrara así. Joel ya se está arriesgando demasiado conmigo, y ahora Gary...
—¿Gary? ¿El de las cámaras? ¿El amigo de tu padre?
—Ese mismo.
Inhalé profundamente.
Violet se explicó:
—Siendo el amigo de papá... Conocía el plan, mejor que nadie. No sé exactamente cómo se enteró que yo estaba oculta en casa de Joel, pero no importa. Lo que es relevante es que no nos delató.
—Tienes muchas personas allí dentro que te quieren y se preocupan por ti —murmuré.
—Y también las tengo fuera —confirmó, colocando su mano en mi mejilla—. ¿No es así?
La miré con detenimiento.
Me incliné hasta besarla.
—Hasta el fin del mundo —afirmé.
Ella sonrió dulcemente.
—¿Y ahora, qué?
Tomé una bocanada de aire.
No quería pensar en el futuro, mi plan era acostarme junto a Violet en mi cama y dejar que el tiempo pasara, sin angustias, sin problemas, sin pensar en el siguiente minuto.
Pero era inevitable. Con algo semejante a lo que pasaba a nuestro alrededor, era imposible no pensar por un segundo.
—Maggie tiene razón. Tengo que hacer algo —mascullé.
—¿Vas a hacer una denuncia?
En su voz no se oía miedo, ni preocupación por el futuro de su padre. Lo preguntaba como si estuviera preguntando qué había de cenar.
—Sí.
—Okey. Iré contigo.
Fruncí el ceño.
—¿Para qué?
—No eres el único que tiene motivos para llevarlo delante de un juez. Sé cosas, Max. Y no soy la única.
Consideré lo que me decía.
Estaba claro que Violet nunca me había contado toda su vida, generalmente nunca lo hacía con nadie. Sólo ella sabía qué cosas había vivido, y esa era su garantía.
Sin embargo, la comprendía. En su momento había entendido sus razones para ser quien era, y la entendía nuevamente ahora.
—Sé que mi madre también tiene muchas cosas ocultas —agregó—. Sin mencionar a Anna, Gary y Joel.
—¿Conoces a una tal Ariadne? —cuestioné, con curiosidad.
—Conozco el nombre —confesó—, pero nunca la he visto. Es amiga de mi padre.
—Es la actriz que utilizó —susurré.
—Hijo de puta —espetó.
Violet me abrazó aún más fuerte, como si pudiera contenerme por sí sola.
ESTÁS LEYENDO
Silver and Gold
Novela JuvenilMax Silver es nuevo en el instituto. Eso lo hace sentir incómodo hasta que comienza a comprender su entorno; incluyendo a una chica bastante particular: Violet Gold, la rompecorazones suprema de la escuela, llama su atención de cualquier forma. A me...