—Creo que aún tengo resaca —se quejó Wally, tocándose la frente.

—¿Y de quién es la culpa, únicamente? —comentó Jane, con la cabeza en el regazo de Fiona.

   Wally la miró directamente, fulminándola con la mirada.

—¿Debes ser siempre así de insoportable?

—Viene de familia —se encogió de hombros—. Y si Fiona me aguanta, entonces tú eres sólo un bebé llorica.

   Me reí ante la comparación.

   Estando en el parque con quienes ahora parecían ser mis amigos, me sentía normal. Como si mi vida no hubiera sido modificada después del accidente automovilístico.

—Austin hará una fiesta por su cumpleaños la semana próxima —Fiona cambió el tema—. Están invitados.

—¿Habrá alcohol? —Wally intervino.

—Claro.

—Entonces estoy más que invitado —sonrió.

—Acabas de quejarte porque sigues con resaca del viernes —Jane indicó—, ¿y ahora piensas en emborracharte la semana que viene, otra vez?

   Me reí.

—Mujer, no interfieras con mis decisiones —replicó—. En una semana, estaré tan fresco como una lechuga.

   Fiona se carcajeó. Jane le dio una mirada desaprobadora, pero lo dejó estar.

   Incluso pude ver cómo una sonrisa de costado tiraba de sus comisuras.

—Entonces —Fiona volvió a hablar—, ¿cómo ha estado ese evento de oro?

   Sonreí. Así era cómo se burlaban Fiona y Jane de la familia Gold.

—Como cualquier otro evento aburrido de gente sofisticada y rica —farfullé.

—Yo no oí eso —Wally encendió un cigarrillo—. Coqueteó con Raven, la hermana menor de Violet.

—No puede ser —Fiona abrió la boca en forma de O.

—No coqueteé con ella, mierda —rodé los ojos—. Sólo...

—¿Sólo le hablaste dulcemente, diciéndole lo bonitos que son sus ojos, y que podrían dar una vuelta en su auto para terminar cayendo de sorpresa en tu casa, e invitarla a tomar una copa de cualquier sustancia tóxica para el hígado, y terminar en una sola cama haciendo...?

—Ya. Demasiado gráfico, Wallace —Jane lo reprendió.

   Fiona lanzó una carcajada.

—Que tú seas lesbiana no significa que las cosas heterosexuales no existan, Jane —protestó Wally. Y centró nuevamente su atención en mí—. Bien, no ligaste con ella. Pero sí ligaste con Violet.

—¡¿Qué?! —Jane casi gritó.

—Tampoco ligué con Violet, Jesús.

—¿Así que, entonces, ligaste con Jesús? —bromeó Wally.

—Nunca eres serio, ¿verdad?

—No —sonrió, orgulloso—. Mi madre ya me ha regañado lo suficiente por ello. No lo hagas tú.

—Entonces, no coqueteaste con Violet ni Raven —pensó Fiona—. ¿Acaso ligaste con Ivonne?

   Fue Wally quien lanzó una risotada esta vez.

—No me sorprendería...

—Oh, por favor —mascullé—. ¿Hoy es el día de "burlémonos de Max" y yo no me he enterado?

Silver and GoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora