#Marcos-Te veo demasiado segura, yo no me confiaría tanto, niña. - No sé realmente a quien intento convencer con esas palabras, si a ella o a mí.
- ¿Niña? - Le ha molestado. Está poniendo los brazos en jarra. Vaya, que sexy está enfadada. Me la imagino con el mismo gesto en mi cama, atada, frustrada por no poder tocarme. ¿Será capaz de complacerme aun teniendo dieciocho años?
-Te he dicho que eres muy pequeña, yo no voy a estar con alguien que me saque uno o dos años, y tú me sacas muchos más.
- ¿Sabes qué? - ella se acerca a mis labios- Que la edad no importa y si no ya te darás cuenta, pero que sepas que algún día estarás por mí, porque pienso esperar e insistir. Y espero que para entonces no sea demasiado tarde. -Veo como se levanta, parece dolida. ¿De verdad es para ponerse así?
-Es que no entiendo que te ha dado por mí, joder. Hay muchos chicos que te pueden querer mejor que yo en este lugar.
Me arrepiento de mis palabras en el mismo momento en el que las digo. Me siento... ¿culpable? Yo nunca me he sentido así...
-Es que no lo entiendes Marcos, sé que no hace tanto que nos conocemos, pero me gustas. Me gustas mucho. ¿Es que te crees que soy así con cualquiera? - me quedo en silencio- Eres un imbécil. –Joder, ya la he cagado, no es mala gente ni nada, pero no debo, no.
La sigo hasta el baño, donde ella está maquillándose. ¿De verdad necesita echarse eso en los labios? Mientras más se pone más llamativos son... ¿Habrán pasado muchos labios por esa boca?-Oye, perdóname... no quería hablarte así, pero normalmente soy yo quien les entro a las tías. También me han buscado tías a mí, pero nunca así... de una forma tan directa.
-No me importa, da igual, está bien.
Me estoy empezando a sentir mal. ¿Qué coño me pasa? Echo a tías de mi cama todos los fines de semanas y no me siento mal. ¿Y por la morena sí? ¿Qué tiene?
-Joder, escúchame ¿vale? He sido un gilipolla, lo sé, me he equivocado contigo y...
- ¿Te estás disculpando? –Se acerca divertida a mí. Tiene que estar de broma. ¿Hace un segundo casi me pega y ahora se ríe de mí?
-Yo no me disculpo niña.
-Eres un idiota- se da media vuelta y entra al salón. ¿Ahora qué? Me está volviendo loco.
-Vale, sí. Era una disculpa ¿contenta? - Ella me mira sonriente, joder que sonrisa. Antes de que pueda darme cuenta me está tomando del cuello de la camiseta. Y me besa. Joder, como besa. Pienso en quitármela de encima, pero de repente soy yo quien la está acomodando en el sofá mientras la beso. Nos separamos por falta de aire, y esta vez soy yo el que inicia el beso. Está sonriendo, que capulla. Le acaricio la mejilla y bajo mis besos hasta su cuello, se le corta la respiración. Oh nena, me parece que he encontrado tu punto débil.
-Marcos... umm- Dios, eso ha sido suficiente para que me duela la polla.
-Shh...- le tomo un pecho, se lo beso, acaricio su cadera y ella me tira del pelo. Como me tiene. Cada vez estamos más acalorados hasta que...
-Tío, no encuentro mis llaves- esa es la voz de Emett.
-Espera que saco las mías- son los chicos. Mía y yo nos reincorporamos. La miro, ella se peina con las manos mientras me sonríe, y yo no sé qué hacer ni como sentirme
¡Sí, sí! Por fin, yo sabía que esto tenía que pasar. Me gusta tanto... y le gusto, yo sé que le gusto. Pero todo este momento tan perfecto se acaba cuando llegan los chicos. No tengo nada en contra de ellos, pero ojalá no hubiesen entrado. ¿Hasta dónde podríamos haber llegado? Es una máquina sexual, lo he notado en su forma de besarme, de tocarme, de apretarme...
-Hola chicos- dice Emett
-Hola- les sonrío.
- ¿Estáis solos? - pregunta Dani de mala gana. Yo asiento. - ¿Y Lili? - de repente se escucha unos gemidos.
-Ahí está vuestra respuesta- dice Marcos mientras ríe. ¡Está feliz! ¿Será por mí?
-Puto Ryan- dice Emett negando con la cabeza mientras que todos reímos.
- ¿Te quedas al final Mía? –Me pregunta Dani mientras que yo miro por el rabillo del ojo a Marcos.
-No creo que sea una buena idea. Además, tengo que llamar a mis padres y...
-No te preocupes, llámalos desde aquí. Nos lo vamos a pasar bien.
-Bueno vale, pero dormiré en el sofá sola.
-Tú misma- dice Emett.
-Como quieras, aunque un colchón siempre es más cómodo. Por lo menos te quedas. Quiero decir, por lo menos no vas hasta el ala de las chicas tú sola, algún rector te podría suspender o incluso llamar a tus padres- dice Dani.
Sí, por lo menos me quedaba, pero no gracias a Marcos. Él ni siquiera había abierto la boca. Qué decepción, creí que lo de hace un rato había sido un avance...
- ¿Ponemos otra peli? - pregunta Emett.
-Pues ponla- responde Marcos. Por lo menos no está enfadado. Los chicos ponen otra peli, esta es de risa. Por suerte Dani está totalmente concentrado en la película, estaban todos muy relajados, incluso Marcos. Creía que no me daba cuenta, pero le vi mirándome alguna que otra vez de reojo cuando me reía.
Antes de acabar la película ya me había quedado dormida, cayendo por completo en los brazos de Morfeo.#Marcos.
Todos se habían ido a la cama, incluso yo. Después de que ella se quedase dormida, la película terminó y todos nos fuimos a dormir, o al menos a intentarlo. No pude quedarme dormido sabiendo que ella estaba dormida en ese sofá infernal. Así que hice la buena acción del año y fui a por ella, la cogí y la dejé dormida sobre mi cama. Joder, ¿desde cuándo hago yo estas cosas? ¿Y por qué se pone ese maldito pijama? Está buena hasta dormida. ¿Y ahora qué hago? ¿Me quedo aquí de pie mirándola? ¿Me voy al sofá? Joder si es que soy imbécil, imbécil soy. Y acabé durmiendo esa noche en el sofá.
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ERES MÍA, PRECIOSA. (I)
RomanceÉl es extremadamente impredecible, arrogante y adictivo. Ella, seductora, descarada e insaciable. ¿Hasta donde serías capaz de llegar por conseguir algo? Atención. Esta es una novela hecha única y exclusivamente por mí, no se admite el plagio. Si qu...