Sabe que me ha hecho daño.

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#Mía

Estoy por marcharme cuando veo como Ryan le dice algo a Marcos. Este se separa de la chica de inmediato de su lado y levanta la cabeza alarmado. De repente me ve, me mira fijamente y veo como viene hacia mí, yo me doy la vuelta y agarro a Lili del brazo para poder marcharnos de ese lugar. Ojalá no haber venido nunca.

- ¡No! ¡Mía no te vayas! ¡Espérame! ¡Tienes que escucharme! - Apenas le escuchó con todo el ruido que hay aquí formado. Motores, música, gente gritando...Aun así logró entenderle y sigo avanzando. Es en ese momento cuando me doy cuenta de que estoy llorando. Siento como alguien me coge la mano y me gira, no quiero verle, no puedo mirar a Marcos a los ojos.

-Pero bueno... ¿Qué hace Mía Hills por aquí?

-Ya me voy Adam- le sonrió un poco. Es un buen chico, no sé qué hace aquí.

- ¿Quieres que te acerque al Campus? - miro a Lili que no puede parar de llorar, y hace una mueca. También miro a Marcos que niega lentamente con la cabeza, todavía no me ha soltado y sigo sin poder mirarle a los ojos, su mano quema sobre la mía. Necesito salir de aquí.

- ¿Te importaría? - Dudó mucho que sea alguien malo, él es quien me pasa los apuntes de inglés siempre. Y por lo que ya he visto esta noche, ningún taxi va a venir a recogernos.

-Yo te llevaría a cualquier parte, nena. - Suelto mi mano de la de Marcos, quién no dice nada. Sé que me está poniendo a prueba. Esto es lo que me faltaba. Hago caso omiso a su aniquiladora mirada y comienzo a caminar junto a Adam y Lili.

-Ella no se va a ir contigo a ninguna parte Adam- Su voz suena tan imponente que hace que me estremezca, lo nota. Y esta noche lo odio aún más si puedo.

-Voy a llevarlas al Campus, Marcos.

-No, las llevo yo- subo a Lili al coche de Adam mientras que ambos discuten, pero cuando estoy a punto de subir...

-Ni se te ocurra Mía- Pero yo ya estoy dentro, y me niego a dejar que me siga viendo sufrir por su culpa. Me quedo en silencio mirando al frente mientras que Adam arranca el coche, no sé qué cara estará poniendo Marcos, no quiero saberlo. Pienso en todo lo que ha pasado esta noche. No ha podido salir peor. Miro a Lili, se ha quedado dormida. También ha sido un día duro para ella.

- ¿Estáis juntos? - Adam arranca mientras que intenta entablar conversación conmigo. Una pena que no sepa escoger bien el tema.

-Estamos, estábamos... no sé qué somos ahora mismo. - Mi voz se va apagando a medida que le contesto, hablar así de Marcos. De lo que sea que teníamos o tenemos, me duele como si me estuvieran pegando.

-Una chica tan increíble como tú podría estar con cualquier otro hombre que no fuera tan imbécil- Le miro, y siento todo su odio hacia Marcos, por lo que me encojo en el asiento y guardo silencio- Perdóname, no pretendía asustarte- suspira- es solo que no entiendo cómo puedes seguir con un tío al que has visto liándose con otra.

-Yo no he visto... Espera, ¿Marcos se ha liado con esa chica? - Él me mira. No hace falta que me diga nada más. Veo en su mirada como todo lo que me está diciendo es cierto. Me está doliendo el pecho.

-Perdón, creía que lo habías visto...- Entonces me echo a llorar, él me mira, Lili sigue dormida. De repente para el coche, hemos parado dos calles antes de llegar al Campus para que no nos pillen. Adam me está abrazando, y aunque no me dé buena espina, es lo único que necesito ahora. Un abrazo.

-Gracias por todo Adam, te debo una- digo limpiándome las lágrimas, no me gusta que me vean llorar. Me separo de él y salgo del coche. Él me ayuda a sacar a Lili también y yo le vuelvo a dar las gracias antes de que vuelva a meterse en el coche.

-Cuando quieras, morena- Y se marcha de allí. Llevo a Lili como puedo agarrada de la cintura y con su brazo sobre mis hombros. Maldigo el momento en el que ha decidido ponerse esos tacones, está casi inconsciente. Levanto la cabeza para ver si hay alguien en la entrada del campus cuando veo a Marcos y a Ryan esperándonos apoyados en el capó del coche del que se supone que todavía es mi novio. Este se endereza rápidamente al vernos y viene hacia mí mientras que Ryan acelera para coger a Lili y se la lleva en brazos. No sin recibir antes una advertencia mía.

-Cuídala. Si le pasa algo te mato. - Ni siquiera me contesta, solo hace caso al gesto que le hace Marcos con la cabeza para que nos deje solos. No por Dios. No quiero volver a llorar.

- ¿Qué coño te crees que estás haciendo con él? ¿eh? - me grita, me toma del brazo con mucha fuerza- ¡Eres mía! ¿Me escuchas? - suspira, y aprieta más su agarre. Esto no me gusta ni un pelo, Marcos no es así, no conmigo. Pero sus ojos están furiosos y su agarre aprieta sobre mi cada vez con más fuerza.

-¡Ah!- Chillo. Me duele.

-Nena- Yo hago una mueca de dolor y él me suelta. Sabe que me ha hecho daño, puedo ver el arrepentimiento en sus ojos de inmediato. Esto me duele más que el brazo.

ERES MÍA, PRECIOSA. (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora