Un tanga blanco.

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#Marcos

Por mucho que saliera tras elle en cuanto se levantó de la mesa no tengo ningún éxito hasta que después de estar buscándola casi una hora por todo el campus, la veo en el embarcadero, sentada en la orilla y con el pensamiento en cualquier otra parte menos aquí. Me siento mal, nunca me había sentido así por ninguna chica. Por lo que me siento a su lado sin decirle nada, sé que ella no va hablarme, tampoco me mira, pero sé que sabe que estoy aquí, a su lado.

-Perdóname, he sido un completo imbécil contigo - no me contesta- Está bien, la he cagado bastante, me merezco que estés así conmigo, pero perdóname preciosa. Por lo menos dime algo, por favor –me mira, me está mirando y siento que algo he avanzado.

- ¿Por qué no quieres que vaya a esa fiesta? - Joder, me ha calado a la primera. Vamos Marcos, piensa algo joder, si se entera de todo lo que haces saldrá corriendo...- No sabes que contestarme...- Me mira con decepción. Joder, ella no.- ¿Es que te avergüenza que te vean conmigo Marcos?

- ¿Qué? - Vale, eso no me lo esperaba. ¿Avergonzarme? Pero si es la mejor tía con la que he estado. Tiene que estar de coña. Quiero descojonarme, pero me aguanto las ganas porqué sé que eso solo la va a cabrear más.

-Nena, yo nunca podría avergonzarme de ti. Solo tienes que fijarte en cómo me encanta pasearme de tu mano y ver como a todos los tíos se les cae la polla al verte. - ella se sonroja y me sonríe levemente. Algo es algo.

-Entonces, ¿por qué no quieres que vaya? - Porque no quiero que te alejes de mí, preciosa. Porque no quiero que te alejes de mí.

-Ya te lo he dicho, no me gusta el ambiente, conozco esos sitios y solo hay peleas, drogas, carreras y demás... Es más, podríamos aprovechar que se van todos para quedarnos tu y yo solos, puedo llegar a escondidas a tu habitación todas las veces que quieras, preciosa.

- ¿Te quedarías conmigo en vez de ir a la fiesta? - La sonrisa me puso nervioso. Tenía que correr y ganar una pelea ese mismo día joder... ya inventaría algo, por ahora lo estoy consiguiendo.

-Claro que sí, preciosa. - Le beso, al principio no sabe cómo reaccionar, todavía no se le ha quitado el cabréo pero yo ínsito hasta que acaba besándome también. Joder... esos labios. Le muerdo el labio inferior y la miro.

-Entonces te esperaré- me mira lujuriosa. Se acerca y me habla sobre mis labios. Peligro cuando se pone así. - con un tanga nuevo que me he comprado... es blanco- Sí joder, esta mujer es increíble.

- ¿Solo el tanga? - Le reto.

- O quizá menos. - Me susurra al oído, y cuando reacciono la veo de pie caminando provocativamente. Me levanto y veo al equipo de vóley masculino mirándola. Putos imbéciles, se les cae la puta polla con ella... y no son los únicos.

- ¿Es que no tenéis otra cosa que hacer que mirarle el culo a mi chica? –Les grito, y todos vuelven a hacer lo que estaban haciendo.

#Mía.

Vuelvo a la habitación con las chicas y de camino solo puedo pensar en lo que me gusta este chico, en lo guapo que es y en cómo me hace sentir.

-Mía, ¿vendrás a la fiesta al final? - Pregunta Emma.

-No, me quedaré aquí con Marcos toda la noche.

- ¿Marcos perdiéndose una fiesta? ¿Estás de coña? - Ahora la que habla es Lili. Yo asiento sonriente.

-Vaya, sí que lo has cambiado chica...

Tomo mis cosas y me voy al baño a ducharme, las chicas ya están casi listas. Me maquillo, me centro en pintar especialmente mis labios para que se vean más gruesos, me hago grandes ondas en el pelo, me coloco mi corta bata blanca de seda, dejándola un poco abierta para que se note que no llevo sujetador. Las chicas se han ido hace ya un rato, me miro al espejo. Perfecta. Antes de darme cuenta tocan mi puerta, nerviosa me doy cuenta de que ya es tarde, debe de ser Marcos.

#Marcos.

Me abre la puerta una diosa. JO-DER, se me pone dura al instante, ella lo nota y me sonríe mordiéndose el labio. Que cabrona es tío. Se apoya en el marco de la puerta torciendo las caderas hacia un lado, sabe cómo provocarme.

- ¿Es que no me vas a dejar pasar, preciosa? - Ella se aparta sutilmente mientras sonríe, y en cuanto oigo la puerta cerrarse me giro y la estampo a ella suavemente contra esta. Me besa, la beso, es una guerra de lenguas a ver quién puede más. Pero entonces baja a mi cuello y me pongo tenso, la cojo por los muslos y la subo a mi cadera.

-Preciosa, sino paras por ahí me voy a correr.

-Pues córrete. - me susurra sensualmente.

Y eso es todo para mí, no aguanto más, dejo su bata caer al suelo, le aparto hacia un lado el tanga y la penetro, fuerte, profundo... como a ella le gusta. La miro, está retorciéndose de placer entre mis brazos. Ni siquiera nos hemos movido de la puerta.

-Umm... Marcos...

-Shh... nena no grites que nos van a pillar. - La beso para evitar que alguien pueda escuchar sus gemidos, la manera en la que gime ante mi boca solo hace que le quiera dar más fuerte. Después de un rato así, acabo dentro de ella. Ella apoya su cabeza en mi hombro, está extasiada, y no es para menos, esta mujer folla como nadie. La llevo a la cama y me tumbo con mi brazo en su espalda. La miro, todavía lleva puesto el tanga. Me mira y sonríe, me ha pillado comiéndomela con la mirada.

- ¿Por qué tu todavía tienes puesta la ropa? - me pregunta con diversión. Y yo simplemente me encojo de hombros sonriendo también.

- ¿Pongo la tele? - Vuelvo a encogerme de hombros y me fijo en lo feliz que parece en este momento. Joder, que sonrisa más bonita tiene.

Se vuelve a poner la bata, pero se la deja un poco abierta, dando paso a mi imaginación. Pone la tele y yo la miro de nuevo, está concentrada en encontrar algo que le guste en la tele, pero sé que sabe que la estoy mirando y por eso sonríe. Se gira y me mira con esos ojos verdes con los que sueño alguna que otra noche.

-Te quiero. - Ella se sorprende y es ahí cuando me doy cuenta de que las palabras han salido de mi boca antes de poder darme cuenta. Hasta yo me sorprendo. Y me doy cuenta de que me estoy volviendo un cursi. Yo, que me he follado a tías y tías, algunas incluso varias veces, y ni siquiera he hecho por aprenderme el nombre de ninguna. – He sonado como un puto cursi ¿verdad? - Me rasco la nuca y lo único que pienso es en que quizás la he cagado. Ella está sonriendo.

-Yo también te quiero Marcos. - La beso, la beso porque nunca nadie me ha hecho sentir algo así, porque me gusta y me gusta cómo me siento cuando estoy con ella. Y porque la quiero. Sí, la quiero joder.

ERES MÍA, PRECIOSA. (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora