Correré el riesgo.

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Joder sí, por mucho que quiera negarlo, me moría por hacer esto. Vaya labios que tiene, y que curvas. Me tiene duro y apenas nos estamos liando, ella lo sabe, siempre lo sabe... Me quito la camiseta y me encargo de quitarle la ropa a ella también. Aprovecho y recorro cada parte de su cuerpo con la mirada, vaya tetas, no me cansaré de decir que tiene las tetas más bonitas que he visto nunca, ni muy grandes, ni muy pequeñas, parece que estuviesen hechas para mis manos, hechas para mí.

-Marcos- gime ella. Sé lo que quiere y se lo doy, se lo doy y la miro a los ojos mientras gime del placer y yo suelto algún que otro gruñido. Joder, que estrecha es, y que buena está. La escucho gemir, hace uno sonidos tan sensuales que eso no hace más que endurecerme la po***. Dios, me flipa sus curvas, mientras más la tocó más quiero de ella. No me sacio.
De repente es ella la que está encima y toma el control, me gusta como mueve sus caderas sobre mí y me pone como muerde mi oreja, ha encontrado mi punto débil y sonríe. Lo sabe, sabe que me tiene calado...

-Así nena, dime qué es lo que quieres.

-Más- su voz es tan sensual que siento mi polla latir. ¿Qué coño me está haciendo? Siempre he tenido el control en la cama, pero con ella lo estoy perdiendo.

-Más, más duro Marcos, más rápido. - La pongo boca abajo, vaya caderas. Me pasaría el día entero tocándola, admirándola.

- Oh, joder. Como me pones nena. -Hago una cola con mis manos de su pelo y tiro de ella hacía atrás mientras la oigo gemir. Acelero el ritmo mientras oigo cómo susurra mi nombre por última vez y me deshago ante ella.

Le beso, yo nunca he besado a nadie después de follar, pero joder... que follada. Me mira y no dice nada, yo tampoco, creo que ninguno quiere arruinar el momento. Me abraza y yo me siento muy extraño, tampoco he abrazado a nadie nunca en la cama, miro la hora, son las dos de la madrugada. Giro mi cabeza con cuidado, no quiero que me vea mírale y se piense que soy un cursi ni mucho menos, me quedo en shock mientras observo todo su rostro relajado, dormida tan pacíficamente sobre mi pecho... ¿Qué hago? ¿Me voy? ¿Me quedo?... Entonces suena mi móvil y lo cojo antes de que el sonido la despierte... ¿desde cuándo me importan estas cosas? ¿Quién cojones es? Me levanto con cuidado de la cama, admítelo Marcos, ya eres un calzonazos, mira todo lo que estás haciendo por ella. Sacudo mi cabeza como si así pudiese alejar esos pensamientos de mí y me dirijo hacia el baño para hablar por teléfono. Otra carrera, joder... ¿Cuándo acabará esto? Tengo que vestirme, antes de que Mía se despierte y empiece hacer preguntas que no voy a poder contestar. Cuando salgo del baño, la miro, la luz de la luna se refleja toda su piel desnuda, está boca abajo entre las sábanas, y yo todavía no asimilo lo que acaba de pasar. Joder, me voy antes den que mande todo a la mierda y vuelva a follarla por horas.

Nada más llegar a la "L" me voy hasta donde están mis amigos. Están todos fumando y bebiendo con gente alrededor. Todo el ambiente que hay aquí me gusta, es mi vida y lo que llevo viviendo desde hace mucho, siempre ha sido igual, peleas, carreras y trapicheos. No hay nada que te dé la adrenalina que te da eso, el éxito al ganar es muy...excitante. Se me vuelve a venir a la cabeza la imagen de la morena dormida en la cama. Cansada, exhausta, recién follada por mí.

-Eh tío, ¿De dónde vienes? - pregunta Ryan.

-Eso, ya has mojado ¿no? - ríe Emett. Y tanto que he follado Emett, y tanto.

-Yo no tengo que daros a ninguno ninguna explicación de nada. - Respondo de una. No pienso contar nada de la Morena con Dani delante, ni con ningún imbécil que quiera cotillear sobre mi vida sexual. Estoy harto de esa mierda.

- ¡Eso es que sí a follado! - grita divertido Dani. Le miro. Si supieran con quien...

#Mía

-Te lo juro Li, fue precioso y me trató con tanto cuidado... - Soy totalmente consciente de que parecemos dos crías hablando de los chicos que les gustan.

-Pues qué raro, tía, porque él es de echar uno rápido e irse. ¿A dormido contigo? - Lili no da crédito de lo que está escuchando. La verdad es que no es para menos, ni siquiera sé a qué hora se marchó Marcos ni porqué. Solo sé que esta mañana me he despertado oliendo a sexo y con el otro lado de mi cama frío.

-Es que sé que me quedé dormida sobre él, pero cuando me he despertado ya no estaba...

-No te preocupes Mía, lo más difícil ya lo has hecho- me dice Lili sonriendo.

-Y si él chaval pasa de ti en algún momento, aquí estoy yo Mía- responde Emma mientras me guiña un ojo. Todas nos reímos antes de salir de la habitación para ir al embarcadero. Emma es bisexual, y me encantaba que bromeara sobre ello.

- ¿Crees que he hecho bien en ponerme este bikini? Es que siento que se me va a salir todo- le digo a Lili mientras me ajusto la parte de arriba del bikini. - No era broma, sentía que apenas se me cubrían los pezones.

-Pues claro que sí ¡Ese cuerpo hay que lucirlo!

-Mirad, ahí vienen los chicos- señala Emma.

Lili y yo nos giramos para verlos caminar hacia nosotras. No me extraña que todas las chicas de la universidad estén obsesionadas con ellos, caminan como si no los estuviesen mirando todas las personas del lugar hasta llegar a nosotras para dejar sus cosas junto a las nuestras y comenzar a quitarse las sudaderas.

- ¿Qué tal chicas? ¿Alguien quiere que le ponga crema solar? - dice Emett. Su novia le da entonces un coscorrón en la cabeza y él le responde. - Me refería a ti amor, que si quieres que te ponga crema solar. - Y todos nos reímos. Miro con disimulo a Marcos, que está recorriéndome con la mirada, por lo que me sonrojo e intento que él no me vea, pero me mira y sonríe porque sabe lo que causa en mí.

- ¿Quién se viene al agua? - pregunta Ry. Se van todos menos Marcos, por lo que decido hacerme la tonta y quedarme con él, tengo que aprovechar esta oportunidad.

- ¿No vienes Mía? ¡El agua está genial! - grita Li.

-Ahora voy, me voy a poner crema- respondo y miro a Marcos. - ¿Me ayudas?

-Sí, claro- un breve escalofrío me recorre el cuerpo mientras siento sus manos esparciendo la crema sobre mi espalda- Oye Mía, sobre lo que pasó ayer...

-Deja de darle vueltas Marcos, a mí me gustó y a ti también, lo sé. Me gustas y por mucho que te cueste entenderlo, yo no puedo evitarlo. -Me acerco a su boca a pesar de que sé que los chicos pueden vernos y que seguramente Dani esté echando humos.

-Yo no te convengo, te voy hacer daño y tú no te mereces algo así. - Le miró fijamente, sus ojos están tan conectados con los míos que duele. - Escúchame bien, no es ninguna broma lo que te estoy diciendo.

-Correré el riesgo. - Le guiño un ojo para después dejarlo ahí viendo cómo me dirijo al agua con los demás moviendo a propósito las caderas.

ERES MÍA, PRECIOSA. (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora