¡Qué le has hecho!

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#Marcos.

Todo se detiene a mi alrededor. No escucho la música de los altavoces, no escucho los gritos de la gente, no escucho el motor de los coches rugir, ni tampoco las felicitaciones que me da todo el que se acerca a mí. Solo escucho las palabras de Lili una y otra vez retumbando en mi cabeza, martilleándome sin compasión, volviendo me loco.

- ¿Qué has dicho? Le pregunto lentamente. Necesito ser lo más claro posible en este momento.

- Ma- Marcos...

- ¡¿Que qué has dicho Lili?! ¡¿Qué mierda acabas de decir?!- le grito mientras la zarandeo de un lado a otro esperando una mínima respuesta pero el llamado se lo impide, y eso me desquicia.

- ¡Para Marcos! ¡Para! ¡Así no vas a solucionar nada! - me dice Ryan apartando a su novia de mí de un jalón. Ver como Lili se aferra a él sabiendo que la va a apartar de mí, que va a protegerla... me hace pensar en mi novia. En dónde mierda estará. ¿Quién va a protegerle a ella?

- ¡Tú! - le digo a Ryan cogiéndole del cuello sin titubear lo más mínimo. Nunca, jamás en mi vida desde que tengo uso de razón hubiera llegado a pensar que viviría este momento, qué tratase así al que había sido desde siempre mi mejor amigo. A mi hermano. - ¡Sólo te había pedido que la vigilaras un rato! ¡Qué te encargases de ella mientras yo corría!

-Marcos... -me dice Ryan apartando mis manos de él. Pero enseguida vuelvo a recomponer la compostura llevando mis manos a su cuello. Mis manos están deseando romper algo, pegar, arrancarle la cabeza a cualquiera que se me ponga por delante.

- ¡No Ryan! ¡No te atrevas a hablarme como si tuviera que calmarme! ¡No pienso calmarme hasta que la encuentre! ¡No eres tú el que acaba de perder a su novia!

La gente empieza a amontonarse a nuestro alrededor en cuanto ven la posición en la que nos encontramos, además de escuchar mis voces. Ryan sigue cara a cara conmigo, aunque esta vez no pone resistencia alguna, sabe que, aunque me esté muriendo de ganas por darle un puñetazo no voy a hacerlo.

- Ya está bien Marcos, estás haciendo el ridículo delante de toda esta gente- fulminó a Emett con la mirada en cuanto oigo lo que me dice.

- Nosotras...

- ¿Qué? - Lili vuelve a asustarse en cuanto escucha mi tono de voz. Joder. ¿Es qué nadie va a decirme nada?

- Estábamos todos juntos, Mía estaba viéndote correr con nosotras. Te vimos ganar Marcos... todos lo hicimos.

- ¿Entonces dónde está, Emma? ¡¿Dónde?!

- Salimos todos corriendo hacia aquí en cuanto te vimos pasar la línea de meta Marcos. Creía que ella venía a mi lado, pero cuando me giré no había nadie. - Lili se echa a llorar y yo solo puedo tirar de mi pelo hacía atrás intentando pensar mientras miro al cielo. ¿Dónde estás Mía? ¿Dónde estás?

- ¡Bueno carrera, chico! ¡De verdad que es una pena perderte, eres una máquina de hacer dinero! ¡Siempre lo has sido! - Algo encaja en mi cabeza, como si de una pieza de puzle se tratara en cuanto veo a Toni y su cara de felicidad. Ha sido él, él no quiere que deje esto, él me amenazó con hacerle algo a Mía... Rojo, rojo, rojo, es lo único que logró ver.

- ¡Tú! ¡Has sido tú! - le digo acercándome a él mientras le señalo con el dedo. Voy a matarle, juro por Dios que le voy a matar.

-Marcos, para. -Escucho decir a Dani, pero eso es en lo último que pienso en el momento en el que tengo al cabronazo de Toni frente a mí. Ver la cara de desconcertado que pone me causa más ganas de acabar con él.

- ¡Dime dónde está! ¡Qué le has hecho! ¡Qué le has hecho!

- ¿De qué hablas chico? ¿De qué estás hablando? - No pienso volver a repetir esta conversación, no con alguien como él. Así que agarro las solapas de su chaqueta con todas mis fuerzas hasta ponerlo de puntillas sin importarme lo más mínimo quién es o qué puede hacerme.

-Mi novia. Tú me amenazaste con hacerle daño y ahora no está. He ganado tu asquerosa carrera, dijisteis que estamos en paz. ¿Qué más quieres? ¡¿Dónde la tienes?!- De repente siento como dos cuerpos me agarran de los brazos haciéndome soltar a Toni de una vez.

- Si yo fuera cualquiera de vosotros, no me acercaría a alguien como yo. Mucho menos de esta forma- dice sin apartar sus ojos de los míos mientras se pone bien la solapa. Yo me giro hacia mis amigos para ver cómo también los están sujetando a ellos. Mierda.

- Suéltame- digo con los dientes apretados.

-Mira chico, no me voy a andar con rodeos. Si no me hubieses hecho ganar tanto dinero esta noche ya te habría atravesado el cráneo con una bala- me dice al oído. No va a manchar su reputación, y mucho menos sus manos delante de tantas personas. - No sé dónde está tu novia, pero ni mis hombres ni yo tenemos nada que ver con eso. La próxima vez no me lo voy a pensar dos veces.

Los tipos que me agarran con fuerza me sueltan de inmediato, lo mismo que con mis amigos. Ryan se acerca corriendo a mí sin decir nada, no hace falta decir nada. Solo se mantiene a mi lado para ver cómo Toni se da media vuelta con su gente y se larga de ahí, caminando entre la gente con su sonrisa de hipócrita paso a paso mientras todos lo saludan. ¿Dónde está mi novia?

- Vamos a encontrarla Marcos, lo vamos a hacer- escucho decir a mi hermano a mi lado mientras pone su mano en mi hombro. Miro hacia el resto de nuestros amigos, Lili está llorando sin parar junto con Emma y Alison. Esto no puede estar pasándome a mí, no puede estar pasándome a mí.

-¡Ahhhh!- gritó de la impotencia dándole una patada al primer coche que veo.
¿Dónde estás mi amor? ¿Dónde estás?

- Marcos, ¿Qué vas a hacer? ¿Qué vas a hacer? - me dice Emett interponiéndose en mi camino. Nadie va a frenarme, no pienso permitirlo. Por eso le miró fijamente para que entienda lo que estoy a punto de decirle.

- Buscar a mí mujer.

ERES MÍA, PRECIOSA. (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora