No te vamos a fallar.

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#Marcos

Mi cuerpo sigue irradiando ira aún después de haber perdido a Toni de vista y mis amigos están exactamente igual por lo que no hacen nada para calmarme, simplemente maldicen en voz baja mientras beben de sus cervezas hazte que la voz de Emett interrumpe nuestros malévolos pensamientos.

- Joder, tres llamadas perdidas de Alison.

- Deja de lado a tu novia un rato tío, ahora no es el momento- Emett le fulmina con la mirada y eso me hace pensar en Mía y en qué estará haciendo en este momento. Ni una llamada perdida, ni un mensaje, supongo que se lo estará pasando muy bien con su amigo... tan bien que no me está ni echando de menos.

-No es eso imbécil. Le di a Alison las llaves de nuestra habitación porque habíamos quedado en vernos allí todos como hemos estado haciendo hasta ahora.

-Sí, los viernes de pelis-dice Ryan.

-Exacto, y vuestras novias también deben de estar ahí. -Emett gira su cabeza para mirarme a mí mientras tira la lata que tiene en la mano sobre la mesa- Alison me dijo que Mía iba a llevar a su amigo esta noche para que se integrara.

Estupendo, no me había bastado con la mierda de situación que acababa de pasar que ahora tenía que volver a mi habitación llena de gente, ver a mi novia en sus tan característicos pijamas diminutos y tener que soportar a su tan preciado amigo. Desde luego que hoy no era mi día.

-Vayámonos de este almacén de mierda de una buena vez- dice Ryan mirando a su alrededor con desprecio.

Todos salimos de ese lugar abandonado de la mano de Dios sin decir ni una sola palabra, lo único que se escucha de camino al coche son nuestros pasos y la verdad es que no me hace ninguna gracia. Nos montamos los cuatro en mi coche atentos a nuestro alrededor, era una especie de descampado, no sé veía ni un alma en el lugar... sin embargo, no habíamos escuchado el sonido de ningún coche cuando Toni se largó.

- ¿Qué mierda de sitio es este? - pregunta Dani mientras mira a través de la ventana del coche.

-No lo sé, pero no nos vamos a quedar aquí para averiguarlo. - Y mientras concluyó mis palabras arrancó el coche y empiezo a conducir como si se me fuese la vida en ello. Este descampado me está poniendo de los nervios.

-Mirad, ya estamos entrando de nuevo en la ciudad, en una media hora estaremos en el campus- dice Dani y mi cuerpo se siente inmediatamente aliviado.

-Sí tío, mira por dónde se entra. Estamos en el bar de Earl- Ryan señala el sitio. Ese hijo de puta de Toni lo tiene todo pensado. No sé qué trapicheos se guarda, pero la única manera de salir de ese almacén es siguiendo este camino, y para llegar al centro de la ciudad hay que pasar por la "L". Entonces algo hace clic en mi cabeza.

-Tíos, Toni lo tiene todo planeado. En ese almacén guarda la droga y hay muchos caminos para llegar hasta él, pero si os fijáis, la única manera de salir es pasando por la "L".

- ¿A dónde quieres llegar con eso Marcos?

-Ryan, hermano, escúchame un momento. Pensadlo un segundo, solo se puede salir de ahí si pasas por la "L", lo que significa que siempre tendrá a sus matones esperando a todo el que salga por si las cosas se ponen feas.

-Claro, por eso tenía tantas cajas de cocaína a la vista de cualquiera- dice Dani.

-Porque sabe que la policía no se atreve a llegar hasta aquí y que cualquier otra persona que si se atreva se verá obligado a pasar ante por las manos de sus hombres- digo yo mirando al frente mientras pasamos el bar de Earl.

- ¿Crees que nos estarán esperando a nosotros? - me pregunta Ryan desde el asiento del copiloto. Por un segundo se me pasa la imagen de Mía ahí sentada, hablándome sucio mientras conduzco.

-No- digo tajantemente- eso no le conviene a Toni en absoluto. Necesita tenernos sanos y preparados para la carrera, no llenos de moretones y con alguna costilla partida. A nosotros no.

-Marcos, sobre la carrera...

-Emett.

-No hermano, déjame hablar. Quiero que sepas que vamos a estar ahí ayudándote, entrenando contigo, apoyándote ese día y por supuesto, no vamos a dejar que nada malo ocurra.

-No es eso lo que me preocupa- le digo a los chicos mientras aparco, el camino al campus se ha hecho mucho más corto que otras veces porque he conducido como un loco. Si hubiese sido Mía la que iba conmigo en el coche estaría regañándome por ello.

- ¿Qué pasa hermano? - me pregunta Ryan mientras pone su mano sobre mi hombro a medida que nos dirigimos a el ala de los chicos.

-Algo me dice que vamos a tener que tener mucho cuidado con las chicas ahora, así que quiero que vigiléis cada uno a vuestras novias hasta que la carrera allá pasado. Dani, tú te encargarás de Emma- él asiente.

-Claro que sí hermano, en cuanto esto pase habrá acabado todo y no le volveremos nada a nadie- deseo con toda mi alma que las palabras de Ryan se cumplan de verdad.

-Y quiero una cosa más.

-Somos todo oídos- dice Dani. Yo freno a los chicos al escuchar los murmullos de las chicas en nuestra habitación, no quiero que ellas escuchen nada de esta conversación.

-Si el día de la carrera pasa algo- Ryan me interrumpe.

-No va a pasar nada Marcos.

-No, quiero que escuchéis con atención lo que tengo que deciros. Si por algún motivo llega a pasarme algo durante la carrera quiero que cuidéis a Mía hasta que yo esté bien- respiro- incluso si nos ponemos en el peor de los casos, si me pasa algo más grave y no lo puedo controlar... tenéis que aseguraros de que no le pase nada, por vuestra vida.

-Lo haremos hermano, no te preocupes- dice Emett poniendo una mano sobre mi hombro. Yo los miro fijamente, quiero que vean a través de mis ojos lo importante que es lo que les estoy diciendo.

-Cuenta con ello, tú siempre has sido mi hermano. No te vamos a fallar.

ERES MÍA, PRECIOSA. (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora