Está acabando con mi paciencia.

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#Marcos.

- ¿Listos para competir chicos? - dice la mujer que se pone frente a nosotros para dar el toque de salida. Apenas lleva ropa, tiene un cuerpo de infarto, y eso junto con los comentarios que suelta, no hace más que aumentar el morbo de toda la gente que hay a nuestro alrededor gritando el nombre de mi contrincante y el mío- ¡Claro que lo estáis! ¿Y vosotros estáis listos?

- ¡Jaxón! ¡Jaxón! ¡Jaxón! - la gente grita enfurecida, pero no es lo único que dicen.

- ¡Marcos a ganar! ¡Marcos a ganar! - Nunca había visto algo así, ni siquiera aquí en la "L".

- ¡Bien! ¡Pues en tres, dos... uno! ¡Ya!

En el momento en el que la chica sube el pañuelo con sus brazos, pisó el acelerador saliendo de ahí como si se me fuera la vida en ello. El imbécil de mi oponente ha tenido una salida más buena que yo, joder. Cambio de marcha para dar la curva y aprovecho para adelantarle al no abrirme demasiado en ella, yo he corrido mí, veces en este circuito. No puede ganarme.
Aceleró aún más, todo lo que veo a mis lados está excesivamente difuminado a causa de la velocidad a la que voy, pero no me importa en absoluto. Es más, me encanta. Me encanta la adrenalina que siento cada vez que corro, me encanta escuchar el chirrido de las rudas al doblar las curvas o hacer un derrape.

-Está es la mía- digo mirando al frente decidido, ahora estamos en llano, sin curvas ni obstáculos así que aceleró viendo cómo Jaxón va pisándome los pies. Observo por el espejo del retrovisor rápidamente a mi contrincante, su cara da miedo. He visto esa cara antes, yo mismo la he tenido, está deseoso, sediento por la victoria. Pero no estoy dispuesto a dársela tan fácilmente.

- ¡Mierda! - gritó en cuanto veo como su coche se acerca al mío. Está jugando sucio, joder. Estás no son las putas reglas del juego.

- ¡Imbécil! - vuelvo a gritar yo solo dentro del coche en cuanto me da el primer golpe. Ese golpe me va a costar una pasta. Vuelvo a mirar por el retrovisor, ahora está sonriendo como el mismísimo demonio. Hijo de puta. Otro golpe, otro, otro más. ¡Joder! Hago un derrape en la siguiente curva pillándole desprevenido y haciéndole frenar para no estamparse.

-Jodeté cabrón. - Ahora soy yo el que estoy sonriendo. Vuelvo a acelerar, ya queda poco solo dos curvas más, dos jodidas curvas más. ¡No! ¡Me está adelantando! ¡No! ¡Joder! Observo como pasa por mi lado mientras ambos córrenos en paralelo, me dirige una mirada de autosuficiencia. Yo mismo tengo esa mirada siempre, ¿De qué va?
Jaxón dobla la curva tan rápido que empiezo a pensar en que no solo es un tramposo circulando, sino que también tiene el coche trucado. ¡¿Cómo he podido ser tan idiota de no darme cuenta antes?!

-Tengo que ganar, tengo que ganar- susurro intentando auto convencerme. Vuelvo a tomar ventaja de un momento a otro. Ahora volvemos a estar el uno al lado del otro, los cuchillos vuelan de sus ojos a los míos y de los míos a los suyos. Vamos a entrar en la última curva, vamos a entrar en la puta última curva, está es mi oportunidad. Es ahora o nunca.
Cambio la marcha y aceleró entrando en la curva antes que él, logró salir de ella con dificultad pero eso es lo que menos me importa ahora, estoy a punto de llegar a la línea de meta. Solo me hace falta concentrarme, no perder el control, no puedo perderlo.
De repente se me viene a la cabeza todas y cada una de las razones por las que no puedo perder, por las que tengo que ganar. Por mi padre y su asqueroso dinero, para sacar a mis amigos de toda esta puta mierda en la que estamos metidos, para no tener que deberle nada más a nadie, para vivir como cualquier chaval de mi edad. Y lo más importante, para que Mía no tenga que volver a pasar por nada de esto por mi culpa, para no tener que mentirle más, para no tener que dejarle sola por las noches, para que esté tranquila cuando me presente a sus padres, para que ella esté orgullosa de mí.

- Vamos Marcos...joder. Vamos...- Repito una y otra vez dándole golpes al volante. Casi lo tengo, la victoria casi es mía, estoy cerca, estoy cerca. Vuelvo a mirar a mi contrincante, está acercándose cada vez más, pongo el coche a tope. Voy tan rápido que siento la presión en los oídos incluso con las ventanas cerradas. Ya es Mía, casi estoy, casi estoy.
He ganado.
¡He ganado! ¡He ganado! ¡Joder, he ganado!

- Lo he hecho- susurro en cuanto el coche se para. Mi pecho sube y baja a gran velocidad, siento la adrenalina correr por todo mi cuerpo. Echo mi cabeza hacia atrás dos segundos intentando procesar lo que acaba de pasar mientras agarro la esclava de Ryan con una mano.

- ¡Marcos hermano! ¡Qué has ganado! ¡Me cago en la puta! ¡Marcos! - me río escuchando a Ryan en cuanto abro la puerta del coche. Yo tampoco me lo creo.

- ¡Es mi amigo señoras y señores! ¡Es mi amigo! - grita Dani a todo pulmón. Yo abrazo a Emett que también está felicitándome. ¿Dónde están las chicas? ¿Dónde está Mía?

- Eh tío, se acerca- dice Ryan indicándome a dónde debo mirar con la cabeza. Yo dirijo la mirada a ese lugar para ver de qué o de quién está hablando.

- Felicidades tío. Tienes todos mis respetos, eres la primera persona que me gana en años. Realmente bueno- él tal Jaxón me extiende la mano en son de paz.

-Te dije que era bueno. - Él tío que antes daba miedo ahora se ríe de mí.

-Cabrón arrogante- dice mientras niega divertido con la cabeza- has cogido muy bien esa primera curva. ¿Cuál es tu truco? ¿Eh? Seguro que tienes uno.

- Sí que lo tengo. Yo. O hago las cosas bien, o no las hago- le digo encendiéndome un cigarro. Y sin darle más importancia me doy media vuelta dejándole ahí, casi me mata de un porrazo el pirado este. ¿A caso espera que me ponga a jugar a ver quién puede más con él?

- ¡Marcos! ¡Marcos! - rápidamente me giro al escuchar los gritos. Es Lili la que grita, viene corriendo hacia nosotros con Emma llorando a su lado, el corazón me comienza a latir rápidamente. ¿Dónde está Mía?

- ¿Qué pasa? - Lili está llorando, casi no puede hablar. Esto está acabando con mi paciencia- ¿Qué pasa Lili? ¿Es Mía? ¿Dónde está Mía? - le digo agarrándole de las muñecas.

-Alguien... alguien se la ha llevado.

ERES MÍA, PRECIOSA. (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora