Make yourself harder to kill |vhope|

Siete

Bien. ¿Cómo empezar?

Siendo totalmente sincero, siento que ya no hay un comienzo ni final a este punto, ya no hay salida ni algo con que consolarme. Sólo son siete años en prisión, es decir, el oficial Hamilton me mintió, no serán cinco años, serán siete. Siete años de mi vida en prisión. Encerrado.

¿En que estaba pensando cuando decidí meterme en esto?

Oh, realmente me odio por se tan confiado y despreocupado, ¿Por qué simplemente no le hice caso a Xian? Él siempre tuvo razón.

Dicen que aprendemos de los errores, bien, puede ser verdad. El dato extra y real es que nadie disfruta de perder, por más que aprendas, duele caer. Tal vez levantarte sea satisfactorio, pero la caída es dolorosa; muchas personas no encuentran la manera de levantarse, ¿Y si yo soy una de esas?

Da igual.

Ya estaba en camino a mi futuro. La prisión de Alcatraz.

Parecía que el atardecer se burlaba de mí mientras lo que único que yo podía hacer era mirarlo y sentirme inferior. Sabía que no vería esto en mucho tiempo -tal vez nunca más. Podía escuchar las risas de la vida en mis oídos, se estaba burlando de mí.

Miré mis manos, ambas esposadas sin piedad, de manera dolorosa. Cinco oficiales a mi alrededor, los movimientos del pequeño bote, el sonido de las gaviotas, volando libres cuando lo único que yo podía hacer era mirarlas. 

— Hijo, será mejor que te cuides ahí dentro —el oficial mayor me dijo, podía ver la comprensión en sus ojos. Parecía ser el más humano.

— Será mejor que no hables con él —dijo otro.

— Es sólo un niño asustado que aparenta ser rudo, ¿Acaso no recuerdas tu infancia, James? — le dijo el oficial mayor. "James" lo miró y parecía que iba a decir algo, pero sólo cerró la boca antes de verme. Después se volteó.

Bajé la vista a mis manos otra vez, mis tatuajes y nudillos rojos, algunas cicatrices. "Un niño asustado que aparenta ser rudo" Tal vez tenga razón.

De nuevo el silencio apareció, excepto por el agua y las gaviotas. A lo lejos el sonido de la ciudad— ¿Es él quien estará en la celda 43? —un oficial joven dijo— Danniel dijo que él estaría llegando hoy.

— Sí, es él —dijo el oficial mayor, pude ver que sintió pena por mí.

¿Qué tenía de especial la celda 43?

Oh.

Maldición.

— Apuesto un dolar que no durará más de una semana —"James" añadió con burla.

— ¿Lo dices por Kim? —dijo otro.

— ¿Por qué más lo diría? —miró el atardecer— Ese hombre da miedo hasta los huevos. Todos lo saben.

Tragué saliva, un sentimiento de ansiedad y miedo me golpeó el pecho. No quería estar en la celda 43, no quería estar en la celda 43, no quería estar en la celda 43, ¡Maldición! ¡No!

— Por favor... No quiero la celda 43 —negué con la cabeza mientras veía al oficial mayor.

— Nosotros no decidimos eso, chico. —sus ojos seguían dándome lastima.

— Por favor...

—¿No oíste bien? Nosotros no decidimos eso, y si pudiéramos, ten por seguro que no lo haríamos. No hay una razón suficiente. Créeme, no mereces más de eso.