Make yourself harder to kill |vhope|

Veintinueve

Ok, ok, ok, perdón. Les había dicho que la historia no sería tan triste, pero está en mi naturaleza amar el drama. Sí una historia mía no tiene drama no es mía.

Ah, y creo que "The Beach" va perfecto para esta novela. Será como la canción oficial de esta jajsaja.

También para aclarar; no soy médica, si alguno de ustedes sabe más de esto que yo, recuerden que es alfo ficticio. No se alteren en los comentarios.

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No podía decir que recordaba todo, pero habían momentos en que la luz del sol le encandilaba los ojos, un momento en donde sus oídos eran los únicos presentes. Podía escucharlo, y sentirlo también. El dolor en su vientre, el dolor mental, el cansancio. Podía recordar el momento en el que entró al hospital, los sonidos.

"Necesita atención médica urgente. No aguantará demasiado" dijo una voz lejana.

"Necesitamos preparar el quirófano, señor"

"No durará demasiado. Por favor, haga que este viaja valga la pena. Tiene que sobrevivir"

Hubo un momento de silencio.

"De acuerdo"

Entonces se desconectó, no supo que pasó después, hasta el momento en que vio las luces del pasillo pasando rápido. Iban camino al quirófano.

"Tiene una hemorragia muy fuerte, tenemos que hacer esto rápido, sino lo perderemos"

Y de nuevo su visión fue borrosa. Todo se hizo negro.

Taehyung no sabía si había sido un sueño o no, pero recordaba ver a Hoseok llorando sobre su litera. Lo vía gritando y perdiendo la cordura.

"¡Yo no lo maté!" 

"Te extraño. Por favor perdóname"

Taehyung vio a un Hoseok acabado, enfermo y cansado. Se veía más delgado y más pálido. Había algo en su mirada que daba la sensación de vacío. Un vacío oscuro y profundo que nunca había visto antes.

Pasaron varios momentos más de oscuridad y silencio absoluto. Taehyung no sabía donde estaba, ni sabía explicar como se sentía, pero no estaba en la vida real, ni tampoco en un sueño. Era algo que nunca había experimentado. Se sentía como la nada, un lugar vacío, lejos de la realidad y de los sueños. Tal vez en medio de su subconsciente, varado y esperando para despertar de la cirugía.

Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue un techo completamente blanco. Hubo algo que le dijo que esto era la realidad, se sentía diferente a los sueños, diferente a ese lugar vacío. Movió los ojos, estaba postrado en una cama, y tenía un dolor en su vientre. Como pudo levantó un brazo y se tocó la cara, sólo para comprobar que fuera real.

— Hoseok —dijo en voz baja. Eso fue lo primero que se le vino a la mente; Hoseok.

Sus oídos empezaron a taparse, dejando sólo el latido de su corazón y su respiración como únicos sonidos. Necesitaba ver a Hoseok, necesitaba sacarlo de ahí.

Intentó sentarse, pero no pudo. El dolor en su vientre cuando hacía fuerza era insoportable. Así que sólo se acostó y miró a la nada. Se relajó, destensó sus músculos y respiró despacio.

Un guardia entró al cuarto.

— Oh... —lo vio despierto— Entonces la hierba mala nunca muere —dijo acercándose a los pies de la cama.