Ocho

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Un calor le golpeaba los párpados. Le calentaba el rostro, pero por más incómodo que fuera, Hoseok estaba demasiado hecho mierda como para moverse.

No escuchó nada. Un silencio enorme tenía la prisión secuestrada, como si no hubiera nadie.

Abrió los ojos y la luz le apuñaló la vista. Observó el techo. Había una pulsación de dolor que le aplastaba los pulmones y no le dejaba respirar bien.  La cama era dura e incómoda, pero el silencio lograba hacer la sensación más placentera. Sentía como si estuviera solo, tan inmóvil y casi flotando por el dolor.

Pero no, él no estaba solo. Él no estaba en casa, ni siquiera en la ciudad. 

Se quedó inmóvil unos minutos sólo para disfrutar el silencio y bienestar que le daba. Claro, estaba hecho un saco de huesos, con los pulmones machacados en el primer día de prisión, pero eso no significaba que todos los días serían así. 

Podían ser peores.

Eso sin duda lo hacía más optimista.

Bien, lo siguiente.

Kim.

Ese hombre estaba en la litera de abajo; Hoseok sintió tentación de mirarlo dormir, pero mierda que sí, eso le daba miedo.

Empezó a considerar que ni siquiera se encontraba en la celda ya que ni una respiración se podía percibir. En todo lo que llevaba de conocerlo —menos de un día— aprendió que era un hombre silencioso, sigiloso y callado. Como un depredador bien entrenado, un robot hecho para matar, sin una sola falla.

Hoseok gruñó cuando movió el brazo. Gruñó aún más cuando se sentó en la cama, y gruñó todavía más cuando respiró. Podía imaginar treinta agujas clavándose en su estómago.

Subió su camisa y le echó una mirada a su estómago; tenía manchas moradas y verdes sobre su piel. Una grandiosa manera para empezar la vida en prisión. Sin duda una gran motivación.

Cerró los ojos y suspiró, pero no tardó en arrepentirse cuando el dolor lo volvió a saludar. 

Idiota. pensó, dedicado para Taehyung.

Hablando del idiota, ¿Habrá muerto mientras dormía o en serio era muy silencioso incluso para dormir?

Como pudo se aferró al barandal y bajó la cabeza para observar bajo suyo.

— Haces mucho ruido para dormir —dijo Taehyung mientras jugaba con una navaja suiza. Su cabeza estaba recargada contra la pared y sus piernas estiradas. ¿Cómo podía tener una de esas aquí dentro? 

Hoseok se sintió intimidado. No esperaba encontrarlo despierto.

— ¿Aceptaste la idea de chuparme el pene o todavía no tienes la lección muy clara? —dijo, sin dejar de jugar con la navaja.

Hoseok tembló— ...yo —guardó silencio y puso una maso sobre su costilla cuando la punzada de dolor volvió a atacarlo— Por favor... —chilló, apretando sus párpados.

Había aprendido a tenerle miedo a Taehyung.

— Las palabras de buenos modales no sirven en prisión —Su voz era gruesa y penetrante. Podía jurar sentir la piel de gallina cuando la escuchaba.

Hoseok empezó a respirar por la boca cuando se dio cuenta de que por la nariz ya no era suficiente.

— No suelo dar opciones, pero para que estés informado. Las celdas se abrirán en unos minutos. Te obligarán a cumplir el servicio social, después desayunarás. —se tomó un segundo— de las diez de la mañana hasta las seis de la tarde serás una presa extremadamente fácil para cualquiera allá afuera, ¿Crees que te van a pedir permiso para que les chupes el pene?

Make yourself harder to kill |vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora