Nueve

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¿Qué que estaba esperando?

Que esto no fuera real.

Tenía el pene de Taehyung en la boca y su mano derecha sobre su cabello, agarrándolo con fuerza y haciéndolo bajar y subir al ritmo que él deseaba. Sin preguntarle o consultarle algo.

Hoseok no podía respirar y de vez en cuando se ahogaba por el tamaño de su miembro, pero tenía que aguantarlo. Tenía que hacer esto para sobrevivir.

De esto dependían sus pulmones, que ahora estaban molidos por el único golpe que Taehyung le había dado. Sólo un golpe. Un mísero golpe y le había triturado el estómago.

Sin ninguna duda él no quería saber lo que dos golpes podían hacer.

— Eres pésimo en esto —Taehyung seguía apretando el cuero cabelludo de Hoseok sobre su pene. Su mirada era dura y desgastante para quien la viera.

Hoseok no pudo responder con tremenda cantidad dentro de su boca. Se limitó a seguir haciendo su trabajo, dejándose guiar por la mano de Taehyung. 

Más rápido y más duro, Hoseok empezó a soltar gruñidos de queja ante la brusquedad. Enterró los dedos en los muslos de Taehyung.

— ¿Demasiado para ti, princesa? —Taehyung parecía burlarse de las quejas de Hoseok que demandaban oxígeno. Moviendo su mano más rápido, haciendo que el pequeño niño inexperto —y heterosexual— no pudiera más. En su necesidad de aire, empezó a golpear los muslos de Taehyung, esto ya era demasiado.

Taehyung se vino después de unos segundos, soltando la cabeza de Hoseok de un golpe. Este al instante se sostuvo con ambas manos sobre el piso y con la cabeza abajo. Tosiendo en un instinto desesperante de encontrar el oxígeno.

Taehyung se guardó a si mismo en los pantalones y se levantó de la cama sin mirar a Hoseok. Pasando de él como si fuera una insignificante basura tendida en el suelo.

— Tenías razón cuando dijiste que saldría mal. Eres pésimo chupando penes —subió su cremallera, dándole la espalda a Hoseok— Pero creo que podrías llegar a ser bueno si lo practicamos algunas veces más.

Hoseok talló sus labios, quitando el resto de semen sobre sus labios. 

— Yo no chupo penes, y si lo hiciera, créeme que el tuyo sería el último en el puto mundo —se tomó unos segundos— ¿Por qué no te consigues otro maricón que te sepa chupar el pene? Así dejarías de joderme y dejarías de perder el tiempo.

Oh no.

Taehyung lo tomó del cuello de la camisa y lo levantó.

— Tú y esa linda boquita no han aprendido nada, me parece —ninguna expresión en su rostro— Por eso es que tipos como tú no duran más de dos semanas aquí. Yo me encargo de exterminar a esos parásitos.

Un golpe seco le azotó la espalda al chocar con el borde de la cama cuando Taehyung lo soltó. Hoseok soltó un grito ahogado.— Hijo de-

Un patada en las costillas.

Hoseok se retorció en el suelo cuando tuvo la oportunidad de hacerse un ovillo. Llorando por el dolor.

— Aprende a callarte antes de que te mate —lo miró antes de darse la vuelta y casi salir de la celda— o antes de que desees estarlo —y salió.

Hoseok estaba muy ocupado en el suelo como para prestarle atención a sus palabras. Lo único que supo era que necesitaba levantarse para comer. Huir al menos unas horas de esta asquerosa celda, incluso sabiendo el riesgo que llevaba. A este punto morir sería la mejor opción.

Make yourself harder to kill |vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora