|| Dieciséis ||

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El silencio de la habitación era hiriente y sofocante. Con el tic tac del reloj de fondo y las respiraciones de Taehyung y Caitlyn. Ambos sentados en el sofá de la sala, mirando al frente y evitándose a toda costa. Como unos completos desconocidos.

Taehyung se veía preocupantemente quieto, con el rostro serio y sin chiste, con la mirada en un punto del suelo, pero sin prestarle atención. Con los pensamientos atravesándole como balas.

— ¿Quien fue? —Taehyung dijo sin cambiar su expresión.

Caitlyn apretó los párpados y contuvo las lágrimas que tanto quería soltar. Estaba asustada y avergonzada por lo que le había confesado a Taehyung tan sólo unos minutos atrás.

— ¿¡Quien fue!? —subió su voz, haciendo a Caitlyn saltar en su lugar.

— Joseph —dijo rápido y entre lágrimas. Joseph era un compañero de Taehyung. Ambos tenían buena relación porque habían tenido similitudes al ser extranjeros, habían encontrado tema de conversación gracias a eso. Y ahora saber que ese alemán era el padre de la criatura en camino le hirvió la sangre.

Taehyung no pudo ni quiso contestar. Solamente asintió.

— Tú nunca estabas en casa, y él estaba dispuesto a quedarse conmigo las noches que no llegabas. Él sólo me reconfortó, pero nunca pensé llegar a esto, nunca quise tener un hijo de él —hizo una pausa para recuperar el aliento— Lo siento.

Taehyung no desvió la mirada, no movió un musculo, no hizo nada. Porque no le dolía que Caitlyn le hubiese sido infiel, le dolía pensar que el niño que ella llevaba no era suyo, pensar que fue engañado e ilusionado, para que después ella sólo confesara que no era cierto, que él no era el padre.

Caitlyn no imaginaba como es que Taehyung caería tan profundo después de esto.

— Por favor, perdóname —lo volteó a ver.

Taehyung negó con la cabeza.

— Me reclamaste por mi trabajo. Me reclamaste por lo que yo hacía, haciéndome sentir como una basura no digna de ti. Te hiciste la buena para que yo fuera el único monstruo. —negó con la cabeza— Todos los días me hiciste sentir un jodido monstruo egoísta. Y ahora me dices esto.

— Taehyung-

— Jódete, Caitlyn. —se levantó— No esperes tener la custodia del bebé, ni tampoco creas que lo podrás ver alguna vez. Yo me encargaré de eso, me encargaré de que nunca conozca la zorra que tenía como madre.

Caitlyn también se levantó.

— Por favor... —lo tomó por los hombros, buscando que Taehyung la mirara. Este la alejó y caminó hacia la puerta principal. Tomó la pistola que guardaba en el cajón del pasillo principal y salió. Sin decirle nada más a Caitlyn, sin mirar atrás.

La mataría si tan sólo no estuviese embarazada.

Esa noche Joseph Müller apareció muerto en su cama, con una bala entre sus ojos. Nadie supo quien había sido, sólo Caitlyn. Ella no quiso hablar, y no por que amara a Taehyung, sino porque le tenía miedo. Taehyung ya no parecía ser el mismo. No desde los últimos meses, cuando le había confesado en que trabajaba realmente.

Habían intentado arreglar el matrimonio, pero no fue suficiente. Nada era suficiente ya. Cuando Caitlyn supo eso, decidió decirle la verdad a Taehyung. Tal vez uno de los errores más grandes que pudo cometer.

Al cabo de unos meses más, nació Suni. Una hermosa niña pálida con ojos azules y cabello negro. No se parecía a Taehyung, pero él la amaba desde el momento en que supo que vendría al mundo. No importaba quien era el verdadero padre, importaba quien la criara como uno.

Claramente a Taehyung le costaría, pero aún así peleó por la custodia —y ganó. Le pidió —le exigió y le obligó— a Caitlyn que se fuera para siempre. 

Afortunadamente Taehyung si pudo criarla unos años, después fue apresado por el homicidio de Joseph Müller cuando Caitlyn decidió hablar. Desde eso, Suni vivía con su abuela paterna. Cada día preguntaba por su papá y su abuela no sabía que responder.

A veces la pequeña lloraba hasta quedarse dormida. En clase lo único que dibujaba era a su papá y a ella. Cuando las maestras le preguntaban que sucedía, ella sólo decía:

"Quiero ver a papi"

Nadie sabía que responderle a la niña que sólo quería ver a su papá, cuando este se encontraba en prisión, con casi cien cadenas perpetuas.

Taehyung deseaba poder salir de prisión antes de que ella fuera mayor, así sería más difícil para que ella lo aceptara. Estaría más consciente de la verdad y posiblemente lo rechazaría. Taehyung no quería eso. 

Cada día pensaba en Suni y llegaba a la conclusión de que merecía algo mejor. Una familia completa con papá y mamá. Era lamentable que tanto como Taehyung y Caitlyn eran unos perdedores. Ni siquiera merecían llamarla hija. Ninguno de los dos.

Pero no la extrañaría por mucho más.

Taehyung se encargaría de eso.

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pied piper

Make yourself harder to kill |vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora