Cincuenta y tres

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Seokjin nunca hacía nada sin tener un plan. Secuestrar a Hoseok aquella noche no fue por diversión o para matar el tiempo, lo hizo con la única intención de atraer a Taehyung. Acabar con él fue su única gota de agua en el desierto durante años, pero sin un plan y sin nada con que atraerlo, no tenía nada.

Kim Taehyung no tardaría mucho en averiguar donde estaba, era tan poderoso que el haber entrado a su propiedad, matar docenas de sus hombres y lograr secuestrar a Hoseok sólo parecía posible en sus sueños. La misión había sido vista como suicida.







Quiero matar a Taehyung, acabar con él. Él es la razón por la que deseo poder tener más de lo que tengo, él era lo que me impedía ser feliz. Su existencia me arruinaba la poca felicidad que podría conseguir siendo yo. Y por lo que tenía entendido, estaba enamorado de su compañero de celda. Personas como el daban la vida por personas importantes, aunque pareciera que no. No era difícil suponer que era infeliz, su vida era infeliz, es decir... Se dedicaba a las armas, las drogas, nadie en su sano juicio y siendo feliz se mete a esos negocios. Era obvio que Hoseok le importaba, sino, ¿por qué sacarlo de prisión?

Taehyung tenía planeado pudrirse en prision, ¿por qué querría salir, y por qué querría salvar a su compañero de celda?

La verdad es que cuando tu vida es así de infeliz, lo único que la hace mejor son las personas que amas, si es que eres capaz de hacerlo. Taehyung necesitaba su felicidad, tal vez su razón para vivir.

— ¿Vas a lavarle el cerebro al muchacho? ¿Qué le vas a decir?

Miré al suelo, esperando que este me diera las palabras.

— Quiero que lo odie tanto como yo lo hago —a la mitad de la oración levanté la mirada— Sólo le diré la verdad que no quiere ver.

— Vas a hacerlo mierda.

— ¿No es obvio? —llevé la copa de vino hacia mis labios y tomé un poco de el.— Sólo quiero que lo odie, quiero que cuando llegue el día en que Taehyung esté aquí, no pueda más que sentir asco hacia él, sé que eso matará a Taehyung, ¿no? —El odio corría por mi sangre, la furia reprimida hacía que la presión de mi cuerpo se elevara. — Quiero que cuando Taehyung esté aquí, Hoseok prefiera morir a volver con él.

Kim Taehyung nunca me había agradado, así que cuando asesinó a Danniel me dio una excusa para tomar venganza. Siempre he creído que las escorias no sólo están en las celdas, también están en afuera, portando un uniforme que los hace ver como personas de bien.

El uniforme no define la moral de nadie.

Danniel era un asco de ser humano que merecía la muerte, pero las deudas que tenía conmigo le perdonaban la vida. ¿Ahora quien me pagaría el dinero que el mismo gobierno me debe? Danniel trabajaba para el gobierno y lo beneficiaba de tratos sucios, pero tan pronto como este murió, todos se hicieron de oídos sordos. ¿Por qué iban a pagarme los tratos sucios de una persona corrupta? Siendo yo un criminal.

— ¿Todo por el dinero? —dijo. Desgraciado, la persona habla tan fácil cuando no está involucrada.

Suspiré sin realmente hacerlo. Quería apretar la quijada tan fuerte, hacer tronar mis dientes del enojo. Sentía lava quemando mis intestinos, mis venas. Descargas eléctricas hacia mis extremidades.

— No dejes tus palabras tan sueltas. Es tan fácil hablar cuando no estás involucrado, ¿no? —lo miré en cada oración. Estas palabras eran para él— ¿Sabes cuánto dinero invertí en sus propuestas? ¿Cuánto dinero me debe el gobierno? ¡El mismo gobierno que dice querer acabar con el puto narcotráfico! Se persiguen la puta cola cuando dicen querer acabar con el crimen organizado, ¿Crees que van a devolverme mi dinero? Seguramente soy su prioridad. —No dijo nada.— No te rompí los dientes porque eres tú.

Make yourself harder to kill |vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora