Diez

2.4K 525 116
                                    


Habían pasado dos semanas. Dos insoportables semanas en las que Hoseok todavía no había aprendido a cerrar su "linda boquita" según Taehyung.

Kim le había confesado que había algo en él que no tenía nadie más en esta prisión; Estupidez.

Bueno, podías verlo de dos lados, según como tú quisieras. Hoseok era el único ser humano en todo este lugar que retaba a Taehyung públicamente, sin mostrar miedo a los golpes que Taehyung le daba. Aunque bueno sí, eso era estúpido. Eso era buscar la muerte por tu cuenta. Como diciendo "¡Sí, hey! ¡Quiero ser golpeado! ¡Rompeme las costillas lentamente y golpeame contra el suelo! ¡También puedes hacerme chuparte el pene si quieres!"

A veces Hoseok cuestionaba su inteligencia, pero vamos, él no era ese tipo de chicos sumisos y blandos, inútiles y sin huevos que eran los demás.

No le gustaba que Taehyung lo tocara en público y odiaba que estuviera tan junto a él en las duchas. Aunque todo esto era un arma de doble filo ya que nadie se le acercaba ni lo molestaba. Oficialmente era conocido como "La puta del Señor Kim."

Todavía podía recordar esa vez en las canchas, cuando Taehyung lo observaba jugar baloncesto. Y por cierto, ese hombre era frustrantemente indescifrable, nunca podías saber que pensaba o que realmente pensaba cuando hablaba. Era tan desesperante para Hoseok, para alguien que se guiaba con eso, leyendo a las personas.

El punto es que Taehyung no dejaba de verlo. Serio y con una mirada fuerte. Esperando que alguien se le acercara y atacar. Él no lo hacía por amor a Hoseok, ni por celos. Le daba asco pensar que era tocado por alguien más, simplemente tocado. Era desagradable. Taehyung lo había dejado claro antes.

Hoseok empezó a tirar a la canasta, cuando Taehyung habló.

— Ven acá —Dijo por primera vez.

Hoseok no le hizo casó y siguió jugando. Ni siquiera volteó a verlo o se preocupó por las miradas de los demás, pero en el fondo un sentimiento de miedo le golpeó el pecho. La voz de Taehyung era para alarmarte. Hoseok empezó a notar eso.

— Ven acá —Engrosó la voz. Sin subir el tono, pero si sonando más amenazador. Sin juegos bajo sus palabras.

Hoseok siguió ignorándolo.

Taehyung lamió sus labios y observó el trasero de Hoseok. Tenía tanta tentación de probarlo, pero no. Eso era de maricones. Las mamadas eran sólo un pene en un agujero húmedo y por alguna razón, el tocar el trasero de un hombre para él era muy gay. Simplemente entraba en otra categoría de mariconería.

— Ven acá —Dijo por tercera vez. 

Hoseok soltó la pelota con enojo y lo miró— No.

— Por una jodida, ven acá. Pequeña mierda terca y estúpida. —Taehyung se levantó de la barda en la que estaba sentado. Ese movimiento amenazó a Hoseok.

— No lo haré, no quiero —entrecerró los ojos por el sol y tragó saliva.

Todos los observaban con dicha emoción y nervios. Parecía una película en vivo. Una película donde se esperaba la muerte de Hoseok, es decir, muchos ya lo estaban considerando muerto por hablarle así al casi dueño de la prisión.

— ¿Ah sí? ¿Y yo te pregunté si querías venir? —Taehyung pasó su mirada de los labios de Hoseok hacía sus ojos cuando se dio cuenta de lo mucho que lo distraían.

— No, pero no me interesa. No quiero ir, no quiero tenerte cerca. —Hoseok, eres muy estúpido.

Un sonido gracioso salió de Taehyung.

— Bien —Le echó un vistazo a Hoseok antes de darse la vuelta y entrar al edificio— Realmente eres muy estúpido. —dijo antes de desaparecer por la puerta.

¿Qué?

¿El señor Kim sólo se había ido de ahí sin hacer nada? ¿Sin haberlo golpeado ni intentado asesinarlo? ¿Él era Kim Taehyung? ¿Qué mierda?

El Taehyung que todos conocían no era así. Era un hombre fuerte y para nada comprensivo, nunca dejaba nada escapar. Lo menos que se podía esperar era que lo golpeara contra el poste de la canasta hasta dejarlo inconsciente. 

Hoseok se confundió. Frunció las cejas y miró a todos en sus alrededores. Todos estaban con la misma cara.

A lo lejos, en una de las torres de vigilancia, pudo ver a Danniel. Mirándolo con el semblante enojado y al parecer furioso. Apretando los puños en sus costados. Después de mirarlo así por unos segundos, simplemente se fue, a paso veloz y visiblemente fuera de si.

Bajó la cabeza y miró el suelo. Hoseok no estaba entendiendo.

Bueno, todo parecía haber ido demasiado bien para ser verdad. Algo no le cuadraba. Ni la actitud de Taehyung, ni la de Danniel. ¿Cómo Taehyung supo su nombre antes de conocerlo? ¿Por qué Danniel lo había mirado así? ¿Acaso...? No, Hoseok estaba perdiendo la cabeza.

Unas horas después de haber estado fuera, volvió a la celda. 

Taehyung estaba ahí.

— ¿Así que te crees muy listo, no? —soltó después de que el guardia cerrara la celda. El Señor Kim. Parado y recargado frente a la litera.

Hoseok se paralizó, miró a sus alrededores y luego a Taehyung.

— Que bueno que estás aquí, empezaba a aburrirme —lo empujó contra la pared.

Hoseok mentiría si negara que sintió su corazón casi explotar. Sólo se le quedo observarlo, muy cerca de él. El cuerpo de Taehyung era grande y amplio, era alto y fuerte. Tenía la piel bronceada, y sólo como dato curioso, pero también tenía un lunar en su nariz, bastante adorable para ser suyo.

Hoseok observó los labios de Taehyung y luego sus ojos. No, esto era realmente desagradable.

Pasaron unos segundos sin nada, hasta que Taehyung levantó la camisa de Hoseok, tomándolo por sorpresa. Subió los dedos hasta tocar sus costillas y apretarlas. Si dejar de mirarlo a los ojos.

— ¿Te duele si hago esto? —Observó como Hoseok se retorcía de dolor, soltando gritos desgarradores cada vez que Taehyung ejercía presión.

— ¡Por favor! —buscó con sus manos el pecho de Taehyung, tratando de apartarlo— ¡Para!

Taehyung encontró satisfacción viendo al muchacho retorcerse, viendo las muecas de dolor y las pequeñas lágrimas que ya caían por sus mejillas. La forma en que su cuello se estiraba cada vez que levantaba la cabeza para abrir la boca y gritar. Incluso el como apretaba su pecho en un intento inútil de apartarlo.

— Nadie me deja así, nadie se atreve a contestarme y lo sabes, ¿no? —apretó más— ¿Crees haber entendido o todavía me falta más fuerza? Te por seguro que no es mi mayor esfuerzo, hay mucha más de donde viene esta.

— He entendido, he entendido —lloriqueó.

Taehyung dejó de presionar sus costillas. Se hizo para atrás y lo miró. 

— De rodillas. Ahora.

Hoseok aprendió a obedecer.


Make yourself harder to kill |vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora