Cincuenta y dos

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Taehyung lo miró de abajo a arriba, como un juzgador profesional. Calculó todo lo que podía pasar y guardó su arma, no sin antes ponerle el seguro. Nada en este departamento parecía una amenaza, así que relajó los hombros, mientras hacía contacto visual con Xian.

— ¿Quién eres y que haces aquí?

Xian tragó saliva.

— ¿No soy yo quien debería preguntarte eso a ti?

Taehyung no cambió su expresión, no tenía intenciones de contestar. Kim había preguntado algo y quería que le respondieran.

Xian volvió a tragar saliva, lo hizo sin mirar a Taehyung.

— Un amigo vivía aquí, cuido el lugar en lo que él regresa.

Taehyung asintió, entendiendo perfectamente.

— ¿Eres amigo de Hoseok?

— ¿Lo conoces?

Taehyung no dijo nada, porque era obvio que sí. Es decir, había pronunciado su nombre.

— ¿De dónde lo conoces?

— De prisión.

Xian palideció.

— Oh. —Tragó saliva.

Entonces lo entendió. ¿Quién podía ser este misterioso y elegante hombre que de repente irrumpía en el departamento de Hoseok? Pero que ciego por no darse cuenta.

— ¿Prisión dices?

— Es lo que dije.

— ¿Có-cómo te llamas?

— Kim Taehyung.

Xian sintió que algo en su sistema digestivo se detuvo, como si ahora se sintiera más pesado. Ese nombre... El nombre del diablo, decían. Xian tuvo que esperar unos segundos para poder entender lo que sucedía. Entonces... Estaba en el departamento de Hoseok, con Kim Taehyung frente a él.

— Entiendo. —Xian asintió mientras tragaba grueso.— ¿Qué hace aquí?

Taehyung suspiró.

— Honestamente, no lo sé. —miró a su alrededor— Quería recordarlo.

Xian peló los ojos.

— ¿Dónde está Hoseok?

Taehyung lo miró y apretó la mandíbula, su expresión no era alentadora.

— No lo sé.

— ¿Cómo que no sabe? —No midió sus palabras antes de decirlas, incluso si estaba frente a Kim Taehyung, necesitaba saber donde estaba su mejor amigo.

— Se lo llevaron de mi casa.

Xian abrió la boca, como si quisiera decir algo, mientras que negaba con la cabeza. No lo creía, incluso si el semblante de Kim era serio y fuera de cualquier broma de mal gusto, le costaba creerlo.

— Yo... Yo no sabía que ustedes habían salido de prisión.

— Él no quiso contactarte, para no ponerte en peligro.

Xian lucía preocupado, un poco más pálido que al principio.

— ¿Y qué va a suceder? ¿Qué va a suceder con Hoseok?

— Voy a buscarlo y voy a encontrarlo.

— ¿Sabes quién lo tiene?

— No, pero tengo una idea.

Xian asintió nervioso, no estaba muy seguro de haber entendido como es que Taehyung iba a encontrarlo o que iba hacer exactamente, pero podía confiar en él, era Kim Taehyung.

Y Kim Taehyung era imponente, Xian estaba seguro de que lo lograría.




















...




















Hoseok no estaba muy seguro de donde estaba o que estaba haciendo ahí, su alrededor estaba hundido en oscuridad y sus ojos no ayudaban, haciéndolo ver todo borroso, en cámara lenta. Era difícil ubicarse, incluso no recordó lo que había sucedido hasta unos segundos después.

— Taehyung... —le costó abrir la boca, la sentía pesada, era difícil tener control sobre si mismo, como si estuviera drogado. Hoseok no estaba seguro de nada, pero lo primero que cursó su mente fue Taehyung, necesitaba verlo.— Taehyung...

Tuvo un momento de lividez; inconsciente, como un recuerdo. Eran él y Taehyung acostados en su cama, uno frente al otro, con la mirada conectada, sin poder ver algo más, porque no existía nada más. La mano de Taehyung acariciaba la mejilla de Hoseok, por primera vez Taehyung sonreía en mucho tiempo.

— Incluso en el último segundo de mi vida, serás lo último que piense —dijo con una voz dulce. Hoseok había sonreído mientras tomaba la mano de Taehyung y besaba sus nudillos.

Hoseok sonrió en medio de esa oscura habitación, recordando a Taehyung. Sentado en el suelo, encadenado al suelo, incluso muriendo de hambre, Taehyung estaba presente. No podía pensar en nada más que él, el amor de su vida.

Llevaba dos días si probar comida, y sus intestinos no sólo rugían, gritaban de hambre. No era tan pesado porque pasaba la mayoría del tiempo inconsciente, sedado y torturado. Cuando estaba despierto su mente se mantenía en recuerdos, fuera de la línea de tiempo actual.

Entonces, en ese preciso momento, la puerta se abrió. Hoseok no miró al responsable, no le prestó atención.

El sonido de los zapatos sobre la madera hacían la escena más dramática y cruda. Difícil de tragar.

— Te ves de la mierda —dijo Jin.

Hoseok no levantó la cabeza, lo cual hizo a Jin enojar.

— Cuando te hablo, espero que voltees —dijo mientras tomaba la cabeza de Hoseok, lo obligó a mirarlo, pero los ojos de Hoseok estaban casi cerrados, su rostro estaba pálido.

— Taehyung... —Fue lo único que dijo.

Jin soltó su cabeza con fuerza y la dejó caer.

— Taehyung va a estar muerto en el minuto que pise mi territorio. —dijo con gracia, superioridad era su segundo nombre.

Hoseok negó con la cabeza.

— Taehyung vendrá por ti, tan pronto como sepa donde estás, vendrá corriendo a querer salvarte, y entonces me encargaré de él —Caminó hacia la salida.— Lo que quiero decir es que no sirves para nada, si estás aquí es porque es la única manera de atraer a Kim Taehyung. Gracias, supongo.

Hoseok escuchaba, le costaba poner atención, pero escuchaba. Tenía miedo de que Taehyung viniera a buscarlo, no quería que le pasara algo por su culpa.

Tenía que arreglárselas solo para salir de esta, en vez de esperar que vinieran por él.

Seokjin abrió la puerta, y miró por última vez a Hoseok.

— Pronto Kim Taehyung no existirá más que en tus recuerdos, entonces nadie lo recordará. —Cerró la puerta.






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Hmmm no estoy segura si es bueno el capítulo, pero bien, lo estaré corrigiendo mañana en la mañana. Disculpen que actualice tan tarde, soy una persona nocturna jsja, nos leemos pronto.





piedpiper

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