Cuarenta y cuatro

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Estaba oscuro. El cielo era negro.














...













El tiempo se sentía como una corriente de aire; tan rápido llegaba, tan rápido se iba. Las cosas no se quedaban, los recuerdos y el calor de la piel parecían no haber existido nunca.

Dos meses pasaron. ¿Lo estaba abandonando?

Se sentía como si la historia estuviera a punto de acabar, el libro se estaba cerrando y el punto final de la última hoja parecía más una mancha indeseada. Las cosas no terminaban aquí.

Xian estaba histérico, tirando las cosas de un lado a otro, sin importar a quien tuviera frente a él. No necesitaba ganas para asesinar a Taehyung, necesitaba valor.

- ¡¿Quien putas crees que eres?! -lo tomó del cuello de la camisa, no pudo levantarlo.- Esperé, confié en ti porque ya lo habías hecho una vez, pero han pasado dos puñeteros meses, ¡y tú no haces nada! ¡Lo estás dejando morir!

Taehyung no estaba seguro de querer creer esas palabras, pero tampoco estaba seguro de que fueran incorrectas. Tenía un plan, pero los planes no siempre funcionan, y él no era perfecto.

- Hoseok no está muerto.

- ¿¡Y tú que sabes?! -dijo al borde del llanto.

- Me quieren muerto a mí, no a él.

- ¿¡Y crees que les es tan difícil matarlo?! ¡¿Crees que te están esperando con los brazos abiertos mientras le dan de comer a Hoseok en charola de oro?!

- ¡Para matarme a mí lo necesitan a él! -respondió de la misma manera. Estaba desesperado, casi al borde de las lágrimas, pero no lo parecía.-  Y no puedo hacer nada -Esto último lo dijo en voz baja, más para si mismo que para alguien más- Si me hubiera adelantado sólo hubiera conseguido morir con él, lo sabes.

- Tú no eres el que está como rehén, estás aquí sentado mientras ahora mismo lo están torturando. ¡Hoseok está sufriendo y absorbiéndose las ganas de hablar! ¡Podrían estarle arrancando las uñas de los pies con unas putas pinzas y el aún así no diría nada! -las palabras a veces tocaban nervios sensibles.

Taehyung no la estaba pasando mejor, nada estaba bien, las cosas no estaban bien.

- Y yo tengo que salvarlo, aún si me cuesta la vida. -La respiración de Xian se cortó por un segundo al escuchar esas palabras- No tengo a nadie, esto es mi culpa, las personas que me rodean tienen que pagar por la mierda que he hecho y no puedo hacer nada más que seguir haciendo mierda.

Xian no sabía que responder, el ciertamente no entendía lo que eso se sentía.

- Mi hija... -Lo pensó- No la he visto en meses, la tengo que alejar de mí, ni siquiera tiene mi apellido porque tengo miedo de que ese apellido le cueste la vida. Tiene que crecer sin una madre, sin un padre. ¡Tendrá que crecer preguntándose porque sus padres no la quisieron! ¡Preguntarse por qué la dejaron! -Taehyung estaba realmente triste- Y ahora esto; Hoseok está así por mi culpa, porque me acerqué a él. ¿Entiendes que todo esto es mi culpa? ¡Ni siquiera sacándolo de ahí podría pedirle perdón!

Xian soltó a Taehyung y dio uno pasos para atrás.

- ¿Y quieres compasión? -Xian soltó unas palabras muy frías.

Taehyung exhaló.

- Intenta sentir compasión de mí y yo no la sentiré por ti.

Xian negó con la cabeza.

-No cuentes conmigo. No me agradas, y no me importa quien seas, puedes comerme el rabo. Ojalá te pudras en el infierno, porque ambos sabemos que es el único lugar al que irás. Espero sientas lo que Hoseok está sintiendo ahora mismo, espero que te quemes allá abajo como un puto pedazo de papel con mierda.

Que creativo. Pensó Taehyung.

- Si esto es lo que quieres oír, si esto te hace sentir mejor -Lo que iba a decir lo decía de corazón, tal vez las palabras más sinceras que había dicho en mucho tiempo- Desearía no haber conocido a Hoseok.

Xian salió del cuarto hecho una furia. Azotó la puerta como si quisiera arrancarla. Taehyung solo pudo observar, mientras que por dentro deseaba estar muerto. La presión, la tristeza, la culpa, la ansiedad y las ganas de saltar por la ventana le carcomían las entrañas, pero su rostro nunca podría delatarlo.

Deseaba no haber conocido a Hoseok.

Nunca.
















...













Entonces así se sentía el infierno.

Dinero y comodidades, ¿pero a que costo? ¿De que servía el dinero si estaba solo?

¿De que servía quejarse y desear haber tomado otras desiciones si no podía cambiarlo?

- Levántate.

Hoseok ni siquiera podía escuchar bien, todo retumbaba, solo podía ver el suelo, el suelo de concreto que alguna vez fue gris ahora era rojo. Las cosas daban vuelta, el dolor era nulo, su cuerpo no podía sentir dolor ya, solo tenía ganas de dormir.

Estaba cansado, quería dormir. Quería alcanzar la luz que veía cada vez que cerraba los ojos, por que en ella solo podía ver a Taehyung.

- Alto -Una voz diferente les ordenó parar- Van a matarlo.

Dejaron caer los látigos de cuero al suelo.

- Rápido, llévenlo a que lo examine un médico, no puede morir.

Ambos torturadores tomaron a Hoseok por los hombros, desataron sus muñecas de las cadenas que lo tenían encarcelado. Hoseok estaba inconsciente, probablemente ni siquiera sabía donde estaba, el mundo parecía difícil de comprender o de sentir.

- Ha perdido mucha sangre, llévenlo rápido.

- Entendido.

De camino al cuarto de examinación, Hoseok veía una luz brillante al final del pasillo, nada se veía claro, pero todo era brillante. Con las últimas energías de su cuerpo curvó su boca en una sonrisa débil y triste.

- Taehyung. -No podía respirar bien, su pecho bajaba y subía demasiado lento- Viniste.

- Está delirando -dijeron.

Hoseok no podía escuchar nada.
La luz brillante desaparecía, el pasillo perdía la saturación de color, y los párpados le pesaban.

Quiero dormir.

Entonces todo estaba oscuro.

El cielo era negro y el suelo era rojo.



















Todavía no conozco mi nombre.

piedpiper

Make yourself harder to kill |vhope|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora