•Capitulo 12. El interrogatorio.

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JAMES STATON.

Tenían unos veinte minutos en Vesubio cuando Sara les alertó, alzó la mirada, y vio que la chica se acercaba hacía ellos, tenía la misma ropa que le había visto hace horas.

―Hola. ―dijo.

El silencio reino por unos minutos

―April ¿Vas a presentarnos o qué? Siéntate. ―hablo Sam, indicándole con un gesto el asiento en frente de ellos.

―Soy Sam. ―se presentó― La momia aquí a mi lado es mi novia. ―dijo señalando a April― El idiota que está a su lado es mi primo James, y la chica con algo rosa en su ceja es Sara.

―Hola, soy Alex Kent.

― ¿Alex, o Alexandra? ―soltó, tenía esa duda desde hace unas horas.

―Solo Alex. ―contestó.

― ¿Qué estas estudiando? ―le pregunto April, seguramente querría hacerle innumerables preguntas.

―Mecánica automotriz.

― ¿Cómo? ¿Por qué no me dijiste que vendrías? ―le interrogó, si April abandonaba periodismo, sin duda serviría como detective.

―Hace meses recibí la carta de aceptación de la universidad, se me fue otorgada una beca, hice el papeleo de la inscripción, pero hasta hace unos días no sabía si iba a poder venir, por eso no te había dicho nada, no quería que si no funcionaba te sintieras mal. ―explicó Alex.

Eso tenía sentido, cuando no estás seguro de algo, no lo dices hasta que sea seguro ¿Cierto? Había leído en algún lado un refrán que decía que si querías hacer algo, no se lo dijeras a nadie, eso era lo que pensaría cualquiera, pero él sospechaba que su negativa a contarle lo de la universidad a April era porque ella tal vez no estaba segura de que lograra irse de su casa, ella dispuso de todo, y si no se daba, nadie saldría herido, ¿Cierto? Tenía lógica, pero por qué esperar a que se presentara lo de la universidad ¿Por qué ella nunca antes había planeado irse? Tal vez ella tenía tiempo planificando irse, y por eso concurso por la beca en la misma universidad que su mejor amiga, lejos de su casa, lejos de su padre.

―Debiste haberme dicho, ¿Y tu papá? ¿Vino contigo? ―April continúo, había tocado una fibra sensible, él no pensó que ella fuera a mencionarlo, la chica sonrió naturalmente.

―No, él quería, pero acordamos que se quedaría en casa, no puede arriesgarse a perder el trabajo. ―esa chica de verdad tenía talento, ella lo decía como si de verdad lamentará que su padre hubiera tenido que quedarse, la forma en la que hablo incluso le hacía pensar que tenía una buena relación con su padre, como si de verdad lo extrañara. Si él no supiera la verdad hubiera caído como un estúpido, esta chica seguramente engañaría hasta a su madre.

― ¿Le extrañas? ―presionó April. La chica estaba empujando los limites de Alex, tanteando el terreno, supuso que para contrastar las palabras de su amiga con lo que habían descubierto sobre ella ayer por la noche.

―No, supongo que en cuanto pase la novedad de la universidad, empezaré a echarle en falta.

El se sorprendió, fue tan honesta la forma en que lo dijo, que por un momento dudo, tal vez había sido un error, tal vez la había golpeado alguien más y ella había querido inculpar a su padre, tal vez él la golpeaba, pero ella igual le quería, después de todo, era sangre de su sangre, tal vez todo era maquillaje, maquillaje y actuación, si era así, la chica perdía el tiempo en la universidad, debería estar en las pantallas de cine. 

Cicatrices en el Alma [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora