Su turno terminó, y tenía muchas propinas, lo cual hacía que valiera la pena soportar lo infernal de los sábados; había considerado no reunirse con los chicos de nuevo, e irse como la cobarde que era, pero afortunadamente desistió de su idea, así que se encamino hacia donde estaban. Y todo estuvo bien por un rato, incluso había entablado una conversación con la hermana de James, hasta que este las interrumpió.
―Oye, Alex ¿Qué pasó con las blusas largas?
Genial, eso era lo que faltaba, tenía que recordarle que su piel escocía por las miradas que recibía. Estaba comportándose como un imbécil.
―Idiota. ―le dijo ¿Cómo es que a veces podía ser simpático, y a veces un idiota? No lo entendía.
―Estas facilitando mi asqueroso labor. ―dijo señalándola mientras se reía, el terror la invadió, pánico, quería que la tierra la tragara, pero no, nada paso, la tierra no se partió y la engullo, trato inútilmente de cubrirse los brazos, pero no era suficiente, se sentía expuesta, y por un momento considero salir corriendo, ¿Por qué tenía que haber traído esta blusa? Ah, cierto, por el calor, pero tal vez podría soportarlo, todo con tal de no sentirse observada.
―Oye, ¿No te duelen los brazos y el cuello? ―preguntó de pronto Jessica, no sabía si agradecer el cambio de tema; honestamente, eso solo la ponía más nerviosa, podía sentir su pulso correr en su cuello, y ya empezaba a formarse una pelota caliente en su cuello, tenía que controlarse, era una pregunta cualquiera.
―No, no me molesta. ―respondió, sabía que no estaba siendo honesta, su cuerpo aún se sentía como si hubiera pasado por una trituradora, pero, no servía de nada decirle lo contrario, no le gustaba andar quejándose, y bueno, decir que le dolía sería exactamente eso, mejor era soportar el dolor en silencio.
―Apuesto que debió dolerte en el momento. ―Obviamente que si, por un momento revivió la golpiza, y sintió un escalofrío por todo su cuerpo, el dolor era insoportable, pero aún más insoportable era el hecho de que ya estaba acostumbrada, recordar dolía, solo por tropezar con una estúpida botella, si hubiera sido más cuidadosa tal vez nunca habría pasado nada de esto; pero entonces seguramente seguiría en esa casa, fue esa noche lo que la empujo a irse de una vez por todas, sintió ganas de llorar, pero eso sería tumbar toda su fachada, quería derrumbarse.
― ¿Y qué te pasó?
―Accidente de auto. ―se escucho decir, quería envolverse en una bola y desaparecer, sintió el repentino impulso que siempre tenía de niña de envolverse las rodillas con los brazos.
―Eh... pues me alegro que ahora estés mejor, y que no hayas terminado en un hospital o peor.
―Tuve suerte. ―dijo, peor, ¿Qué podría ser peor? Podría estar muerta, podría haber sufrido algún otro daño, casi se había sorprendido de que no se hubiera partido ningún hueso, y estaba tan familiarizada con el dolor que sabía reconocer cuando tenía un hueso roto, no bromeaba al decir que había tenido suerte, era suertuda por seguir viva; aunque mejor hubiera sido no tener unos padres de mierda, pero, hey, no se quejaba, eso era lo que le había tocado.
―Y bien ¿Cuándo pensabas decírmelo? ―April no perdió tiempo, hace 5 segundos que Jessica y una amiga suya se habían parado de la mesa, y ya la tenía respirando en su cuello.
―Eventualmente- y por eventualmente se refería a cuando se viera obligada a decírselo.
―Alex... ―comenzó esta― Tranquilízate, se cuidarme sola ―dijo, y era la verdad, no necesitaba que nadie cuidara de ella, y tenía que hacérselo entender a April, ya no era, ni se sentía como una niña.
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Cicatrices en el Alma [COMPLETA]
RomanceLa ropa lo oculta, pero se nota todo lo que tiene mi piel, nadie más que yo sabe lo que se siente traer dolor contigo. Resulta difícil. Pero es más difícil vivir la vida como si nada pasa cuando te pasa todo. Y es que nadie merece que ellos paguen t...