ALEX KENT.
Su día no había ido mal, sus clases estaban geniales, y hoy salía antes de la hora del almuerzo, que sería cuando se reuniera con sus amigos, era un poco tonto como Sam, Sara y James habían ganado ese título, ella no estaba al tanto de que ellos fueran sus amigos, pero su cerebro los había declarado de manera automática, así que cada vez que pensaba en ellos, la palabra "amigos", parecía surgir siempre con cada capítulo de esta historia, de manera subconsciente, ese grupo pequeño de personas que apenas conocía, ya tenían un titulo en su etiqueta.
Como decía, todo iba bien, hasta que dejó de estarlo, empezó a sentirse mal del estómago, y sabía la razón, no había comido ni dormido, lo único que había en su estómago era cantidades industriales de café, su corazón iba acelerado, y debía de estarle dando taquicardia o algo, pero entonces las paredes empezaron a dar vueltas a su alrededor, y ese era su llamada para partir, estimados pasajeros, por favor abordar al vuelo del vómito y las náuseas, que estupidez, después de salir unos 15 minutos antes de su última clase, monto su moto, y se largó a casa, joder, manejar mareada no era buena ida, pero, no tenía opción, sabía que era imprudente de su parte, podría herir a alguien, afortunadamente no paso, pero era riesgoso e imprudente conducir en ese estado, era lo mismo que hacían los borrachos que estúpida e irresponsablemente se ponían detrás de un volante, arriesgando su vida, y la de los demás, sabía que no era bueno conducir, pero, no es que tuviera muchas opciones en el repertorio, hacía lo mejor que podía con lo que tenía.
No hace falta decir que aun no sabía cómo no había terminado estrellándose en la carretera, pero afortunadamente logró llegar al partamente, entro volando al apartamento, directo al baño, solo que no se le ocurrió la genial idea de encender la luz, así que tropezó con todo lo que estuviera en su camino, no le importaba, solo quería llegar al baño, pero desafortunadamente su débil cuerpo decidió estrellarse contra el bol de vidrio en donde ella y Sara acostumbraban a poner las llaves, no hace falta decir que para rematar la cuestión, el bol cayó al suelo estrepitosamente, dividiéndose en trozos de vidrio en todas las direcciones, y como la suerte ese día no estaba de su lado, cayó al suelo, desde pequeña tenía el reflejo de al caer colocar sus manos, solo que en esta oportunidad sus manos terminaron con pedazos del inexistente recipiente, era doloroso, pero no extremadamente doloroso, como pudo se arrastró, si, se arrastró, hacía el lavabo.
Después de eso solo prosiguió a vomitar todo el contenido de su estómago en el inodoro, ugh, no se explicaba cómo podía estar en esta situación, ya que no había comido nada, así que si no tenía nada en el estómago, lo más seguro es que estuviera expulsando sus entrañas o algo así, tal vez si miraba podría ver alguno de sus órganos desperdigados por ahí, doble ugh, definitivamente esa no sería una imagen agradable, a duras penas logro sentarse, recostando su espalda de la pared del baño, sus palmas ardían, sus rodillas dolían por haber estado arrodillada vaciando su estómago por tanto tiempo, su cabeza parecía cada vez más pesada, así debía de sentirse atlas, cargando todo el peso del mundo sobre sus hombros, o en su caso, todo el peso de una cabeza sobre un cuello demasiado endeble como para sostenerla, algo pitaba en sus oídos, en otra oportunidad tal vez hubiera pensado que el ruido venía de afuera, pero en este momento estaba segura de que ese era el ruido de su cerebro escurriéndose por sus oídos, sip, definitivamente debía ser eso, el infierno por el que estaba pasando, ¿Esto es lo que recibía por ser una buena compañera de cuarto y no dormir, para que así Sara si pudiera descansar?
No paso mucho tiempo antes de que sintiera a la muerte venir por ella, aunque bien, tal vez exageraba un poco, fue el sueño quién se la llevo, extrañamente no estaba teniendo ninguna pesadilla, lo cual le sorprendía enormemente, siempre que dormía, estaba ya resignada a los sueños, pero en este momento era diferente, no estaba completamente dormida, caminaba sobre una delgada línea entre el agotamiento y la enfermedad, y bueno, resulta y acontece que al abrir los ojos, vio a James y Sara frente a ella.
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Cicatrices en el Alma [COMPLETA]
RomanceLa ropa lo oculta, pero se nota todo lo que tiene mi piel, nadie más que yo sabe lo que se siente traer dolor contigo. Resulta difícil. Pero es más difícil vivir la vida como si nada pasa cuando te pasa todo. Y es que nadie merece que ellos paguen t...