Lo primero que vio, fue dos hermosos ojos azules, a unos 5 centímetros de su cara, sabía que había estado llorando, sentía sus mejillas húmedas, y el cuerpo de James estaba presionado sobre el de ella, sujetando sus manos, seguramente había lanzado golpes a todo el que estuviera cerca de ella, extrañamente, en lo único que podía pensar en este momento era en tocar sus labios, ¿Qué rayos te pasa? Debía de haber alguna clase de letrero multicolor en sus labios, porque no podía apartar la vista de ellos, o de su rostro, y ahora empezaba a tener el repentino deseo de besarlo, y se encontraba confundida, ya que nunca había sentido algo así, prácticamente lo único que tenía de mujer era el cuerpo, nada de hormonas o algo ligeramente parecido, o eso había pensado, pero en este momento estaba pensando como lo haría una mujer estando así de cerca de un hombre, de alguna forma le daban ganas de sonreír al descubrir que una parte de si era igual al de cualquier otra mujer, sus narices se tocaban, y disfruto por un momento de la cercanía, James olía a limpio, si, limpio, y alguna fragancia para después de afeitar tan característica de los hombres, tan embriagadora como el licor, quería oler su cuello, y tocar su cara, pero eso sería raro, estaba preocupada de que tan malo había sido el sueño, y que tanto había visto él, de ahora en adelante seguro la vería como la rareza que era, no podía explicarle, pero quería, y se encontraba en una encrucijada, no entendía a que venía el repentino ataque de sinceridad, y porqué James, pero nunca había deseado tanto decirla la verdad a alguien, pero debía guardar silencio, si había podido callarlo todos estos años de April, con él debería ser mucho más fácil, pero con James, las sensaciones se intensificaban; sabía que él haría preguntas, entonces tendría que mentirle, o inventarse una excusa, justo como pasó con Sara, y como de esta era difícil salir ilesa con una mentira, seguramente terminaría diciéndole parte de la verdad, entonces él se convertiría en su cómplice, alguien más que guardaba el secreto por ella, no quería eso, ya tenía suficiente con Sara e Ian.
Estaba en la ducha, tratando de limpiar los vestigios del sueño, había intentado disculparse con James por lo que seguro fue un mal rato, pero él solo la tranquilizó, y rechazo sus intentos de que se fuera, ya que ahora se encontraba mejor, el mareo había desaparecido prácticamente, y ya no tropezaría si intentaba caminar, pero él ignoro sus sugerencias, y le dijo que se diera un baño mientras pedía la comida, había tantas cosas que no entendía, ¿Por qué insistía en quedarse con ella? ¿Por qué le importaba? Pero había otras cosas que le distraían de esa pregunta. Él le había dicho algo que aún no podía sacar de su cabeza: "los sueños no tienen poder sobre nosotros, Alex", no podía dejar de pensar en eso, solo había sido un sueño, y estaba asustada, igual que siempre cuando despertaba, pero, ¿Qué tal si él tenía razón? ¿Qué si ella era quien le otorgaba a sus sueños el poder de controlarla? ¿Era su culpa?
Tal vez debería dejar de darles tanta importancia, tal vez así desaparecerían, ¿Qué si todo este tiempo, ella subconscientemente atraía los sueños? Era un poco estúpida la idea, y sonaba a psicología barata, y ella odiaba la psicología, para ella solo era mierda, y alguien tratando de decirte lo que sentías, cuando en realidad ni tu lo sabías, pero tal vez existía una forma de deshacerse de los sueños, quería creer eso, era mejor que la idea de que nunca se libraría de ellos.
Cuando termino de bañarse, seguía preguntándose miles de cosas a la vez, fue cuando se dio cuenta de que no había traído consigo una toalla, y salir desnuda no era una opción, podría ponerse la misma ropa, y salir, pero en vez de eso llamó a James para que le alcanzara el paño, no hace falta decir que sus mejillas estaban calientes, se sentía como gelatina por dentro, y completamente cohibida y avergonzada de pedirle algo como eso a James, sabiendo que se ocultaba detrás de la puerta del baño, porque estaba desnuda, y luego se sonrojó aun más al darse cuenta de que cuando tuviera la toalla, no le quedaría otra opción más que salir del baño a su cuarto, cubierta con nada más que su paño- genial- pensó con sarcasmo, salió de puntillas hacia su habitación aprovechando que James no estaba mirando, y que se encontraba ocupado en la cocina, pero su suerte no era tanta, había dado unos pocos pasos, y él la estaba viendo, se encontró con sus ojos, le dio la impresión de que James la estaba recorriendo entera, o tal vez tenía algún súper poder que involucrara la visión de rayos x, todo su cuerpo se calentó, y sabía que su pálida piel en este momento debía de estar enrojecida, así que hizo lo primero que se le ocurrió, salió corriendo hasta su cuarto, con el corazón desbocado, y no era por la carrera, se sentía incómoda siempre que alguien la miraba, pero esta vez había sido diferente, porque su ropa, actuaba como un campo de fuerza, su ropa la protegía y cubría completamente, pero así de expuesta, se sentía completamente vulnerable, cien veces peor que cuando iba a Vesubio con una camisa que dejara ver sus brazos, se vistió con rapidez con la cabeza en otro lado, estaba tan distraída, que no se dio cuenta de que salió a la sala con su piyama, la cual era un short, y una camisa de tirantes, en cuanto James la vio, alzó un ceja hacía ella, haciendo que se percatara de lo que llevaba puesto, así que corrió de nuevo a su cuarto, sería raro si se ponía ropa de salir, y no podía llevar descubierto sus brazos porque estaban muy cerca el uno del otro, así que se puso un suéter tejido que parecía un vestido o túnica, y unos pantalones de yoga, ahora que tenía eso cubierto, se desenredo el cabello, y salió para encontrarse a James sentado en el sofá con 2 platos con pizza, y viendo la televisión. Se sentó a su lado, y empezó a saborear la pizza, la cual estaba divina, tenía un tiempo sin comerla, y la combinación del queso, los vegetales, y la masa caliente, la hacían sentir como si estuviera en las puertas del cielo- ¿Tiendes a dormir con esa ropa?-pregunto James, y sabía que no se refería a la que llevaba puesta, si no a su pequeño desliz de hace unos minutos, no sabía que responder- Porque si es así, entonces voy a venir a visitarte a estas horas- dijo con una sonrisa coqueta, y no pudo evitar atragantarse un poco con la comida, él palmeo sus espalda riéndose de ella, y le ofreció una soda para poder pasar el mal trago, y seguía sin saber que responder, ya que no entendía el comentario, ¿Estaba él...? ¿Era eso como una especie de cumplido? ¿Él pensaba que ella se veía bien en ropa así? ¿Pensaba que ella se veía bien? Eso no tenía mucho sentido, ¿Por qué habría de pensar algo así?
Obviamente debía referirse a otra cosa, él no pensaría eso si se hubiera fijado en su piel, y todas las marcas que la recorrían, pero ella quería creer que él si se refería a eso, que ella era de alguna forma, atractiva, era una ilusión, pero siempre había sido un poco ilusa y soñadora, con los años había menguado, pero aún seguía ahí, en algún rincón, la idea de que la considerara bonita, no atractiva, tal vez solo bonita, le bastaba a su pobre corazón para que se llenara de ilusiones, el problema no era eso, el problema es que su corazón era como un globo, con pensamientos agradables, o cosas así, se inflaba, y entonces, sin previo aviso, caía al ser estropeado por algún alfiler ocioso, y entonces tenía que lidiar con su decepción, y añadir otro parche, se sentía igual que cuando en el colegio un chico le había dicho lo bonita que era, solo para luego burlarse de ella, ¿Era James igual que ese chico? No quería ni podía pensar eso, ¿Esperaría él, y luego se burlaría de ella con palabras hirientes? Estudio el rostro de James, pero no encontró nada que sugiriera algo así, solo una sonrisa pícara, y ojos extraordinarios, no, él no era como ellos, esta vez se arriesgaría, y si luego salía lastimada, lidiaría con las consecuencias, no pudo evitar sonrojarse en el momento en que acepto que su comentario era un cumplido, él sonrió hacia ella y solo se dedicaron a ver la televisión mientras disfrutaban de la pizza, comieron en silencio, mientras veían el programa, o mejor dicho, mientras fingía ver el programa, puede que sus ojos estuvieran en la pantalla, pero en sus pensamientos no había otra cosa más que James, si al terminar de comer, le preguntaba acerca de la trama, o algo relacionada con la serie, asentiría con expresión bobalicona, sin tener la más puta idea acerca de que trataba el programa, estaban por terminar de comer, cuando escucharon a Sara entrar por la puerta.
―Hola chicos ¿Qué tal? ¿Cómo te sientes, Alex? ―dijo mientras se acercaba a ella, y comprobaba su temperatura tocando su frente― La fiebre cesó, excelente, ahora, ¿Descansaste? Te ves mejor, saben que, ya vengo, no puedo seguir viéndolos comer sin unirme a ustedes.
Sara se unió a ellos en el sofá, y después de preguntarle que tal había ido el examen, dijo que necesitaba una ducha, así que se fue al baño― Pienso que es mi turno de irme. ―dijo James poniéndose de pie, estaba en desacuerdo, quería que él se quedara, pero no sabía cómo pedírselo, o si debería hacerlo, digo, él debía estar cansado de pasar toda la tarde cuidando de ella, así que solo asintió y lo acompaño hasta la puerta del edificio.
―Lamento que te enfermaras, pero la pases bien. ―dijo James, la miraba como si fuera lo único a su alrededor, sus ojos eran más hermosos que el océano, oye James, tus ojos son los más hermosos jamás creados, sonaría raro, así que se prometió a sí misma, que algún día obtendría el coraje para decírselo, tal vez no de forma tan melodramática, pero si hacerle notar lo hermoso de sus ojos, pero este no era el momento, no sabía que decir sin que sonara repetitivo, la tarde había sido genial, y secretamente se alegraba de que él no hubiera accedido a irse, y se hubiera ofrecido a quedarse con ella, cuando en realidad no tenía ninguna obligación de hacerlo, ni siquiera tenía por qué haberse ofrecido, nadie tenía que haber cuidado de ella, y él podría haber usado su tiempo en otra cosa, se encontraba agradecida de haber pasado la tarde junto a él, así que hizo lo que se le ocurrió, escurriendo cada gota de valor que había en su cuerpo, se puso de puntillas, y sin perder de vista sus ojos, beso su mejilla, aspirando su tan masculino olor, y disfrutando de la repentina cercanía, él estaba igual de sorprendido de ella y no dijo nada.
―Gracias por quedarte conmigo... ―susurro, avergonzada por su atrevimiento, y porque tal vez pareciera necesitada, o loca al hacerlo, pero en el momento, había dado soltura a lo que quería, dejando a un lado por unos minutos, su parte racional, aquella que le diría todas las razones por las que no debería hacer lo que estaba pensando, de alguna forma se alegraba de haberlo hecho, su parte racional era en cierta forma una aguafiestas, igual que una vieja maestra que hace insoportable la vida de sus estudiantes, James tomo sus manos, llevándoselas hasta su boca, y deposito un beso sobre ellas, sacándola de sus pensamientos, y de la biosfera, se encontraba flotando, y sabía que se veía como unos de los estúpidos personajes románticos de los que se burlaba con frecuencia.
―Duerme bien Alex, me gustaría decir que espero que te enfermes más seguido, pero eso sería una maldad de mi parte. ―James seguía mirándola, no sabía que más hacer, no es que hubiera un manual de instrucciones que pudiera seguir al pie de la letra, contando con que si seguía los pasos uno por uno, no se equivocaría, pero esto era otra liga completamente diferente, su cuerpo se encontraba paralizado, y no supo hacer otra cosa más que sonreír hacía él, James se fue en su auto, y ella se quedo en la entrada hasta que lo vio partir, se sentía extraña, y había un infierno revolviéndose en su cabeza.
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Cicatrices en el Alma [COMPLETA]
RomanceLa ropa lo oculta, pero se nota todo lo que tiene mi piel, nadie más que yo sabe lo que se siente traer dolor contigo. Resulta difícil. Pero es más difícil vivir la vida como si nada pasa cuando te pasa todo. Y es que nadie merece que ellos paguen t...